Zaragoza se echa a la calle
Miles de aficionados invaden la plaza de Espa?a de la capital aragonesa, mientras la afici¨®n del Celta, mayoritaria en Sevilla, llora otra derrota
"Aprieta el cal¨® de verd¨¢". Dicho por un sevillano, invita a los for¨¢neos a tomar las medidas pertinentes al respecto. La primera, aligerarse de ropa: con el torso desnudo muchos de ellos; con livianos biquinis muchas de ellas. La segunda, la b¨²squeda del agua. Dos parejas de novios se ba?aban ayer, a las 15.00 horas, en la fuente de Col¨®n, a escasos metros del parque de Mar¨ªa Luisa. Horas despu¨¦s, los ba?os cambiaron de fuente y de lugar, y se desplazaron a la plaza de Espa?a de Zaragoza. El Celta gan¨® de calle el suelo de las aficiones en Sevilla -21.500 gallegos por unos 10.000 aragoneses-. A la postre, tambi¨¦n result¨® mayoritaria a la hora de los lamentos.
La derrota fue a¨²n m¨¢s dolorosa por inesperada. Ocurri¨® que el partido no admit¨ªa m¨¢s favorito que el Celta. Quiz¨¢ por ello, los zaragocistas devolvieron 10.000 de las entradas que les envi¨® la Federaci¨®n Espa?ola de F¨²tbol. Hab¨ªa mucha decepci¨®n entre la afici¨®n ma?a, harta de los sufrimientos del equipo en la Liga. Por eso en las gradas el color celeste se impuso por goleada.
Los que no se dejaron seducir por la final y rechazaron las entradas, se arrepintieron... hasta que lleg¨® el pitido final. Entonces Zaragoza se ech¨® a la calle e invadi¨® la plaza de Espa?a, donde miles de aficionados celebraron la quinta conquista copera del equipo. Como una mera progresiva, los aficionados se echaron a la calle rumbo a la fuente de la plaza m¨¢s simb¨®lica de la Zaragoza futbol¨ªstica. All¨ª, los m¨¢s veloces se dieron un refrescante ba?o entre gritos de "s¨ª, s¨ª, s¨ª, la Copa ya est¨¢ aqu¨ª", y especiales recuerdos hacia los autores de los goles, con el capit¨¢n Aguado ocupando un puesto de honor en el sentimiento de la hinchada.
Nada que ver con lo ocurrido en Vigo. No hizo falta parar el tr¨¢fico en los alrededores de la Plaza Am¨¦rica, el lugar elegido para la celebraci¨®n, que se qued¨® desierta. La Rianxeira s¨®lo se oy¨® en Sevilla, en las horas previas a un partido que puso broche a una jornada que transcurri¨® en medio de la concordia y el "buen rollo". No hay apenas rivalidad entre el Celta y el Zaragoza, a pesar de la final de Copa del Rey de 1994, cuando los ma?os conquistaron el trofeo a costa de los celestes. Si acaso, alg¨²n recuerdo malicioso de parte de algunos seguidores zaragocistas: "Alejo, no te olvidamos", cantaban ayer en alusi¨®n al ex defensa catal¨¢n del Celta, ahora en el Elche, que fall¨® el penalti decisivo de esa final de 1994. Podr¨ªa decirse incluso que el club de La Romareda ha servido de cantera para el de Bala¨ªdos: de all¨ª salieron el t¨¦cnico, V¨ªctor Fern¨¢ndez, y los jugadores Gustavo L¨®pez y C¨¢ceres.
Entre los seguidores c¨¦lticos, abundan con los nombres de estos jugadores a sus espaldas, pero tambi¨¦n los de ex jugadores que hace ya tiempo buscaron otros retos lejos de Bala¨ªdos: Makelele, Michel Salgado, Revivo, Mazinho y el mism¨ªsimo Patxi Salinas. M¨¢s austera, la parroquia aragonesa apenas luc¨ªa el nombre de sus h¨¦roes en las camisetas. "?Para qu¨¦? Si cada a?o cambian de equipo", razon¨® uno de ellos. Quiz¨¢ por eso una de las pocas zamarras con nombre impreso fuera la del capit¨¢n, Aguado.
Piques aparte, el respeto fue ayer absoluto entre las dos hinchadas. Y se pusieron a conversar. "Dejadnos la final que vosotros ganar¨¦is la UEFA", coment¨® uno del Zaragoza. "S¨ª, pero nosotros no tenemos ning¨²n t¨ªtulo y vosotros cuatro", respondi¨® un c¨¦ltico. En una cosa s¨ª coincid¨ªan plenamente: "V¨ªctor Fern¨¢ndez es un entrenador como la copa de un pino".
Las matr¨ªculas de Pontevedra llenaban el aparcamiento del estadio de La Cartuja. "Estos t¨ªos se han cruzado Espa?a de arriba abajo", sentenci¨® un taxita al ver la matr¨ªcula de uno de los autom¨®viles. "Son unos 1.000 kil¨®metros. Salimos ayer a las doce de la noche", explic¨® un barrig¨®n seguidor celeste mientras se zampaba unas lonchas de queso junto a su veh¨ªculo. "Si ganamos, mejor, pero tampoco pasa nada si perdemos. Esto es una fiesta", a?adi¨®.
As¨ª se lo tomaron, como una fiesta, fieles a la tradici¨®n que ha marcado la Copa del Rey en los ¨²ltimos a?os. Hasta tal punto lleg¨® ayer el mestizaje que los aragoneses se atrevieron a cantar la Rianxeira en gallego, mientras que los vigueses trataron de entonar alguna jota. Sin mucho ¨¦xito, por cierto, seg¨²n informa Daniel Borasteros.
En otro punto de la ciudad, una pareja de japoneses entraba en el hotel Alfonso XIII, ataviados con sendas camisetas del Celta. El f¨²tbol llega muy lejos. Para el fil¨®logo avispado, Sevilla se convirti¨® este fin de semana en un crisol de diferentes acentos del castellano: el aragon¨¦s, el gallego y el sevillano. Los taxis y los bares de Sevilla hicieron su agosto. Ambos coinciden en que no hay mejor lugar para celebrar la final de Copa del Rey que Sevilla. A pesar del cal¨®.
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