Adolescentes en alerta sanitaria

Los grupos de adolescentes reunidos en torno a botellas sirvi¨¦ndose copas en plena calle, parques o jardines se han convertido en una estampa urbana m¨¢s del fin de semana. La cita callejera alrededor del alcohol, a mitad de camino entre el ritual gregario y el encuentro festivo, es la principal v¨ªa de acceso al consumo masivo entre los j¨®venes bebedores. De hecho, nunca como hasta ahora ha existido un concepto de ocio entre los adolescentes tan ligado al alcohol, no s¨®lo en Espa?a, sino en toda Europa.

El abuso de alcohol y las drogas ilegales por parte de los j¨®venes europeos con edades comprendidas entre los 16 y los 18 a?os ha crecido de forma excesivamente r¨¢pida a lo largo de los ¨²ltimos cinco a?os, seg¨²n un estudio presentado el febrero pasado en Estocolmo por la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS). La encuesta, practicada en 1999 entre 95.000 j¨®venes europeos -entre los que no hab¨ªa espa?oles ni alemanes- muestra que m¨¢s de un menor de cada dos sabe lo que es una borrachera y que dos tercios de los j¨®venes consultados hab¨ªan bebido alcohol el mes previo a la recogida de datos para la elaboraci¨®n del estudio. En Espa?a, seg¨²n los ¨²ltimos datos del Plan Nacional sobre Drogas, la iniciaci¨®n en el consumo de alcohol se produce a edades cada vez m¨¢s precoces, que ya se encuentran entre los 12 y los 15 a?os. Un estudio del Gobierno vasco pone de relieve que el 27% de los j¨®venes entre 13 y 19 a?os bebe de forma excesiva.

Al margen de los problemas sociales que se puedan derivar de este situaci¨®n los especialistas no dudan de que estos excesos pasar¨¢n factura a la salud de los j¨®venes. Ayer, en la presentaci¨®n del primer Encuentro de Atenci¨®n Primaria de la Comunidad, que se celebrar¨¢ el s¨¢bado y domingo en el Palau de Congresos, los ponentes avanzaron que, por primera vez, la pr¨®xima generaci¨®n de adolescentes tendr¨¢ peor salud que sus progenitores. Para Ram¨®n Pacheco, m¨¦dico de familia y moderador de la ponencia Adolescencia: una revisi¨®n de los problemas actuales, la sociedad va a tener que prepararse para afrontar los problemas de una futura generaci¨®n de enfermos como consecuencia del actual abuso de alcohol y estupefacientes de la poblaci¨®n juvenil. 'Los h¨¢bitos de vida [de los adolescentes] han cambiado y esta sociedad, tarde o temprano, va a pagarlo', advirti¨® Pacheco.

Uno de los principales problemas del consumo excesivo es la dependencia posterior que puedan desarrollar los j¨®venes, lo que derivar¨¢ en dolencias hep¨¢ticas y, en ocasiones, enfermedades cr¨®nicas a temprana edad. Pero Pacheco quiso detenerse tambi¨¦n en los efectos inmediatos. Por debajo de los 18 a?os, los efectos del alcohol en el h¨ªgado, a¨²n por desarrollar al completo, son mucho m¨¢s da?inos que por encima de esta edad. Pero no es s¨®lo este ¨®rgano vital el da?ado. El abuso entre adolescentes puede afectar al cerebro y provocar da?os cognitivos y neurol¨®gicos irreversibles, seg¨²n un estudio elaborado en la Universidad de California, en San Diego (EE UU). Ante esta situaci¨®n, la prioridad es la formaci¨®n. 'Hay que salir de los centros de salud y entrar en las escuelas y los institutos', se?al¨® el especialista en atenci¨®n primaria, quien inst¨® a la puesta en marcha de programas de salud dirigidos directamente a adolescentes.