PHotoEspa?a inicia su cuarta edici¨®n con una multitud de miradas sobre el Sur
Eggleston, Koudelka, Pam, Gursky o Corbijn, entre los autores de las m¨¢s de 60 muestras
La envergadura del certamen es el resultado del apoyo de numerosas entidades patrocinadoras y de la participaci¨®n institucional del Ayuntamiento de Madrid y del Ministerio de Educaci¨®n, Cultura y Deportes, y de una multitud de galer¨ªas privadas que programan durante este tiempo a fot¨®grafos en sus salas. Alberto Anaut, director de PHotoEspa?a, se refiri¨® ayer al esfuerzo colectivo que ha permitido que, en s¨®lo cuatro ediciones, el festival se haya consolidado como una de las citas internacionales m¨¢s relevantes del panorama fotogr¨¢fico.
En esta edici¨®n ha sido Oliva Mar¨ªa Rubio la que ha llevado las riendas de la direcci¨®n art¨ªstica, asesorada por tres comisarios invitados: Alejandro Castellote (responsable del festival en sus tres ¨²ltimas ediciones), Christian Caujolle y Pablo Ortiz Monasterio. No es f¨¢cil que las m¨¢s de 60 exposiciones se ajusten a un tema ¨²nico, pero la propuesta de esta edici¨®n, y de las dos pr¨®ximas, gira en torno a la cuesti¨®n de la identidad. Esta vez, la idea ha sido la de sumergirse en un espacio muy gen¨¦rico, el del Sur, para explorar las distintas maneras con que los fot¨®grafos se acercan a esas coordenadas territoriales para dar cuenta de problemas que suelen asociarse a esos ¨¢mbitos. El ruido entre centro y periferia, por ejemplo, o el conflicto entre mestizaje y globalizaci¨®n. En la presentaci¨®n de PHotoEspa?a, Oliva Mar¨ªa Rubio coment¨® que uno de los retos era romper estereotipos. Y es que son muchas las maneras de abordar ese m¨ªtico territorio del Sur. No s¨®lo es el Sur el mundo ed¨¦nico del calor y de la vida f¨¢cil y despreocupada, ni tampoco es donde se concentran exclusivamente la pobreza y la miseria.
Galer¨ªas privadas Como en anteriores ediciones, otra vez es el eje de la Castellana el que concentra las citas de mayor relieve, y diseminadas en torno a ¨¦ste se ofrece otra multitud de muestras. De las 35 exposiciones de la secci¨®n oficial, 23 de ellas se han realizado espec¨ªficamente para PHotoEspa?a. Las galer¨ªas privadas, en el llamado Festival Off, aportan unas 30 muestras.
Ayer, que arrancaba oficialmente el festival, aunque algunas de sus convocatorias lleven ya un tiempo abiertas al p¨²blico (la antolog¨ªa de Robert Frank en el Reina Sof¨ªa, por ejemplo), fueron varias las exposiciones que abrieron sus puertas. En algunas de ellas, sin duda, el peso del Sur es indiscutible; en otras, la propuesta resulta m¨¢s ajena. Ya sean sus muestras de mayor o menor envergadura, se podr¨¢n ver fotograf¨ªas de maestros como Miguel R¨ªo Branco, Mimmo Jodice, Fox Talbot, Josef Koudelka, Duane Michals, Cartier-Bresson, Gabriele Basilico, William Wegman, Andreas Gursky, Joan Fontcuberta, Oriol Maspons, Anton Corbijn o John Waters, entre otros muchos.
La organizaci¨®n propuso ayer, como disparo de salida del certamen, un paseo por la Castellana. Lugar de partida, la Torre Caja Madrid, donde conviven las im¨¢genes de Christine Spengler con las del madrile?o Juan de Sande.
'Nuestro sue?o es cruzar la frontera, trabajar y ganar dinero para poder vivir bien con la familia que tengamos'. Eso dicen las letras en tiza sobre la pizarra que sostiene una pareja en una de las fotos que Martin Weber ha reunido en la estaci¨®n de metro de Recoletos, y que recogen un trabajo sobre los sue?os de las gentes de Latinoam¨¦rica.
En la Casa de Am¨¦rica se visitaron dos muestras; las dos, ¨ªntimamente relacionadas con el Sur. Una colectiva de fot¨®grafos argentinos, en la que destacan las originales im¨¢genes de Esteban Pastorino, y una selecci¨®n del viaje en el que se ha sumergido el guatemalteco Daniel Hern¨¢ndez-Salazar para recuperar la memoria de la brutal historia de su pa¨ªs desde que en 1954 'un golpe de Estado auspiciado por la CIA', como dijo, tumbara al Gobierno democr¨¢ticamente elegido y sumergiera al pa¨ªs en una larga y dolorosa guerra.
En el C¨ªrculo de Bellas Artes, tres exposiciones. La de William Eggleston, un maestro de la fotograf¨ªa en color, propone un fascinante recorrido por el sur de Estados Unidos, ese sur que otro William (Faulkner) llev¨® con todas sus contradicciones a la literatura. Dislocaci¨®n es el t¨ªtulo que re¨²ne toda una pluralidad de registros de fot¨®grafos que trabajan en Sur¨¢frica. Por ¨²ltimo, Fran Herbello da cuenta de su personal¨ªsima manera de acercarse al cuerpo humano.
El Jard¨ªn Bot¨¢nico fue el final del trayecto del paseo matutino (por la tarde se visitaron otras muestras). Inauguraci¨®n oficial con la infanta Elena y la ministra, que recorrieron el asombroso mundo del australiano Max Pam, guiados por el propio fot¨®grafo. La mirada de un maestro que, sobre todo, descubre y reinventa distintos lugares de Asia. Navia, en la sala vecina, exhibe su particular y literaria manera de acercarse a Portugal y a sus huellas por todo el mundo.
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