Un magistrado del Supremo sostiene que el peligro de sufrir una ablaci¨®n es causa de asilo

'La ablaci¨®n es tanto una forma de tortura como de esclavitud. Por eso, cualquier mujer que viniese huyendo de ella tendr¨ªa derecho de asilo, lo que evitar¨ªa su expulsi¨®n', asegur¨® ayer el magistrado de la Sala Segunda del Tribunal Supremo Jos¨¦ Antonio Mart¨ªn Pall¨ªn. El juez hizo esta afirmaci¨®n en el curso de Periodismo Jur¨ªdico organizado por la Escuela de Periodismo UAM/EL PA?S y los colegios notariales en la localidad madrile?a de Miraflores de la Sierra.

La opini¨®n del magistrado del Tribunal Supremo es que no puede defenderse la mutilaci¨®n sexual femenina con el argumento de conservar con dicha pr¨¢ctica una 'identidad cultural', ya que la ablaci¨®n 'choca frontalmente con los derechos fundamentales de las personas', explic¨®. La lucha contra esa pr¨¢ctica debe ser internacional, mediante su declaraci¨®n como 'crimen contra la humanidad, puesto que en su definici¨®n se contemplan los abusos sexuales de gravedad', y nacional, afirm¨® el magistrado.

Jos¨¦ Antonio Mart¨ªn Pall¨ªn se?al¨® que 'si la ablaci¨®n se comete en Espa?a, es un delito tipificado en el C¨®digo Penal y castigado con penas de c¨¢rcel de hasta 12 a?os'. M¨¢s dif¨ªcil resulta penalizar esta pr¨¢ctica si los padres trasladan a las ni?as a sus pa¨ªses de origen para realizarles la mutilaci¨®n. 'Para este supuesto, quiz¨¢ se deber¨ªa modificar la legislaci¨®n, pero aun as¨ª podr¨ªa ser perseguido por inducci¨®n a un delito, si se prueba que la idea se concibi¨® en Espa?a', explic¨® el magistrado del Tribunal Supremo.