?xito de la endoscopia cardiaca robotizada

La cirug¨ªa cardiaca robotizada va por buen camino. Transcurrido un a?o del primer experimento piloto de cirug¨ªa endosc¨®pica en EE UU, los 19 pacientes operados de coraz¨®n siguen vivos y en buen estado. Estos resultados demuestran que es posible utilizar instrumentos endosc¨®picos para realizar intervenciones cardiacas, un procedimiento cuyas dificultades t¨¦cnicas han disuadido de su uso a los cirujanos cardiacos durante largo tiempo.

'Nuestros resultados demuestran que la parte m¨¢s dif¨ªcil del procedimiento se puede realizar endosc¨®picamente con asistencia rob¨®tica', afirma Ralph J. Damiano, jefe de cirug¨ªa cardiaca de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington, en Saint Louis (EE UU). 'El sistema rob¨®tico ha solucionado muchas de las limitaciones f¨ªsicas de la cirug¨ªa endosc¨®pica tradicional en el ¨¢mbito microquir¨²rgico y ha aumentado claramente nuestra destreza y rendimiento. Es alentador que despu¨¦s de un a?o no se hayan manifestado complicaciones, aunque ¨¦stos siguen siendo resultados a corto plazo'.

'Es un tipo de cirug¨ªa que se adapta a la era de la informaci¨®n', afirma Damiano, que publica su trabajo en la edici¨®n de junio de Annals of Surgery. 'Por primera vez estamos integrando ordenadores en el quir¨®fano para que nos ayuden. Esto puede transformar la manera de operar en el futuro'.

Utilizar la endoscopia en cirug¨ªa cardiaca plantea grandes problemas. En una operaci¨®n convencional para hacer un injerto de derivaci¨®n coronaria, los cirujanos sustituyen una arteria obstruida o enferma por un vaso sano de otra parte del cuerpo. Las caracter¨ªsticas invasivas de este procedimiento aumentan el tiempo de recuperaci¨®n y el riesgo de complicaciones.

Para acceder al coraz¨®n, los m¨¦dicos han de practicar una incisi¨®n de entre 30 y 45 cent¨ªmetros en el pecho y romper la caja tor¨¢cica. Para evitar las grandes heridas quir¨²rgicas, los cirujanos de otros campos pueden utilizar herramientas endosc¨®picas que se insertan en peque?os orificios del tama?o de un l¨¢piz practicados en la piel.

Pero esos aparatos son tres veces m¨¢s largos que los instrumentos tradicionales y plantean diversas dificultades a los cardi¨®logos. Es como tratar de firmar con un l¨¢piz de entre 30 y 45 cent¨ªmetros de largo desde el extremo. Puede hacerse, pero seguramente su letra resulta ilegible. Adem¨¢s, estos instrumentos se insertan a trav¨¦s de la caja tor¨¢cica, que es un pivote fijo. Al mover la mano a la derecha, la punta del instrumento se desv¨ªa hacia el lado contrario. Este efecto desorienta al m¨¦dico, porque va en contra del instinto.

'Los cirujanos cardiacos tienen manos firmes, pero es imposible sujetar con firmeza instrumentos largos cuando est¨¢s trabajando con vasos muy peque?os', afirma Damiano. 'Hasta ahora era imposible realizar a mano una intervenci¨®n coronaria mediante cirug¨ªa endosc¨®pica; est¨¢ fuera de los l¨ªmites de destreza de cualquier cirujano cardiaco'. Damiano, sin embargo, ha logrado evitar estos problemas manipulando desde una consola un robot que inserta dos instrumentos quir¨²rgicos y una c¨¢mara endosc¨®pica a trav¨¦s de tres peque?os orificios en el cuerpo del paciente.