Fusi¨®n nocturna

Esto era el verano, cosa muy conocida, siempre sorprendente: qu¨¦ calor, dicen, enorme sorpresa repetida cada a?o. Llega la noche de San Juan y salimos a la playa a pasar la noche, porque reproducimos en las fiestas las incomodidades de los d¨ªas laborables: los primeros parques de atracciones y sus vertiginosas monta?as rusas repet¨ªan felices el traj¨ªn de los d¨ªas de trabajo, la aglomeraci¨®n y los traqueteos de los transportes p¨²blicos que llevan a la f¨¢brica o la oficina en la gran ciudad. La feria en lo que fue pueblo pescador es pasar la noche en vela, con el mar y la barca fatigosa, y en las v¨ªsperas preparamos laboriosamente la noche de diversi¨®n: celebramos reuniones, recaudamos fondos, negociamos listas de compras, alimentos y productos para enajenarnos un poco, elegimos playa (?a Burriana o a Maro?) hacia la fusi¨®n nocturna.

Existen mundos m¨¢s dif¨ªciles. Parece que el acontecimiento temporalmente esencial de la pol¨ªtica andaluza sucede ahora mismo en Sevilla, donde dos cajas de ahorros viven la agon¨ªa de querer unirse sin alcanzarlo nunca. Como todas las cosas de amor, es una cuesti¨®n incomprensible, o por lo menos peliaguda. Hay dos bandos, encarnados en los dos partidos pol¨ªticos que se disputan el poder de todo, pero los dos dicen querer lo mismo, es decir, cumplir la ley, defender los intereses del pa¨ªs y el sistema financiero andaluz. Incluso los dos anhelan la uni¨®n, la fusi¨®n. Por eso se atacan entre s¨ª ferozmente. La embestida del PP contra el PSOE moviliza a la patronal y a algunos sevillanos ahorradores. Seguidores del PSOE critican a quien apoye a los actuales presidentes de las cajas, que habr¨ªan favorecido pr¨¢cticas especulativas y cr¨¦ditos blandos para los amigos econ¨®micos y pol¨ªticos. Este argumento es el m¨¢s incomprensible, porque los presidentes de las cajas han sido socialistas siempre, pero nunca fueron desautorizados por los socialistas.

Esto era el verano, esto era la pol¨ªtica: el calor, la corrupci¨®n. La mayor cuesti¨®n pol¨ªtica que se conoce aqu¨ª es la corrupci¨®n, o por lo menos la corrupci¨®n ha motivado los choques parlamentarios m¨¢s sonoros. Los participantes en la gresca suelen enarbolar razones futbol¨ªsticas, insultos de grader¨ªo contra el equipo enemigo, y el p¨²blico ha ido desinteres¨¢ndose ante el juego de los oradores, que se han repetido mucho, sin imaginaci¨®n, deplorables. El PSOE y el PP han conseguido afanosamente nuestra indiferencia absoluta. Los dos conf¨ªan en la desmemoria general, empezando por la suya propia: los socialistas maldicen ahora a los presidentes socialistas de las cajas de Sevilla, mientras los populares defienden a los presidentes socialistas y airean corrupciones pasadas atribuibles a los presidentes socialistas.

Los partidos luchan por controlar y usar a su aire los fondos de las cajas: ¨¦sta es la consigna que acabar¨¢ prevaleciendo. Y entonces oiremos la buena nueva: ?la privatizaci¨®n total de las cajas de ahorros? Pero ahora es la noche de San Juan: bailar¨¢ en palacio la hija de Herodias, y, porque baila muy bien, su padrastro Herodes le conceder¨¢ lo que le pida. Y en las playas bebemos y bailamos, y el que puede se pierde detr¨¢s de una barca.