Los conflictos de Casp
Fue en los a?os 1.975/76 cuando Xavier Casp y Miquel Adlert comenzaron a sentar las bases de lo que se convertir¨ªa luego en el llamado 'conflicto ling¨¹¨ªstico'. De pronto, esta pareja se 'di¨® cuenta' de que la lengua en la que hab¨ªan venido escribiendo, editando y ense?ando a escribir durante su ya larga vida, 'no era la lengua que hablaba el pueblo'. Casp, en un art¨ªculo publicado en Levante titulado M'explicar¨¦, trataba de explicar ¨¦ste descubrimiento excepcional. Miquel Adlert quiso ampliar la explicaci¨®n en un divertido panfleto titulado En defensa de la llengua valenciana. ?Con qu¨¦ intenci¨®n se adoptaba ¨¦ste absurdo cambio de opini¨®n en contra de toda l¨®gica, de toda racionalidad, ¨¦ste renegar de lo que hab¨ªa sido su trayectoria literario-ling¨¹¨ªstica durante tantos a?os? Una muy clara y n¨ªtida: buscar el desprestigio de la bestia negra, que no era otra que Joan Fuster. Fuster se hab¨ªa convertido en el lider del cotarro valencianista (cultural y pol¨ªtico) que ellos hab¨ªan liderado a partir de la postguerra. Hab¨ªa, pues, que demonizar y estigmatizar a Fuster. Fuster escrib¨ªa en 'catal¨¢n' no en 'valenciano'. El valenciano era otra lengua distinta (feliz hallazgo filol¨®gico que ellos acaban de descubrir). Y empezaron a inventarse ortograf¨ªas y normas estrafalaria para justificar esa 'diferencia'. Y crear, a su vez, un sentimiento anticatalanista.
En ello encontr¨® sus bases la derecha valenciana para su utilizaci¨®n pol¨ªtica. Primero la franquista residual y luego la de UCD al perder las elecciones de junio del 77. Y surgi¨® lo que se llam¨® la 'batalla de Valencia'. El demonizado Fuster, el traidor Fuster (ahora el traidor es Casp) fu¨¦ objeto de atentados con bomba en su domicilio. Y con Fuster, fueron (fuimos) demonizados todos los que mantuvimos la unidad de la lengua y nos opon¨ªamos a la secesi¨®n ling¨¹¨ªstica. Una especie de kale borroka se instal¨® en aquellos a?os en las ciudad de Valencia con algaradas callejeras, atentados a librerias, artefactos explosivos en la plaza de toros, etc. En la creaci¨®n de ¨¦ste clima urbano irracional tuvo no poca culpa algun medio de comunicaci¨®n de la capital. Y una publicaci¨®n alentada por Casp y Adlert como la revista Murta.
Ahora resulta que, con motivo de la constituci¨®n de la Acad¨¨mia Valenciana de la Llengua, y la entrada de Casp como acad¨¦mico, por la parte de los secesionistas, sus huestes le han llamado 'traidor' por haberse prestado al parip¨¦ montado por Zaplana. He de decir que, en mi opini¨®n, tienen toda la raz¨®n. Esta gente que fue enga?ada y manipulada con el tema de la lengua por Casp y Adlert, hasta crear en ellos un odio visceral, es l¨®gico que se revuelvan contra su l¨ªder por aceptar su entrada en una instituci¨®n que, seg¨²n ellos, va a significar un triunfo del catalanismo. Hace unos d¨ªas, Casp tuvo que salir escoltado por la polic¨ªa de la sede de la Real Academia de Cultura Valenciana para protegerle de las iras de sus seguidores. Celebro esa protecci¨®n que pudo evitar males mayores. Tal vez su integridad f¨ªsica. Pero celebro, tambi¨¦n, que se haya encontrado en esa circunstancia, afortunadamente y gracias a Dios sin consecuencias lamentables, para que sepa lo que otros sufrieron y en muchas ocasiones sin protecci¨®n. Cuando se sientan las bases de la irracionalidad no se puede predecir lo que pueda pasar. Por ejemplo, que esas bases se revuelvan contra sus progenitores. Lo que mal empieza mal acaba. Casp, con Adlert, cre¨® un conflicto. Y se le ha convertido en un bumer¨¢n.
fburguera@inves.es
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