Un desaf¨ªo bajo el fuego
El Celta y el Zaragoza no s¨®lo se enfrentan en Sevilla al rival y a la tensi¨®n, sino tambi¨¦n al sofocante calor
La final de la Copa trae el aroma de un partido que signific¨® lo contrario de lo que parec¨ªa. Hace seis a?os se enfrentaron el Zaragoza y el Celta por el t¨ªtulo en un duelo in¨¦dito que dio la impresi¨®n de consagrar al equipo aragon¨¦s, ganador en la tanda de penaltis. Un a?o despu¨¦s gan¨® la Recopa, al Arsenal, en una noche inolvidable, con dos golazos de Esn¨¢ider y Nayim. El Zaragoza estaba de moda: practicaba un f¨²tbol agradable, dirigido por un joven entrenador, V¨ªctor Fern¨¢ndez, y se dispon¨ªa a olfatear el territorio de los grandes. Como el Deportivo, por ejemplo, pero no como el Celta, sobre el que nadie repar¨®, como si su llegada a la final s¨®lo obedeciera a los curiosos designios de la Copa, un torneo que da oportunidades a todo el mundo.
Siete a?os despu¨¦s, la realidad ofrece una perspectiva muy diferente a lo que se pensaba en aquellos d¨ªas. El Celta ha emergido hasta situarse como uno de los equipos m¨¢s apreciados del f¨²tbol espa?ol mientras que el Zaragoza vive tiempos duros, apenas aliviados con la buena temporada desplegada bajo la direcci¨®n de Txetxu Rojo. Pero hay una evidente depresi¨®n en torno al club. Ni tan siquiera su presencia en la final de la Copa ha despertado demasiado entusiasmo.
En Sevilla, donde el calor se abate con furia, los aficionados del Celta son m¨¢s que los de su rival. Y tambi¨¦n m¨¢s bulliciosos. Saben que est¨¢n frente a una oportunidad hist¨®rica. Su equipo no ha ganado ning¨²n t¨ªtulo y parece que ha llegado el momento de conquistarlo.
Durante los ¨²ltimos a?os el Celta ha dado un giro radical: hace tiempo que abandon¨® un papel m¨¢s que secundario para convertirse en una referencia. Juega bien, cuenta con buenos futbolistas y no siente complejos. S¨®lo as¨ª se explican sus fenomenales temporadas con V¨ªctor Fern¨¢ndez. No s¨®lo en Espa?a: su trayectoria en Europa ha sido espl¨¦ndida, con un desparpajo impropio de un club que apenas tiene historia internacional.
Quiz¨¢ este a?o ha representado mejor que ninguno el cambio que se ha producido en el club. Despu¨¦s de una decepcionante primera vuelta, se elev¨® hasta completar una gran segunda. Eso habla de entereza, recursos y confianza, justamente aquello que se ha echado en falta en el Zaragoza.
El favorito, contra la historia El Celta sale con la condici¨®n de favorito, si eso significa algo en una final. Al Zaragoza le ampara m¨¢s la historia que su estado actual. Ha ganado cuatro t¨ªtulos de la Copa, a veces en situaci¨®n de supuesta inferioridad. Siempre ha sido un equipo notable en esta clase de partidos. As¨ª sucedi¨® en los a?os ochenta frente al Barcelona o en la famosa final de la Recopa frente al Arsenal. Si el pasado sirve de algo, el Zaragoza se sentir¨¢ aliviado en Sevilla. Si la temporada permite medir el estado de cada cual, el Celta sale con una ventaja evidente. A simple vista, el Zaragoza tendr¨¢ que tirar de una buena organizaci¨®n colectiva para imponerse a los mayores recursos de su adversario. Parece un conjunto bastante gastado, o eso da a entender su juego y la opini¨®n que merece a sus aficionados. No es fuerte ni en la defensa ni en el ataque, limitado por la escasez de jugadores. La ausencia de Esn¨¢ider, que no podr¨¢ disputar la final por sanci¨®n, significa una grave p¨¦rdida, sobre todo en el aspecto emotivo. Por lo que parece, la figura de Acu?a ser¨¢ decisiva. El centrocampista paraguayo es un excelente futbolista, con clase, car¨¢cter y una buena pegada. Si es capaz de imponerse a Giovanella y Jayo, y puede hacerlo perfectamente, puede conducir a su equipo hacia el ¨¦xito.
No parece f¨¢cil. El Celta est¨¢ decidido a conquistar el torneo despu¨¦s de imponerse al Barcelona. En el primer partido contra el conjunto de Carles Rexach utiliz¨® las mejores y las peores armas para conseguir la victoria. En el segundo jug¨® con oficio y sac¨® un gran rendimiento de Mostovoi y del peruano Jayo, que tuvo una actuaci¨®n colosal como medio defensivo, siempre en ayuda del lateral Coira frente a Overmars.
El partido supone el regreso de V¨ªctor Fern¨¢ndez a un gran escenario. Vuelve siete a?os despu¨¦s de aquella final del Manzaneres, ahora como entrenador del Celta, lo que habla de una carrera s¨®lida. Hab¨ªa dudas sobre su capacidad de liderazgo fuera de su h¨¢bitat natural, fuera de Zaragoza en definitiva, pero el tiempo ha despejado esta cuesti¨®n. Despu¨¦s de un mal a?o en el Tenerife, su trayectoria en el Celta ha sido impecable. En este sentido, la final de hoy se puede ver como la confirmaci¨®n de V¨ªctor Fern¨¢ndez como un t¨¦cnico de largo recorrido, el l¨ªder de un equipo que aparentemente dispone de m¨¢s p¨®lvora que el Zaragoza.
Pero no ser¨¢n ¨²nicamente asuntos futbol¨ªsticos los que decidir¨¢n la final. La capacidad para sobreponerse a un calor infernal ser¨¢ decisiva. Se espera una cota cercana a los 40 grados, temperatura imposible para todo, y m¨¢s para jugar al f¨²tbol en unos condiciones de normalidad. Los dos equipos tendr¨¢n que medir los esfuerzos con exactitud o, de lo contrario, pueden vivir un partido doblemente sofocante: por la tensi¨®n que significa una final y por el martillo de plomo que caer¨¢ sobre los jugadores.
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