Corpus
El pasado domingo, la coincidencia de la procesi¨®n del Corpus con la salida de la Cabalgata del Ninot cre¨® un peque?o retraso en el programa festivo alicantino. Nada grave, claro est¨¢, pero resultaba curioso contemplar inmaculadas filas de ni?os ataviados de blanco eucar¨ªstico, mientras las aceras se poblaban de grupos incontrolados de charangas disfrazados de todo lo imaginable, desde vacas locas a indios del salvaje oeste. Nadie sabe hasta qu¨¦ punto resulta conciliador y sorprendente que una tradici¨®n eminentemente religiosa conviva sin perjuicio con una celebraci¨®n popular y l¨²dica como las Fogueres de Sant Joan. Recurriendo una vez m¨¢s a la Historia se podr¨¢ comprobar c¨®mo en los a?os de afianzamiento y mayor esplendor de la fiesta del fuego, la llamada Edad de Oro de aquellos gloriosos 30 de Jos¨¦ Amat, Lorenzo Aguirre, Manolo Baeza, Gast¨®n Castell¨® y Amparito Quereda, las manifestaciones religiosas pasaron a mejor vida por imperativos tan obvios como la llegada de la II Rep¨²blica y la voluntad de un alcalde, Lorenzo Carbonell, de gran calado popular que, pese a todo, supo intervenir con energ¨ªa para que la reliquia de la Santa Faz no fuese objeto de extorsi¨®n. Tras la contienda civil, la Jefatura de Propaganda del Movimiento en Alicante crey¨® conveniente la restauraci¨®n de la fiesta, pero llen¨¢ndola de una p¨¢tina de nacional-catolicismo e imponiendo sus s¨ªmbolos en carteles, llibrets y estandartes. La concatedral de San Nicol¨¢s era un lugar de obligado cumplimiento para las gentes de la fiesta que homenajeaban bajo su b¨®veda a la patrona y a San Juan Bautista. Incluso en 1943, la enorme influencia religiosa permiti¨® que la celebraci¨®n del Corpus Christi alterara completamente las jornadas festivas, desplazando la tradicional noche de la crem¨¤ del 24 de junio al d¨ªa 29.
Pese a todo, la procesi¨®n del Corpus adquiri¨® luego una irrelevancia que la Associaci¨® d'Estudis Folcl¨°rics ha tratado de restaurar con imaginaci¨®n y rigor. Sin duda, es toda una conquista de la modernidad y del buen entendimiento que ni?as con vestido de pomposa transiten junto a Toro Sentado por la Rambla alicantina.
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