Absueltos todos los sospechosos del crimen del camping de El Pont de Bar

El asesinato del propietario del camping de El Pont de Bar (Alt Urgell), ocurrido en la noche del 9 de octubre de 1997, ha quedado impune al no encontrar la Audiencia de Lleida pruebas concluyentes contra Jos¨¦ Antonio Garc¨ªa Justo e Iv¨¢n Hoyos Ortega, juzgados como presuntos autores de la muerte a tiros de Josep Campi. El fiscal hab¨ªa solicitado 35 a?os y 6 meses de c¨¢rcel para cada uno de los acusados de un crimen por el que llegaron a estar inculpadas y en prisi¨®n provisional seis personas, entre ellas la viuda.

La sentencia declara probado que, la noche del crimen, dos hombres no identificados entraron en el complejo Pont d'Ardaix, propiedad de la v¨ªctima, de 42 a?os, y solicitaron a su hermana Carmen dos consumiciones e informaci¨®n sobre el camping. Diez minutos despu¨¦s de que se marcharan, entraron en el bar dos encapuchados armados con una pistola, que se ignora si eran las mismas personas anteriores o bien otras distintas. Tras apoderarse de la recaudaci¨®n de la caja, los asaltantes empezaron a disparar contra los dos hermanos. Jos¨¦ Campi recibi¨® un disparo mortal en la cabeza y seis pu?aladas en el hemit¨®rax izquierdo, mientras que su hermana fue alcanzada por dos impactos de bala.

Durante la vista oral, el fiscal mantuvo la acusaci¨®n contra los dos procesados al estimar que fueron las personas que entraron las dos veces en el bar del camping, la segunda para robar y causar la muerte de sus propietarios. Sin embargo, el tribunal les ha exculpado porque las pruebas aportadas por las acusaciones 'son insuficientes para vencer la presunci¨®n constitucional de inocencia de ambos acusados'. Entre estas pruebas figuraban el testimonio de Carme Campi, que si bien reconoci¨® a ambos procesados como las personas que estuvieron la noche de autos en el bar, no se mostr¨® lo bastante concluyente en dicho reconocimiento, ya que no pudo apreciar las cicatrices que ten¨ªa Iv¨¢n Hoyos en la cabeza a causa de un accidente de tr¨¢fico reciente.

La sentencia tambi¨¦n se?ala que el contacto con los asaltantes fue muy breve y que los rasgos de los acusados pueden confundirse con los de multitud de personas de caracter¨ªsticas semejantes. La testigo manifest¨® durante el juicio que no pod¨ªa asegurar que fueran los dos clientes quienes posteriormente intentaron matarla, y expres¨® incluso dudas respecto al sexo de uno de los agresores. El fracaso de las pruebas dactilosc¨®pica y gen¨¦tica y el hecho de no haber encontrado las armas utilizadas en el crimen han llevado al tribunal a dictar una sentencia absolutoria.