Adi¨®s al miedo esc¨¦nico
Varias concejales sevillanas reciben clases de oratoria en la Diputaci¨®n para vencer su temor a hablar en p¨²blico
'Si hay que hablar en p¨²blico, hablo; pero lo paso tan mal que luego necesito por lo menos media hora para relajarme'. La asustada oradora es Mar¨ªa Dolores Cabello, una joven concejal de 28 a?os de la localidad sevillana de Aznalc¨¢zar, que se estren¨® en pol¨ªtica municipal tras las ¨²ltimas elecciones, hace ahora dos a?os. Cabello confiesa que lleva mejor los asuntos de la Delegaci¨®n de Urbanismo que los nervios antes de intervenir en p¨²blico, bien sea en el pleno del Ayuntamiento, bien en m¨ªtines o asambleas del partido.
Como Cabello, otras 35 concejales asisten ayer, hoy y ma?ana a un curso organizado por el ?rea de Pol¨ªticas Activas de la Mujer de la Diputaci¨®n de Sevilla que les ofrece 'claves para mejorar la comunicaci¨®n oral', seg¨²n reza el t¨ªtulo de las jornadas. En tres grupos de 12 mujeres cada uno, las concejales aprenden a distinguir unos p¨²blicos de otros, a escribir discursos con gancho o a comportarse, gestos incluidos, en plat¨®s de televisi¨®n o estudios de radio.
Las dificultades para hablar en p¨²blico no parecen cosa de la edad ni de la experiencia pol¨ªtica. Cabello asiste al curso acompa?ada por su alcaldesa, Magdalena Maqueda, de 59 a?os, que aunque se estren¨® en el cargo tras las elecciones de 1999 tiene una larga trayectoria en los ayuntamientos democr¨¢ticos, ya que perteneci¨® a la primera corporaci¨®n, en 1979. 'Y antes de eso, que yo entonces era muy revolucionaria. Iba por los pueblos, arengando a la gente. Pero ahora tengo la misma necesidad de aprender que mi concejal. Me ha costado mucho volver a hablar en p¨²blico despu¨¦s de tanto tiempo', reconoce Maqueda.
Tampoco influye el color pol¨ªtico en el miedo al micr¨®fono. Encarni Milla, de 26 a?os, es concejal de Izquierda Unida en el gobierno municipal de Carmona; y Antonia Mar¨ªa Mac¨ªas, de 42 a?os, est¨¢ en la oposici¨®n por el PSOE. Ayer se dieron tregua pol¨ªtica para aprender juntas. 'Pero hemos acordado que lo que nos ense?en aqu¨ª no lo vamos a usar contra nosotras en los plenos', se?ala Milla mientras comparte la sobremesa con su compa?era de corporaci¨®n.
Entonces, ?ser¨¢ cosa del sexo? ?Es por eso que el curso lo organiza el ?rea de la Mujer de la Diputaci¨®n? 'No', sentencia Mar¨ªa Rodr¨ªguez, diputada provincial y encargada del ?rea. Y a?ade: 'Lo que pasa es que las mujeres son m¨¢s valientes. Tienen menos miedo a reconocer sus miedos. Y piden ayuda y formaci¨®n. Por eso, ante la demanda, se organizan estos cursos. Seguro que a muchos compa?eros nuestros pol¨ªticos les vendr¨ªa estupendamente'.
Las diligentes alumnas est¨¢n en manos de Mar¨ªa Jos¨¦ Porteiro, una experimentada periodista gallega y feminista, especialista en comunicaci¨®n oral. Porteiro ense?a en su clase trucos como, por ejemplo, que hay que desconectar siempre el tel¨¦fono m¨®vil antes de dirigirse al p¨²blico, y que no est¨¢ mal hacerlo a la vista de todo el mundo porque es una forma de sugerir a los dem¨¢s que tambi¨¦n deben hacerlo.
'La ma?ana se nos ha pasado rapid¨ªsima', opina Rosario Andrade, de 45 a?os y concejal de La Puebla de Cazalla. Andrade comparte la jornada con su amiga Ana Juid¨ªas, edil en Mairena del Alcor con 49 a?os. 'Esta formaci¨®n nos ayuda a superar pudores y miedos al rid¨ªculo. Las mujeres tenemos m¨¢s sensaci¨®n al rid¨ªculo por el tiempo que hemos pasado anuladas por los hombres', opina Juid¨ªas. Su colega Andrade tendr¨¢ hoy, en la clausura de la escuela musical que organiza en su pueblo, la oportunidad de demostrar que lo aprendido ayer sirve para decir adi¨®s al miedo esc¨¦nico.
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