El ex rey Sime¨®n II habr¨ªa obtenido el 42,1% de los votos seg¨²n los primeros datos
Bulgaria acude a las urnas tras una campa?a marcada por la irrupci¨®n del ex monarca
Alrededor de 6,3 millones de votantes b¨²lgaros han acudido a las urnas en una jornada electoral que ha comenzado a las 6 a.m (hora local), 5 a.m hora espa?ola, y que llega precedida por la pol¨¦mica y las sorpresas de ¨²ltima hora.
El protagonista ha sido el Movimiento Nacional Sime¨®n II (MNSII), auspiciado por el antiguo monarca de Bulgaria, que encabeza, para sorpresa de muchos e irritaci¨®n de otros, los sondeos a pie de urna citados por la televisi¨®n estatal b¨²lgara.
La Alianza simeonista obtendr¨ªa el 40% de los votos, lo que la acercar¨ªa a la mayor¨ªa absoluta y doblar¨ªa los votos de su inmediato seguidor, la gubernamental Fuerzas Democr¨¢ticas Unidas, que obtiene entre el 21 y el 23%.
El rey Sime¨®n, que dirig¨ªa una consultor¨ªa en Madrid antes de entrar en pol¨ªtica en abril de este a?o, no se presenta como candidato para los 240 miembros del Parlamento. Tampoco ha dicho c¨®mo ve su futuro si su coalici¨®n gana, si como primer ministro o como patriarca en las bambalinas.
Pero a pesar de todas estas incertidumbres, todas las encuestas de opini¨®n dan como vencedor al Movimiento Nacional de Sime¨®n II, muy por delante del partido de centro derecha, la Uni¨®n de Fuerzas Democr¨¢ticas (UFD) y el Partido Socialista B¨²lgaro (PSB).
"He votado por la democracia", ha dicho el gran favorito al ejercer su derecho al sufragio esta ma?ana en un barrio perif¨¦rico de Sof¨ªa. "Mostr¨¦monos dignos ante el mundo entero, que mira hacia Bulgaria", ha a?adido.
La mayor¨ªa de los seguidores de Sime¨®n reclaman una "tercera fuerza" pol¨ªtica tras haber perdido la esperanza de una vida mejor despu¨¦s de la ¨²ltima d¨¦cada en la que se han alternado los gabinetes de la UFD y del PSB.
Una de las preguntas principales de estas elecciones es si el partido de Sime¨®n obtendr¨¢ suficientes votos como para conseguir una mayor¨ªa estable en el Parlamento gracias a la uni¨®n de sus votos con los del movimiento ¨¦tnico turco, del que se espera que supere con tranquilidad la barrera del cuatro por ciento. Ambos partidos han expresado su deseo de formar una coalici¨®n en caso de necesitarla.
No se sabr¨¢ hasta que se den los resultados finales, que se anunciar¨¢n cuatro d¨ªas despu¨¦s de las elecciones, aunque los primeros resultados se sabr¨¢n poco despu¨¦s de que se cierren las urnas, a eso de las 7 p.m (hora local), 6 p.m hora espa?ola.
Sime¨®n, la vuelta del zar
Expulsado de Bulgaria cuando era un ni?o tras el refer¨¦ndum que aboli¨® la monarqu¨ªa en 1946, Sime¨®n fue declarado rey al morir su padre Boris III en 1943. Ahora, con 64 a?os reci¨¦n cumplidos, el zar, tal como casi todos le llaman, ha prometido continuar con los esfuerzos que logren llevar a su pa¨ªs a ingresar en la Uni¨®n Europea as¨ª como en potenciar las reformas, pero ha dejado muy claro que su prioridad est¨¢ en mejorar el nivel de vida de los empobrecidos b¨²lgaros.
"He elegido el camino del auto-sacrificio", dijo Sime¨®n en su ¨²ltimo llamamiento el viernes. "Ha llegado el tiempo del cambio". Una de las bazas esgrimidas por Sime¨®n para conseguir votantes ha sido la promesa de terminar de ra¨ªz con la corrupci¨®n que impera en las altas esferas del poder en su pa¨ªs.
Precisamente han sido las acusaciones de soborno las que han minado la popularidad del primer ministro, Ivan Kostov de la UFD, el mismo que ha acusado a Sime¨®n de "populismo salvaje". "Nunca antes nos habiamos enfrentado a un rival como este, alguien que muestra tal arrogancia y descaro", dijo Kostov en su ¨²ltima aparici¨®n en campa?a, irritado ante la imparable subida de su rival. Kostov, que ha pedido a los electores otra legislatura para trasladar la estabilidad macroecon¨®mica lograda a unos beneficios tangibles, ha expresado su malestar durante la campa?a ya que ha visto c¨®mo ¨¦sta se le escapaba a pesar de que su partido ha conseguido estabilizar las finanzas, contener la inflaci¨®n, lograr una invitaci¨®n por parte de la UE para comenzar las conversaciones como futuro miembro y alcanzar un crecimiento econ¨®mico estable.
Pero no ha sido suficiente pues sus conciudadanos son uno de los m¨¢s pobres de Europa, un pa¨ªs donde el desempleo alcanza el 18% y la renta per c¨¢pita es tan solo de 1.500 d¨®lares al a?o. Y la gente est¨¢ cansada. Como dec¨ªa un taxista, "realmente no creo en Sime¨®n, pero le votar¨¦. Estamos desesperados, es nuestra ¨²ltima esperanza".
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