Buffon, apaleado por la polic¨ªa
El portero del Parma asegura haber sido golpeado por los 'carabinieri' en una autopista italiana tras un incidente de tr¨¢fico
Definitivamente, el surrealismo se ha apoderado del f¨²tbol italiano. Un nuevo hecho policial, de ribetes casi incre¨ªbles, se suma a la ya bastante castigada salud del calcio. Gianluigi Buffon, portero del Parma y de la selecci¨®n italiana, fue detenido y golpeado por una decena de polic¨ªas mientras regresaba desde Florencia tras el partido del pasado mi¨¦rcoles en el que su equipo perdi¨® la Copa de Italia a manos del Fiorentina. Los hechos sucedieron en la autopista que une Parma con Florencia.
Buffon viajaba en su coche acompa?ado de un hincha amigo suyo. Para ganar algo de tiempo decidi¨® seguir de cerca a la columna de autobuses que transportaban a los aficionados del Parma, ya que iban escoltados por la policia. Cerca de un peaje, Buffon decidi¨® adelantar a la columna y fue entonces cuando le detuvo la polic¨ªa. Seg¨²n lo relatado por el jugador, los polic¨ªas le ordenaron descender del veh¨ªculo con malos modos. Acto seguido se inici¨® una fuerte discuci¨®n, tras la cual, siempre seg¨²n la versi¨®n de Buffon, los agentes le empujaron, le dieron patadas y le golpearon con las porras hasta que le reconocieron.
Al tiempo que narraba los hechos, Buffon asegur¨® que para ¨¦l se trataba de un "caso cerrado" y que no pensaba denunciar a sus agresores. ?Por miedo, quiz¨¢, a las represalias?, le pregunt¨® un periodista. "No", respondi¨®, "sino porque no quiero entrar otra vez en pol¨¦micas. Ya tuve demasiadas".
En efecto, el guardameta, de 24 a?os, ha vivido ya unos cuantos episodios pol¨¦micos. En septiembre del 99, Buffon, para incitar a los suyos, escribi¨® sobre la camiseta que llevaba bajo su jersey de portero la siguiente leyenda: Boia chi molla (Verdugo al que afloja). La frase era nada menos que el grito de guerra preferido por Mussolini y sus camisas negras. Nadie lo habr¨ªa notado de no ser porque el guardameta se present¨®, despu¨¦s del partido, ante las c¨¢maras y ense?¨® la camiseta. Buffon se defendi¨® diciendo que no ten¨ªa ni idea de las implicaciones hist¨®ricas de aquello que hab¨ªa escrito y que la frase era muy com¨²n en el dialecto de su regi¨®n. En noviembre del a?o pasado sali¨® al campo para enfrentarse al Valencia en la Champions con el n¨²mero 88 a la espalda, lo que seg¨²n ¨¦l representaba los atributos masculinos que ser¨ªan necesarios para que su equipo venciera. Pero la comunidad jud¨ªa italiana hizo sentir su en¨¦rgica protesta al ser el 88 el n¨²mero que los neonazis alemanes usan para decir "heil Hitler"(ya que la h es la octava letra del alfabeto).
Desde aquellas fechas hasta el pasado mi¨¦rcoles, las cosas hab¨ªan mejorado para Gianluigi Buffon, que todas las ma?anas acude a cumplir con el servicio civil (que eligi¨® en lugar del militar) en una comunidad de recuperacion de drogodependientes y realiza diversas obras de caridad. En Kenia se han construido ya dos hospitales con el apoyo econ¨®mico suyo y de otras personalidades.
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