Justa victoria
Con toda la justicia del mundo, con un brazo de hierro demoledor, el Bar?a recupera la hegemon¨ªa del baloncesto espa?ol. Cierto que no ha sido un paseo, afortunadamente, pero la diferencia entre ambos equipos ha sido la suficiente como para que la final se haya liquidado en tres partidos. Confiado por la ventaja que tra¨ªa de Barcelona, los azulgrana jugaron su mejor partido en Madrid. Concentrados desde el principio, defensivamente asifixiantes y siempre con un jugador manteniendo la constante anotadora. Navarro fue el primero que dio un paso al frente (le hemos echado de menos), luego le relev¨® Karnisovas, en el segundo cuarto apareci¨® ?Savic! haciendo mucho da?o, para terminar el trabajo el rutilante y talentoso Gasol, que nos brind¨®, qui¨¦n sabe si en su ¨²ltimo partido en Europa, una actuaci¨®n maravillosa, dejando movimientos para el recuerdo, como cuando se larg¨® de la pegajosa defensa de Milic (ultima baza defensiva que jug¨® Scariolo para pararle) quebr¨¢ndole con una finta, se cruz¨® el campo botando y cuando Zidek acudi¨® a la ayuda, le dio una asistencia a Due?as. Precisamente con el gigante blaugrana form¨® una pareja demoledora. Juntos en el tercer cuarto completaron el mazazo definitivo que dej¨® al Madrid desnudo, desesperado y con la ¨²nica v¨ªa posible de una remontada ¨¦pica que por supuesto no complet¨®. Gasol-Due?as han resultado una pareja inaccesible para el Madrid y una de las razones b¨¢sicas de su r¨¢pido ¨¦xito.
Del Madrid, poco que decir y casi todo malo. Ning¨²n pero a su empe?o, a su intensidad emocional, a las ganas que le ech¨® en la b¨²squeda de un imposible. Su problem¨¢tica no va por ah¨ª, pues su ¨¦tica laboral es intachable.
Pero no se puede ganar un campeonato perdiendo m¨¢s de veinte balones por partido. No se puede doblegar a un Barcelona si no les haces da?o desde la distancia, porque por dentro, por mucho que el n¨²mero absoluto de rebotes diga lo contrario, Due?as, Gasol, Savic, Rentzias y compa?¨ªa hacen mucho da?o. La realidad, la cruda realidad, es que en este Real Madrid 2000-2001, hay varios jugadores que no tienen la categor¨ªa para jugar en el Madrid. Cierto que el Barcelona, sobre todo en los dos primeros partidos, no se ha mostrado tan superior, pero lo frustante para el Madrid es que ni en las buenas oportunidades ha sabido responder. Ahora que las cuentas sonr¨ªen con la venta de la Ciudad Deportiva, no estar¨ªa de m¨¢s que se gastasen unos millones en dotar a su equipo de baloncesto de un mayor talento. Porque al final, si sumamos el talento de un equipo y otro, gana el Bar?a. Como ha pasado en la final.
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