"No tengo ni idea de c¨®mo ser¨¢ el partido"
Luis Costa (Alicante, 1943) ejerce de esc¨¦ptico, de estar de vuelta de todo, y mantiene pocas certezas. Una de ellas es la de qui¨¦n es su entrenador preferido, Luis Aragon¨¦s, al que intent¨® fichar el a?o pasado para el Zaragoza. Su oferta, sin embargo, result¨® insuficiente. Como hombre ligado a La Romareda con un contrato indefinido, 'hasta que Dios quiera', Costa es muy consciente de las limitaciones econ¨®micas de su club, que que invirti¨® muy poco en fichajes el pasado verano a pesar de haber traspasado a Milosevic al Parma por cerca de 4.000 millones de pesetas.
?C¨®mo va a ser la final? 'Ni idea'. ?Qui¨¦nes ser¨¢n los jugadores determinantes? 'No lo s¨¦'. ?Qu¨¦ espera de V¨ªctor Fern¨¢ndez, usted que lo conoce tanto? 'Lo conozco relativamente. ?l dirig¨ªa al primer equipo [del Zaragoza] y yo al filial'. A Costa le molestan las conjeturas sobre el desenlace de la cita de hoy: piensa que el f¨²tbol es imprevisible. Por eso el Zaragoza que ¨¦l entrenaba venci¨® al poderoso Barcelona de Terry Venables y Bernd Schuster en la final de la Copa de 1986 con un gol de Rub¨¦n Sosa. 'El Bar?a, ese a?o, nos hab¨ªa ganado todos los partidos, incluido el Trofeo Ciudad de Zaragoza', aclara. Han pasado 15 a?os y Costa sigue en el mismo papel.
El t¨¦cnico zaragocista, que ve mejor que su conjunto vaya 'de humilde', es un hombre tan de la casa que cobra 20 millones cuando su rival percibe 150
'Es el t¨ªpico hombre de la casa', dice de ¨¦l Jos¨¦ Ignacio, centrocampista del equipo. Tan de la casa que cobra unos 20 millones por temporada cuando su rival de esta noche, V¨ªctor Fern¨¢ndez, percibe 150. Hace cuatro temporadas, cuando sustituy¨® a V¨ªctor Esp¨¢rrago en el banquillo, el presidente del club, Alfonso Solans, no le subi¨® el sueldo, pero le regal¨® un Mercedes.
?C¨®mo ha evolucionado desde que ganara la Copa de 1986? 'Siempre estoy al tanto de los m¨¦todos futbol¨ªsticos. No he parado de viajar en los dos ¨²ltimos a?os, en la secretar¨ªa t¨¦cnica, y he visto todos los estilos'. ?Con cu¨¢l se queda? 'Con el espa?ol, sin duda. El italiano no me gusta nada. El f¨²tbol base espa?ol es el que mejor est¨¢ trabajando', afirma Costa, que posee una inmensa colecci¨®n de v¨ªdeos futbol¨ªsticos. Es su gran pasi¨®n, junto a la de tomar el aperitivo con los amigos en un bar. Lleva tantos a?os en Zaragoza que ya ni se acuerda. Lleg¨® como jugador, se cas¨® y se le peg¨® hasta el acento. Tiene tres hijos y ya es abuelo. Centrocampista de corte t¨¦cnico en su ¨¦poca de jugador del Real Madrid aficionado, el Elche, el C¨®rdoba y, sobre todo, el Zaragoza, rechaza la idea de que su estilo sobre el c¨¦sped influya en su faceta de entrenador: 'No tiene nada que ver. Uno siempre busca un equilibrio entre la t¨¦cnica y la fuerza'.
Costa se siente c¨®modo con la piel de cordero. Su experiencia le sugiere que es mejor 'ir de humildes'. 'En la temporada pasada gan¨® el Espanyol y el favorito era el Atl¨¦tico. En ¨¦sta el favorito es claramente el Celta. Ha llegado muy bien f¨ªsicamente'.
En la Liga, el Zaragoza y el propio Costa lo han pasado fatal: 'He sufrido much¨ªsimo'. Tanto que ya no le quedan ganas de entrenar m¨¢s. Fue el blanco de las cr¨ªticas: se le acus¨® de conservadurismo, de dar pocas oportunidades a los m¨¢s j¨®venes y de ser excesivamente blando en el vestuario. 'Es mentira que haya una distinci¨®n entre t¨¦cnicos que quieren jugar bien y que no. Todos quieren jugar bien', protesta.
Pase lo que pase esta noche, Costa volver¨¢ a la secretar¨ªa t¨¦cnica del Zaragoza, en la que colaborar¨¢ con el nuevo entrenador, Txetxu Rojo. Precisamente de all¨ª, de su despacho, hubo de salir en noviembre para sustituir al despedido Juan Manuel Lillo despu¨¦s de perder ante el Wisla de Cracovia en la Copa de la UEFA. ?Qu¨¦ le pas¨® a Lillo, de quien tan bien hablan algunos de los jugadores, entre ellos el capit¨¢n, Aguado? 'No tengo ni idea'. ?Pero acaso no lo recomend¨® usted, como miembro de la secretar¨ªa t¨¦cnica? 'No tengo nada que ver con el fichaje de Lillo. El secretario t¨¦cnico es Pedro Herrera', concluye, cortante, Costa.
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