El gusto por la luz y la integraci¨®n
Su huella se puede rastrear lo mismo en encargos p¨²blicos de presupuestos considerables que en peque?as intervenciones privadas. Y en todas las obras de Joaqu¨ªn Montero se hallan dos caracter¨ªsticas comunes: el gusto por la luminosidad y la integraci¨®n del encargo en el entorno. Esta ¨²ltima cualidad, por ejemplo, es la que se ha destacado en los pabellones que ha levantado en Chillida-Leku, reconocidos en los ¨²ltimos premios del Colegio Oficial de Arquitectos Vasco-Navarro. Y en cuanto a su inter¨¦s por dotar a sus trabajos de la mayor aportaci¨®n de luz natural, un buen ejemplo son sus edificios en el Parque Tecnol¨®gico de Miram¨®n.
Dos de las obras m¨¢s caracter¨ªsticas del arquitecto guipuzcoano se encuentran muy cerca una de otra en San Sebasti¨¢n: la Facultad de Empresariales de la UPV, que ha perdido parte de su encanto exterior por el pol¨¦mico cambio de fachada, pero que todav¨ªa conserva su interior di¨¢fano; y el Parque Zubimusu, en el barrio de Ondarreta. La Facultad de Empresariales fue un encargo de la Universidad del Pa¨ªs Vasco para completar una plaza que ya contaba con las sedes de la Escuela de Arquitectura y la de Magisterio. Montero cerr¨® la parcela en forma de letra u, con una construcci¨®n en ladrillo, material con el que se vinculaba a los otros dos edificios, obra de ?ngel de la Hoz y Miguel Garay y Santos Barea.
Pero el ladrillo sali¨® defectuoso y la UPV, por su cuenta y riesgo, cambi¨® el material de la fachada, para colocar unas placas color gris mausoleo, que rompen con el esp¨ªritu original de la obra. Menos mal que el interior conserva la apuesta de Montero por la luminosidad y la amplitud de espacios: dos grandes patios de planta circular y el¨ªptica, con paredes de cristal, dan luz natural a todo el interior de la facultad, con suelos, paredes y techos blancos.
El Parque Zubimusu consigue, en un espacio relativamente peque?o, ese aislamiento que se pide a toda zona ajardinada ubicada en un ¨¢mbito urbano. Se pueden destacar algunos aspectos, desde la cuidada selecci¨®n de los ¨¢rboles que adornan el jard¨ªn hasta el estanque, que se vac¨ªa una vez al d¨ªa de forma ritual, siempre a la misma hora. El proceso se anuncia por un mecanismo de relojer¨ªa, dotado con una bola de acero, cuyo movimiento produce una ola en el agua del estanque, y una figura de un dantzari que hace un saludo en el momento de iniciarse el vaciado.
En el otro extremo de la ciudad, en el Parque Tecnol¨®gico de Miram¨®n, se pueden rastrear un pu?ado de edificaciones proyectadas por Joaqu¨ªn Montero: el edificio central, las sedes de Adegi y Elkargi, un pabell¨®n de oficinas o el Kutxaespacio de la Ciencia. En cada uno de ellos se observa esa voluntad de integrar la obra en el entorno, adem¨¢s de resolver la construcci¨®n atendiendo siempre a criterios funcionales.
El blanco y los grandes vanos, como en otras ocasiones, son caracter¨ªsticos del conjunto de construcciones centrales, mientras que en el Museo de la Ciencia hay una apuesta por el ladrillo. Como explica el propio arquitecto, 'el Kutxaespacio se ha construido a partir de una edificaci¨®n anterior realizada en ese material; he tratado de que el a?adido mantenga una armon¨ªa y una continuidad, que no haya estridencias'.
Ese gusto por la ausencia de 'ruido' en la incorporaci¨®n de sus aportaciones (eso s¨ª, sin perder la personalidad propia de cada dise?o) se puede encontrar en los pabellones de Chillida-Leku, la ¨²ltima de las colaboraciones entre ambos creadores. El arquitecto donostiarra ha trabajado en la restauraci¨®n del caser¨ªo donde se exhibe la colecci¨®n de piezas m¨¢s peque?as de Chillida, en la ordenaci¨®n del jard¨ªn, y tambi¨¦n en el dise?o de los edificios que albergar¨¢n el archivo, la biblioteca, el auditorio, la tienda y las oficinas del museo.
La colaboraci¨®n con el escultor no es nueva. Ah¨ª est¨¢n, por ejemplo, sus aportaciones en la instalaci¨®n del Homenaje a Fleming en el paseo de la Concha, o la adaptaci¨®n del espacio en la antepuerta de la Universidad de Helsinki.
Otro de los aspectos en los que ha destacado Joaqu¨ªn Montero es en la urbanizaci¨®n de espacios p¨²blicos. Ya en los a?os ochenta renov¨® la plaza de la Verdura de Tolosa, o las plazas del Ayuntamiento y del Sagrado Coraz¨®n en Azkoitia, en un tiempo en el que estos municipios emblem¨¢ticos apostaron por rehabilitar sus cascos hist¨®ricos.
Dentro de este campo de trabajo, la ¨²ltima aportaci¨®n ha sido la rehabilitaci¨®n de la Herriko Plaza de Barakaldo, operaci¨®n no exenta de pol¨¦mica a causa de distintos problemas con las empresas constructoras que retrasaron la finalizaci¨®n de los trabajos. Al final, Barakaldo cuenta con ese lugar de encuentro de los vecinos que se prolonga en el paseo de los Fueros, tambi¨¦n urbanizada por el arquitecto.
![Vista general de la Herriko Plaza de Barakaldo, uno de los proyectos urban¨ªsticos del arquitecto guipuzcoano.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/E2YCMPWKP3YSQJXL5GZGRZBPEE.jpg?auth=c016c7ffcc3c77c7276bc92bbcbadd4c5aaf5f92bd623631becb1906da4da18e&width=414)
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