'Intento convertir el periodismo en una ciencia'
Detroit, 1967. Mientras los lectores estadounidenses se entregaban al periodismo literario de Tom Wolfe, Norman Mailer, Jimmy Breslin e imitadores, un grupo de reporteros locales iniciaba el camino contrario. Sentaba las bases del periodismo de precisi¨®n: imaginaci¨®n+metodolog¨ªa de las ciencias sociales (an¨¢lisis socioestad¨ªstico y cruce de datos). Es la distancia entre el golpe de vista y la demostraci¨®n cient¨ªfica. Los reporteros demostraron, realizando un muestreo casa por casa en varios distritos de Detroit, que las tesis asumidas entonces por la prensa sobre las razones de los violentos disturbios raciales eran falsas. El trabajo les vali¨® un a?o despu¨¦s el premio Pulitzer. Entre ellos hab¨ªa un periodista de 38 a?os llamado Philip Meyer.
'El periodismo est¨¢ siendo invadido por las relaciones p¨²blicas, el entretenimiento y la publicidad'
En 1973, Meyer escribi¨® el primer tratado sobre esta nueva forma de hacer informaci¨®n. Su libro Periodismo de precisi¨®n (Bosh, en su edici¨®n espa?ola) est¨¢ presente en universidades de todo el mundo. Aunque una gran parte de los pemiados con el Pullitzer han ejercido este m¨¦todo, su plena implantaci¨®n est¨¢ resultando lenta. 'El periodismo de precisi¨®n requiere m¨¢s trabajo', reconoce Meyer, que, a sus 71 a?os, ha viajado a Madrid para impartir un curso la pasada semana organizado por la Universidad Aut¨®noma y EL PA?S, en colaboraci¨®n con la Fundaci¨®n BBVA.
'A largo plazo, si el periodismo quiere sobrevivir, y va a estar muy presionado, lo natural ser¨¢ que los periodistas aprendan este tipo de cosas. Si no lo hacemos, el periodismo acabar¨¢ muriendo porque ya est¨¢ siendo invadido por las relaciones p¨²blicas, el entretenimiento y la publicidad. Esto supone que debemos de ser m¨¢s dignos de confianza', declara Meyer, actualmente profesor de la Universidad de Carolina del Norte.
Con el periodismo de precisi¨®n, los profesionales se despojan de dos de sus caracter¨ªsticas tradicionales: la pasividad y la inocencia, explica Meyer en su libro. La primera supone que el peri¨®dico no debe crear noticias, sino contar las que suceden, y la segunda pretende que un excesivo conocimiento lastra la mirada limpia del informador. 'El periodismo de precisi¨®n ayuda tanto a los periodistas como a los editores a poder interpretar las encuestas, en lugar de fiarse de las interpretaciones de los dem¨¢s', subraya Meyer.
Para ilustrar la evoluci¨®n de la profesi¨®n hace un paralelismo con la agricultura. 'A lo largo de la historia, el procesamiento de los alimentos se ha hecho m¨¢s importante que su cultivo. En la tecnolog¨ªa de la informaci¨®n pasa lo mismo. Al principio el periodista era una persona que recolectaba datos y se los ofrec¨ªa a los dem¨¢s. Hoy no necesitamos eso porque la informaci¨®n se mueve r¨¢pidamente de un sitio a otro sin necesidad del periodista. Lo que necesitamos son periodistas que procesen esa informaci¨®n y que, adem¨¢s, sepan presentarla y hacerla comprensible para la audiencia. El periodismo de precisi¨®n da al periodista el poder de procesar. Y ¨¦se es el valor a?adido de la informaci¨®n', afirma el profesor.
El concepto de periodismo de precisi¨®n ha llevado a algunos grandes peri¨®dicos de EE UU a establecer departamentos de socioestad¨ªstica y a dise?ar sus propias encuestas electorales; a trav¨¦s del an¨¢lisis de bases de datos, los informadores han podido demostrar fraudes en la tasaci¨®n de viviendas o racismo en la concesi¨®n de cr¨¦ditos. El propio Meyer dirigi¨® una de estas investigaciones el a?o pasado. Una simple consulta a las bases de datos policiales permitieron comprobar que la polic¨ªa deten¨ªa m¨¢s facilmente a un ciudadano negro que a otro blanco por delitos menores. 'Este hallazgo no es en s¨ª mismo una prueba de discriminaci¨®n racial. ?Es posible que cometan m¨¢s delitos y por ello sean detenidos con mayor frecuencia?', le hizo ver Meyer a un reportero. Y le invit¨® a dar un paso m¨¢s en la investigaci¨®n. 'Si el sistema judicial es justo y si est¨¢n sufriendo m¨¢s detenciones de las que se merecen, lo l¨®gico es que est¨¦n siendo declarados inocentes m¨¢s veces que los blancos', le conmin¨® a demostrar. 'Investig¨® esta hip¨®tesis y encontr¨® que era cierta. Los jueces estaban absolviendo a muchos m¨¢s negros que blancos por delitos menores. Lo que hace el periodismo de precisi¨®n es ense?arle al periodista a dar ese paso m¨¢s que suelen dar los cient¨ªficos sociales para descartar hip¨®tesis incorrectas', explica.
Espa?a, por una muy diferente concepci¨®n sobre la privacidad, no dispone ni de la cuarta parte de archivos p¨²blicos que EE UU. 'Esto no es un obst¨¢culo para el periodismo de precisi¨®n. El an¨¢lisis de datos es importante, pero en temas donde no hay buenos documentos p¨²blicos, un buen periodista est¨¢ obligado a recolectar sus propios datos. Y haciendo esto, incluso puede ejercer una presi¨®n que obligue al Gobierno a proporcionarlos'.
El profesor Meyer, que ense?a estad¨ªstica a sus alumnos con caramelos de colores para desoxidar sus matem¨¢ticas, s¨®lo tiene un objetivo: 'Que el periodismo deje de ser un oficio para convertirse en una profesi¨®n'. Hemingway sol¨ªa decir que para ser un buen escritor hab¨ªa que abandonar a tiempo el periodismo. Qu¨¦ pensar¨¢ Meyer. ?Hay que abandonar la literatura a tiempo para ser un buen periodista? 'En Harvard recib¨ª clases de redacci¨®n de una persona que hab¨ªa sido alumno de Hemingway. Y cuando doy clases de redacci¨®n digo a mis alumnos que est¨¢n recibiendo clases de una persona que de joven recibi¨® clases de redacci¨®n de una persona que de joven fue alumno de Hemingway', bromea Meyer. 'Conforme el periodismo se acerca m¨¢s al entretenimiento, la presi¨®n para contar mentiras es cada vez mayor. La situaci¨®n es la siguiente', escenifica. 'Aqu¨ª est¨¢n todos estos t¨ªos empujando al periodista hacia el arte y aqu¨ª estoy yo empujando hacia la ciencia, y he venido a Espa?a a pediros ayuda'.
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