'El baloncesto es lo ¨²nico que amo con locura'
Han pasado casi diez a?os desde que Sasha Djordjevic, entonces en el Partiz¨¢n de Belgrado, le birlara la Copa de Europa al Joventut de Badalona en el ¨²ltimo segundo de una de las finales m¨¢s emocionantes que se recuerdan. Lo hizo con un lanzamiento inveros¨ªmil, trompicado, en plena ca¨ªda y con un rival encima.
"Me qued¨¦ flipado, qu¨¦ pedazo de canast¨®n", recuerda Ra¨²l L¨®pez, de 20 a?os, que comparte retos y minutos con aqu¨¦l que un d¨ªa le dejara at¨®nito. Quiz¨¢ fue entonces cuando comenz¨® a adorar un deporte que se ha convertido en algo m¨¢s que una profesi¨®n para ¨¦l, hasta el punto de asegurar que "el baloncesto es lo ¨²nico que amo con locura",
Una carrera espectacular llev¨® a Ra¨²l de la cantera del Vic al Joventut de Badalona primero y, de ah¨ª, al Real Madrid a cambio de un dineral para esto del baloncesto. Un suplente de lujo, se dec¨ªa que ser¨ªa Ra¨²l L¨®pez del intocable Djordjevic, una predicci¨®n que el tiempo se ha encargado de enterrar. El yugoslavo tiene 33 a?os, mucha experiencia y un car¨¢cter arrollador en la cancha.
Pero sus problemas f¨ªsicos le han deparado una temporada tormentosa, como demuestra la lesi¨®n sufrida en Vitoria, que le hace ser duda para el definitivo partido que el Madrid y el Tau disputar¨¢n esta noche.
Un partido en el que, al menos de salida, la direcci¨®n del equipo madridista la llevar¨¢ Ra¨²l L¨®pez. Como tantas veces esta temporada. No le pesa la responsabilidad. Le gusta incluso. Sabe que est¨¢ en un lugar privilegiado y se considera afortunado por ello. "Nunca me han faltado minutos, y eso es lo m¨¢s importante para demostrar que vales. Otros no han tenido esa suerte, aunque si eres bueno acabas llegando. Me encanta ganar, pero a veces no puede ser. Decir 'voy a ganar' y hacerlo, s¨®lo lo puede decir Michael Jordan".
Como aquella final perdida por el Joventut, el base barcelon¨¦s ha visto muchas en televisi¨®n. A menudo lo piensa y le parece extra?o. Ahora est¨¢ rodeado de todos aquellos jugadores que entonces le parec¨ªan maravillosos. Jugadores que coleccionan t¨ªtulos.
"Cuando ves a esa gente en la tele no te ves junto a ellos" cuenta Ra¨²l, as¨ª, a secas, que ¨¦se es el ¨²nico nombre que figura en su camiseta. "Hay veces que te cuesta cre¨¦rtelo, pero tienes que asimilarlo porque si vas siempre con la sensaci¨®n de que no puede ser, las cosas no salen como t¨² quieres".
Cuando le recuerdan que es el fichaje nacional m¨¢s caro de la historia del baloncesto espa?ol, le resta importancia. El Real Madrid pag¨® este verano al Joventut 300 millones de pesetas por su traspaso. Muchos en Badalona podr¨ªan pensar que abandonar la Penya es una traici¨®n. A Ra¨²l L¨®pez le da igual. Cree que se le concede demasiada importancia a esas cosas. El Real Madrid le eligi¨® a ¨¦l y no a otro. ?l eligi¨® al Madrid y no a otro. "No soy de darle muchas vueltas a las cosas", sentencia.
Su ¨ªdolo siempre ha sido Magic Johnson. De peque?o ve¨ªa los partidos de la NBA y se picaba con su hermano, que iba con los Celtics, con Larry Bird. Sin embargo, este seguidor de los Lakers se atrevi¨® a ganar a los mism¨ªsimos Estados Unidos en el Mundial sub 20 de Portugal 99. All¨ª vivi¨®, con los j¨²niors de oro del baloncesto espa?ol, su gran momento de gloria. Para cualquiera habr¨ªa sido un sue?o subirse a un podio, mirar hacia abajo y ver all¨ª a los estadounidenses.
Aunque parezca mentira, Ra¨²l no habla de esa sonada victoria. S¨®lo le brillan los ojos al hablar de la cantidad de amigos que ten¨ªa en esa selecci¨®n. Los aficionados esperan que ¨¦l, Navarro, Gasol, Bernie Rodr¨ªguez o Felipe Reyes sean los herederos de Epi, Fernando Mart¨ªn, Soloz¨¢bal y compa?¨ªa. "Nosotros somos de otra ¨¦poca, jugamos diferente", responde.
Tiene muy claro que para llegar tan alto hay que progresar cada d¨ªa. Y rechaza la comparaci¨®n con Corbal¨¢n. Por respeto, quiz¨¢. O porque el hist¨®rico base madridista guarda en sus vitrinas once Ligas, siete Copas, tres Copas de Europa, una Recopa, una Korac y una medalla de plata en los Juegos Ol¨ªmpicos de Los ?ngeles 84. Ra¨²l L¨®pez, de momento, s¨®lo guarda el oro de Portugal. "No quiero pensar que tengo que llenar el hueco que dej¨® Corbal¨¢n. He o¨ªdo comentarios pero no les presto atenci¨®n. No pienso en cosas que puedan desestabilizarme", asegura.
No parece tener miedo al fracaso porque "s¨®lo fracasas si te caes y no te levantas". Su desparpajo en la pista lo corrobora. Se entrena para jugar y juega para ganar. Hoy se ver¨¢ las caras, de nuevo, con Bennet, uno de esos jugadores acostumbrados a resolver, a marcar diferencias en solitario. "Tienes que ser ambicioso, pero siempre pensando que el equipo est¨¢ por encima", explica el madridista.
Sus compa?eros interrumpen la entrevista. Scariolo acaba de dar por finalizado el entrenamiento. Se retiran al vestuario y se despiden del bajito (1,84 m) con bromas: "Siempre est¨¢s sonriendo y ahora te pones serio". Tan serio como en la cancha, cuando llega el momento en que no vale esconderse: "Puedes tener la canasta del partido y fallarla... o meterla". Como la meti¨® Djordjevic hace casi diez a?os ante el Joventut, aquel canast¨®n que tan flipado dej¨® a Ra¨²l L¨®pez.
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