La presencia de Sime¨®n II revoluciona la pol¨ªtica de Bulgaria
El rey se perfila como vencedor en las elecciones legislativas de ma?ana
Esta pugna ha saltado hecha a?icos con la irresistible ascensi¨®n del Movimiento Nacional Sime¨®n II (MNSII). Los sondeos demosc¨®picos coinciden en que ser¨¢ la coalici¨®n m¨¢s votada en las elecciones parlamentarias de ma?ana. Los analistas pol¨ªticos viven un momento de auge en Sof¨ªa. En los diferentes institutos dedicados a estudiar la realidad pol¨ªtica y social de Bulgaria, no dan abasto a la hora de atender las consultas para intentar explicar el fen¨®meno Sime¨®n.
Resulta dif¨ªcil explicar por qu¨¦ el Gobierno de derecha de la Uni¨®n de Fuerzas Democr¨¢ticas (UFD), que parece haber hecho bien los deberes -ha cosechado buenas notas con las cifras macroecon¨®micas de Bulgaria y cuenta con la bendici¨®n de organismos internacionales como la OTAN y la UE-, va a perder m¨¢s de un 20% de votos si los sondeos aciertan.
Sime¨®n levant¨® en dos meses su Movimiento Nacional, que es el nombre de su coalici¨®n en b¨²lgaro y que ¨¦l prefiere traducir en espa?ol como Alianza Nacional para evitar enojosas asociaciones sem¨¢nticas. De nada valieron los intentos de los competidores de Sime¨®n para impedir el registro de la coalici¨®n y tratar de que no concurriese en los comicios de ma?ana. Al final, los tribunales le dieron la raz¨®n al zar. Los ataques contra Sime¨®n se han acumulado en los medios de comunicaci¨®n de Bulgaria estas semanas. Lo acusaron de mujeriego y lud¨®pata, de agente de los antiguos servicios secretos sovi¨¦ticos del KGB, de hombre de la mafia rusa y hasta de estar apoyado por elementos del submundo criminal de Bulgaria.
Nada de esto parece haber surtido efecto. Cual si estuviese recubierto de una capa de tefl¨®n, las acusaciones resbalan sobre el zar, o el ciudadano Sime¨®n Sajonia-Coburgo, como prefieren llamarlo sus detractores, deseosos de rebajarlo a la condici¨®n de un pol¨ªtico cualquiera.
Sime¨®n no se presenta como candidato a la elecci¨®n de ma?ana. No figura en las listas m¨¢s que en el encabezamiento que da nombre a la coalici¨®n y no ocupar¨¢ un esca?o en el futuro parlamento. Tampoco ha revelado nada sobre sus intenciones y no se ha pronunciado sobre si ocupar¨¢ el puesto de primer ministro, si lo permite el resultado electoral. El antiguo rey intenta pulir su imagen de estadista, de figura incuestionable por encima del bien y del mal, y parece haber reducido su mensaje pol¨ªtico a simples f¨®rmulas como '?conf¨ªen en m¨ª!' y 'honestidad en todo'.
El polit¨®logo Iv¨¢n Krastev explica que la irrupci¨®n de Sime¨®n en la pol¨ªtica b¨²lgara 'equivale a un terremoto de 9 grados en la escala de Richter'. Dice Krastev que la pol¨ªtica de ajuste llevada adelante por el Gobierno de la UFD y los anteriores provocaron la destrucci¨®n de las clases medias creadas durante el comunismo. La p¨¦rdida de ingresos y de estatus de esos sectores ha creado, seg¨²n Krastev, una situaci¨®n nueva: 'Hasta ahora, el profesor sin trabajo votaba como un profesor; ahora, el profesor sin trabajo va a votar como un parado'.
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