Sobrevivir al napalm
Kim Phuc, protagonista de la m¨ªtica foto de Vietnam, lucha por defender a los menores v¨ªctimas de conflictos
Nick Ut hab¨ªa llegado en 1965 a la oficina de Associated Press en Saig¨®n sin saber agarrar una c¨¢mara. Poco a poco se fue curtiendo y el 8 de junio de 1972 se encontraba en la Carretera N¨²mero 1, que enlazaba Vietnam con Camboya y era la m¨¢s bombardeada del mundo, cerca del poblado de Trang Bang. Dos aviones estadounidenses acababan de lanzar varias bombas de napalm para desalojar a los vietcongs instalados en el pueblo. Una espesa cortina de humo cubr¨ªa la carretera y delante de ella se situaban varios soldados.
Nick Ut apunt¨® con su c¨¢mara y, de repente, desde detr¨¢s de esa niebla que apestaba a gasolina quemada, aparecieron cinco ni?os corriendo. Uno de ellos era una ni?a de nueve a?os, desnuda porque sus ropas hab¨ªan sido devoradas por las bombas incendiarias. Aquella ni?a, Kim Phuc, y aquella foto, que gan¨® el Pulitzer, se convirtieron en un s¨ªmbolo del horror de la guerra y cambiaron el curso de la guerra de Vietnam. 'Siempre he pensado qu¨¦ habr¨ªa pasado conmigo si esa foto no hubiese sido tomada. Seguramente hubiese muerto', dijo Kim Phuc ayer en Madrid. Sonriente, con un vestido rojo de lunares blancos, Phuc se refugia del calor en su habitaci¨®n, porque una gran parte de su piel abrasada no transpira. Dice que 'ha conseguido olvidar el dolor', pero las heridas -por las que permaneci¨® 14 meses en el hospital, donde sufri¨® 17 operaciones y luego volvi¨® a ser intervenida en Alemania- todav¨ªa le producen mucho da?o.
Residente en Toronto (Canad¨¢), Kim Phuc preside ahora una fundaci¨®n que lleva su nombre, The Kim Foundation International, dedicada a ayudar a los ni?os v¨ªctimas de los conflictos b¨¦licos, y es embajadora de buena voluntad de Unicef. Viaj¨® a Espa?a para presentar un proyecto fotogr¨¢fico internacional que ha apadrinado y en cuyo primer volumen, La familia (Ediciones B), aparece la famosa foto de Ut y otra posterior, de Anne Bayin, en la que abraza a su primer hijo, Thomas.
Su historia, sobre la que se han hecho documentales y varios libros, el ¨²ltimo The girl in the picture, de Denise Chong, resume una parte de la historia del siglo XX: sufri¨® la guerra de Vietnam y luego nunca pudo terminar sus estudios de medicina porque fue utilizada por la propaganda comunista, estudi¨® en Cuba (habla espa?ol con bastante fluidez) y, durante una escala en Canad¨¢, se qued¨® all¨ª con lo puesto como refugiada pol¨ªtica. 'La foto de Ut recorri¨® el mundo y no quise convertirme en alguien famoso, pero descubr¨ª que esa imagen me ha dado la oportunidad de mostrar el horror y tambi¨¦n de perdonar. Cuando veo la foto, a veces me pregunto si esa ni?a peque?a soy yo, y tambi¨¦n c¨®mo he aprendido a perdonar', se?ala Phuc ante un interlocutor que tambi¨¦n se pregunta si esta mujer sonriente, de 39 a?os, que relata un encuentro de cinco minutos con Isabel II o la lucha cotidiana con sus hijos, Thomas y Steven, para que se vayan a dormir, es aquella ni?a de la Carretera N¨²mero 1, cuyo llanto simboliza la tragedia de nuestro tiempo.
'La fuerza de esa foto est¨¢ en que cuando la gente la vio se pregunt¨® ?qu¨¦ ha pasado con esa ni?a?, ?c¨®mo los seres humanos pueden hacer eso?', dice Phuc, que, adem¨¢s de dar conferencias por todo el mundo, se dedica a fondo a su fundaci¨®n, con proyectos centrados sobre todo en los ni?os afectados por minas.
'Creo que cada uno de nosotros puede hacer algo para mostrar el valor de la paz, y a eso me dedico', sentencia, y pide a?adir una frase: 'El napalm es un arma muy poderosa; pero mi historia demuestra que una imagen puede ser m¨¢s poderosa que cualquier bomba'.
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