Arenas capitanea de nuevo el cerco a Chaves
El secretario general del PP acent¨²a las cr¨ªticas al presidente andaluz y desempolva supuestos esc¨¢ndalos
'La estrategia del Partido Popular pasa por crear crispaci¨®n pol¨ªtica como la del Pa¨ªs Vasco, pero en el escenario de Andaluc¨ªa. Cuando terminen las elecciones de Euskadi, vendr¨¢n a por nosotros'. Esta frase, pronunciada por el secretario de Organizaci¨®n del PSOE andaluz, Luis Pizarro, el pasado 11 de marzo, dos meses antes de los comicios vascos del 13 de mayo, se ha convertido en toda una premonici¨®n de la situaci¨®n que viven en la actualidad los socialistas andaluces y su secretario general y presidente de la Junta, Manuel Chaves. El clima de agresividad entre el PP y el PSOE es muy similar al de la ¨¦poca de la pinza, la corta legislatura de 1994-1996 en la que populares e Izquierda Unida sumaban mayor¨ªa absoluta en la C¨¢mara auton¨®mica y que termin¨® bruscamente con el anticipo electoral. Javier Arenas, entonces rival de Chaves en las urnas y ahora secretario general del PP, vuelve a liderar el cerco al socialista. Y con los mismos argumentos: final de ciclo y corrupci¨®n.
Una vez cerrado el flanco de las crisis de las cajas de ahorros -con el triunfo de las tesis de la Junta respecto a que la fusi¨®n de las entidades sevillanas se realice despu¨¦s de renovar sus ¨®rganos rectores, como establece la ley- la ofensiva del PP se dirige a desovillar viejos casos de supuestos esc¨¢ndalos, con saltos atr¨¢s de hace m¨¢s de una d¨¦cada. Hasta el momento, los asuntos son dos: la venta de las acciones del PSOE en la empresa Prensa Sur y los cr¨¦ditos personales concedidos por Caja Jerez en 1985 a 32 dirigentes socialistas por un total de 20 millones de pesetas, y que el PP dice impagados. Uno de estos dirigentes es Manuel Chaves, quien en 1995 ya compareci¨® ante una comisi¨®n de investigaci¨®n del Parlamento auton¨®mico y acredit¨® que el pr¨¦stamo estaba cancelado.
De distinta forma y en foros diversos, tanto Arenas como los dirigentes regionales conservadores han salido en tromba con el mismo discurso: Chaves y el PSOE andaluz est¨¢n en una fase 'terminal' y en el Gobierno auton¨®mico anidan 'rescoldos y coletazos' de la 'corrupci¨®n' de la ¨²ltima etapa de Felipe Gonz¨¢lez. El secretario general del PP ha pedido, incluso, la actuaci¨®n de oficio de la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n por Prensa Sur, a la que ha apodado como Filesa 2.
La presencia constante de Arenas en Andaluc¨ªa con declaraciones explosivas y la virulencia de su irrupci¨®n han resucitado una pregunta recurrente: ?Prepara el secretario general su tercera candidatura a la presidencia de la Junta en 2004? En el cartel de la alternativa popular a Chaves figura a¨²n Te¨®fila Mart¨ªnez, presidenta del PP andaluz y alcaldesa de C¨¢diz. Aunque desde la marcha de Arenas a Madrid Mart¨ªnez no ha logrado hacerse del todo con las riendas del PP regional, en su partido se dice que el protagonismo en la pol¨ªtica auton¨®mica del secretario general -'l¨ªder espiritual del PP andaluz', apostilla un alto dirigente- es circunstancial, lo mismo que el resurgimiento de los asuntos de Prensa Sur y los cr¨¦ditos de Caja Jerez, pese a reconocer haber 'aprovechado' estos asuntos.
La presidenta regional del PP no ha aportado mucha luz al enigma. Recientemente ha declarado que su prioridad es la alcald¨ªa de C¨¢diz, si bien est¨¢ a disposici¨®n de 'lo que diga el partido'. ?ste es un enunciado reiterativo en boca de Mart¨ªnez, quien con frecuencia se ve obligada a salir al paso de la hipot¨¦tica candidatura de Arenas y tambi¨¦n de la ministra de Sanidad, Celia Villalobos, cada vez menos en el candelero por el revuelo de las vacas locas y, ahora, del aceite de orujo. Precisamente en su d¨¦bil liderazgo -visualizado con m¨¢s fuerza con la ayuda de la sombra permanente que le proyecta Arenas-, se contextualiza la dureza que ha exhibido Mart¨ªnez en las ¨²ltimas semanas hacia la persona de Chaves, a quien ha llamado 'fascista', 'se?orito andaluz', 'oligarca', 'acomplejado', 'cacique' y 'acabado', entre otras cosas.
El voto del PP en Andaluc¨ªa -que cuenta con 46 diputados en la C¨¢mara, frente a los 55 de la coalici¨®n de socialistas (52) y Partido Andalucista (tres)- mantiene su nivel. El s¨¢bado pasado el PSOE dio a conocer una encuesta de 2.045 entrevistas, realizadas por la empresa Inner, en la que el PP obtiene un 34,1% en intenci¨®n de voto m¨¢s simpat¨ªa, y los socialistas el 50,9%. En el PSOE preocupaba su respaldo electoral tras las 'turbulencias' internas que ha padecido estos meses a causa de tres errores creados desde sus propias filas (aplicaci¨®n de la Ley de Cajas de Ahorros, rivalidad entre las provincias y el comentario xen¨®fobo en el Parlamento).
Desde el PSOE se interpreta que el aterrizaje de Arenas en Andaluc¨ªa y la nueva ferocidad de los conservadores responden a varios motivos. En lo que respecta al secretario general, los socialistas sostienen que se trata de una 'huida' hacia delante despu¨¦s de su actuaci¨®n en el Pa¨ªs Vasco. 'Ha perdido fuste y quiere llevar alg¨²n trofeo a Madrid, por eso tira otra vez del binomio despilfarro-corrupci¨®n', se?ala un consejero de la Junta, quien opina que el deseo personal del popular no es medirse otra vez con Chaves, aunque Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar podr¨ªa obligarle. Otros dirigentes creen que el PP trata de tapar el ruido del caso Piqu¨¦ y, de paso, desprestigiar la imagen de Chaves para abrir una brecha que le permita ganar por primera vez en Andaluc¨ªa, donde gobierna el PSOE desde 1982. Sobre lo que no tienen respuesta es por qu¨¦ lo hacen en pleno verano.
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