Al asalto de las cajas

A comienzos de semana ha tenido lugar el en¨¦simo episodio en el largo, penoso, tortuoso proceso de fusi¨®n de El Monte y la Caja San Fernando, las dos Cajas sevillanas, o mejor, las dos Cajas de Andaluc¨ªa Occidental, porque son el resultado de las previas fusiones con las correspondientes a las provincias de Huelva y C¨¢diz. Los respectivos Consejos de Administraci¨®n de la Caja San Fernando y de El Monte se han reunido en sendas convocatorias que provienen, no de la voluntad de sus propios ¨®rganos, como ser¨ªa lo habitual, lo normal, lo legal, sino que vienen ?impuestas! por la Consejera Magdalena Alvarez (efectivamente, otra vez la de los vuelos 'gratis total' en Aviaco e Iberia). Claro que si nos fijamos en el Orden del D¨ªa de esas reuniones, comprenderemos el por qu¨¦ de ese atropello a las m¨¢s elementales normas de prudencia jur¨ªdica y de decencia pol¨ªtica: la renovaci¨®n de cargos del Consejo de Administraci¨®n (l¨¦ase la destituci¨®n, la lapidaci¨®n o simplemente la eliminaci¨®n pol¨ªtica de los respectivos presidentes de dichos ¨®rganos, Juan Manuel L¨®pez Benjumea e Isidoro Beneroso).

Por supuesto, los Consejos de Administraci¨®n de la Caja y El Monte han hecho una pedorreta (perd¨®n por la expresi¨®n, pero es la ¨²nica que define con exactitud la respuesta de L¨®pez Benjumea y de Beneroso) a Chaves y a Magdalena Alvarez, y han rechazado la renovaci¨®n de cargos hasta que se produzca la fusi¨®n de ambas Cajas. ?A quien, en su sano juicio, se le puede ocurrir que en mitad de un complejo, laborioso y delicado proceso de fusi¨®n de dos entidades financieras, que administran los ahorros y los cr¨¦ditos de cientos de miles de andaluces, haya que cambiar a quienes est¨¢n dirigiendo esa operaci¨®n?

El pecado de L¨®pez Benjumea y de Beneroso ha sido atender los intereses de las Cajas antes que los intereses del PSOE-A y del Gobierno socialista de la Junta de Andaluc¨ªa. Chaves y Magdalena ?lvarez han intentado mangonear en la Caja San Fernando y en El Monte (como han intentado hacer en La General, y en Unicaja, y en la Caja de Ja¨¦n, y en CajaSur...) durante el proceso de fusi¨®n, con la nada oculta intenci¨®n de colocar a sus fieles (L¨®pez Benjumea y Beneroso ya no lo son) y de establecer un f¨¦rreo control sobre estas entidades financieras, de modo que las Cajas sirvan antes a los intereses pol¨ªticos, econ¨®micos (?recuerdan el esc¨¢ndalo del pr¨¦stamo impagado y no reclamado de la Caja de Jerez a Manuel Chaves?) y financieros del PSOE-A que a los intereses generales de Andaluc¨ªa y a los intereses particulares de los impositores.

De momento, a L¨®pez Benjumea y a Beneroso los han suspendido de militancia en el PSOE-A. Curiosa circunstancia, ?no? O sea, que (seg¨²n la torcida interpretaci¨®n del PSOE) incumplen una ley, y la sanci¨®n no es la que corresponder¨ªa a un incumplimiento legal (el Juzgado de Guardia, o la que sea), sino la suspensi¨®n de militancia del partido pol¨ªtico que lo puso en el cargo. ?No huele a podrido?

Si hay algo que est¨¢ quedando meridianamente claro en todo este esc¨¢ndalo es que Chaves manda bastante menos de lo que ¨¦l mismo pensaba y de lo que muchos pens¨¢bamos. Que dos afiliados del PSOE-A (aunque sean ilustres, poderosos o simplemente independientes) le hagan al secretario general una pedorreta tan sonora como dolorosa significa, de un lado, que el poder del dinero suscita adhesiones m¨¢s inquebrantables que el poder del partido pol¨ªtico; y de otro lado significa que en el seno del PSOE-A existe una crisis larvada, profunda, enquistada, que no ser¨¢ f¨¢cil superar.

Y lo que es de aurora boreal es la pat¨¦tica, infantil y rid¨ªcula actitud del otrora todopoderoso (le llegaron a llamar 'megat¨®n') Zarr¨ªas: echarle las culpas a la oposici¨®n y a los empresarios (cuyas posturas en esta materia son coincidentes con las de las Cajas). Por cierto, que uno cre¨ªa superados los tiempos en que desde las instancias p¨²blicas se pod¨ªa amenazar impunemente; pero las palabras amenazantes y la actitud cuasi fascista de Mar¨ªa del Mar Moreno (ha llegado a decir textualmente 'los d¨ªas de L¨®pez Benjumea y de Beneroso est¨¢n contados') son m¨¢s propias de una dictadura que de un pa¨ªs democr¨¢tico como el nuestro.

Hace unos meses, desde estas mismas l¨ªneas y hablando de este mismo tema (?lo que los andaluces llevamos aguantado!) le preguntaba a Chaves cu¨¢ndo pensaba cesar a una Consejera achicharrada, quemada, inutilizada por su propia soberbia y prepotencia. Hoy, esa pregunta ya no tiene sentido: todo el PSOE-A, empezando por Chaves, est¨¢ desautorizado.

Ahora, para papel¨®n, el de S¨¢nchez Monteseir¨ªn: orejas gachas, bajada de pantalones ante 'el Partido'... y a los intereses de los sevillanos, ?que les vayan dando!

?Cu¨¢nto tiempo llevamos hablando y cu¨¢nto tiempo m¨¢s seguiremos hablando de esc¨¢ndalo en la fusi¨®n de las Cajas andaluzas? Y, sobre todo ?a qui¨¦n le podremos pedir responsabilidades por el da?o que este esc¨¢ndalo est¨¢ produciendo al sector financiero andaluz y a la econom¨ªa andaluza?