Una fuga para escapar de su destino

Christian, el ni?o de 12 a?os que desapareci¨® en la ma?ana del pasado viernes en la estaci¨®n de Pr¨ªncipe P¨ªo, quiso romper con todos los lazos que le un¨ªan a sus padres. Harto de ser un reclamo para pedir en lugares p¨²blicos, el chaval, calificado como 'muy buen estudiante' por las personas que lo conocen, decidi¨® poner tierra de por medio y abandonar a sus progenitores ante lo que estaba sufriendo. Huy¨® y se lanz¨® a la aventura. Dos agentes de la Agrupaci¨®n de Tr¨¢fico de la Guardia Civil lo encontraron, el mismo d¨ªa de su desaparici¨®n, en el kil¨®metro 12 de la carretera de Extremadura (N-V), a la altura de Alcorc¨®n. Desde entonces ha permanecido ajeno al dolor que pasaban sus padres, Isabel Castro Pons y Manuel Ara¨²jo Ferreira, cobijado en el centro de atenci¨®n de menores que tiene la Comunidad en el distrito de Hortaleza.

La historia de Christian comenz¨® alrededor de las diez de la ma?ana del pasado viernes. Estaba sentado con su madre en un banco de la glorieta de San Vicente, junto a los autobuses interurbanos que salen desde Pr¨ªncipe P¨ªo hacia Alcorc¨®n. Jugaban a las cartas, cuando el adolescente le dijo a su madre que se alejaba para orinar en una pradera que hay justo detr¨¢s de la plaza. La progenitora, ajena a las pretensiones de su hijo, no le puso ning¨²n reparo. Christian aprovech¨® ese descuido para huir, y la mejor forma de salir de la capital era la cercana carretera de Extremadura. En ese momento, el ni?o no llevaba ni documentaci¨®n ni dinero.

La voz de alarma salt¨® pasadas dos horas, cuando Isabel Castro se preocup¨® porque su hijo no regresaba. La mujer estaba lesionada de un tobillo y caminaba con mucha dificultad. Las horas pasaban y el peque?o Christian no regresaba, por lo que los padres decidieron denunciar el caso en la comisar¨ªa de Moncloa-Aravaca.

Descripci¨®n f¨ªsica

Seg¨²n consta en dicha denuncia, el ¨²nico hijo de la pareja vest¨ªa pantalones de tela, camiseta gris con la leyenda 'Mallorca', zapatillas azules y una chaqueta reversible de color verde y naranja. Tambi¨¦n se daba su descripci¨®n f¨ªsica: mide 1,55 metros; es de complexi¨®n fuerte y tiene el pelo corto y liso de color casta?o; los ojos, marrones.

La principal dificultad con que se top¨® la polic¨ªa para su localizaci¨®n es que la familia carec¨ªa de fotograf¨ªas del chaval. Se distribuy¨® su descripci¨®n por todas las comisar¨ªas y a los coches patrulla. Los motoristas de Seguridad Ciudadana tambi¨¦n recibieron la orden de b¨²squeda de Christian. Todo fue en vano. La familia decidi¨® salir en radio y televisi¨®n para recuperar a su hijo cuanto antes. Pensaban que alg¨²n desaprensivo le hab¨ªa secuestrado y se lo hab¨ªa llevado fuera de Madrid. 'Es un chico muy abierto que, en cuanto alguien le dice algo, se marcha con ¨¦l', repet¨ªa la madre a los periodistas.

Sin embargo, algo fallaba en esta historia. El ni?o hab¨ªa dicho a sus padres que se quer¨ªa marchar a Zaragoza, la ciudad donde vive, porque all¨ª estaban sus amigos y su colegio, el Cant¨ªn y Gamboa. Los progenitores le pidieron que esperara hasta el lunes porque ten¨ªan que arreglar unos papeles del empadronamiento y la Seguridad Social del padre.

Cuatro horas despu¨¦s de haberse fugado, dos agentes de la Agrupaci¨®n de Tr¨¢fico hallaron al joven andando junto el nudo que une la M-40 con la N-V y la carretera de los pantanos. Tras preguntarle ad¨®nde iba, los guardias civiles lo recogieron y lo llevaron a su destacamento en M¨®stoles. Desde all¨ª avisaron a la Fiscal¨ªa de Menores, que orden¨® su ingreso inmediato en un centro de menores de la Comunidad. ?sta dispone ahora de su tutela.

El ni?o explic¨® a los trabajadores sociales que hab¨ªa huido de sus padres porque ¨¦stos le obligaban a mendigar y ¨¦l no quer¨ªa hacerlo. Fuentes pr¨®ximas al chaval explicaron que ya hab¨ªa estado internado en centros de otras comunidades aut¨®nomas por pedir en la calle. 'En Zaragoza no le han detenido nunca por pedir, pero el padre, por ejemplo, se colocaba en la plaza de Espa?a [el centro de la capital ma?a] para mendigar. Se pon¨ªa en cruz y comenzaba a temblar. As¨ª se sacaba un past¨®n', explic¨® una persona cercana al muchacho.

Ajenos a todo

La familia no supo de todas las peripecias de su chaval hasta ayer, martes. Los trabajadores sociales de la Comunidad y la Guardia Civil comunicaron a la comisar¨ªa de Moncloa-Aravaca que el peque?o estaba bajo la custodia de los primeros. Un coche patrulla se acerc¨® a mediod¨ªa a la estaci¨®n de Pr¨ªncipe P¨ªo para avisar a la familia de la nueva residencia de Christian. Los padres se alegraron de la buena nueva. Su hijo estaba a salvo y, en definitiva, todo era una chiquiller¨ªa de un ni?o que quiso irse a Zaragoza.

La sorpresa para la pareja lleg¨® despu¨¦s de visitarlo en el centro de menores de Hortaleza. Entraron contentos. Tras cinco d¨ªas sin verlo, pod¨ªan recuperar a su hijo. Nada m¨¢s lejos de la realidad. El chiquillo les asegur¨® que se encontraba muy bien atendido en el centro y que no quer¨ªa volver con ellos. Prefer¨ªa seguir internado hasta que la Fiscal¨ªa de Menores y la Comunidad de Madrid decidieran su futuro.

Isabel y Manuel salieron llorando del centro, desconsolados por la decisi¨®n de Christian. El chaval, conocedor de lo que le esperaba, prefiri¨® no estar con ellos. Al menos, de momento