El doble asesinato del Pozo del Huevo fue la venganza por otro crimen, seg¨²n la familia
La polic¨ªa busca a tres personas que participaron en el homicidio del matrimonio Montoya
El asesinato a balazos de Emilio Montoya, de 30 a?os, y Roc¨ªo Iglesias, de 32, en la madrugada del martes en el poblado chabolista del Pozo del Huevo (Villa de Vallecas), fue una venganza de una parte del clan de Los Gallegos por otro asesinato ocurrido el 3 de diciembre de 1995 en la avenida de Guadalajara (San Blas), seg¨²n asegur¨® ayer la familia del fallecido. Los numerosos cortes que presentaban los cad¨¢veres en las piernas y los brazos, calificados de 'bestiales' por fuentes de la investigaci¨®n, mantienen a la polic¨ªa sobre esta hip¨®tesis. Los investigadores, sin embargo, no descartan un supuesto ajuste de cuentas por la venta de droga. La polic¨ªa ha identificado a tres de los presuntos homicidas y ha cursado una orden internacional de busca y captura a trav¨¦s de Interpol, ya que cree que han huido a Portugal.
Manuel Garc¨ªa Hern¨¢ndez, de 73 a?os y buscado por la polic¨ªa como supuesto autor del doble asesinato, decidi¨® matar a Montoya y a su esposa para saldar una vieja cuenta pendiente de la ley gitana, seg¨²n un primo del fallecido, que es hijo de Nicanor, el patriarca de Los Tarzanes. El difunto Montoya era miembro de este clan, uno de los m¨¢s numerosos del Pozo del Huevo, situado en el kil¨®metro 2,2 de la carretera de Villaverde a Vallecas. Seg¨²n esta hip¨®tesis, cuando Garc¨ªa lleg¨® hace casi un mes al poblado procedente de Monforte de Lemos (Ourense) descubri¨® que la madre de Montoya [Pere, seg¨²n le llamaban en el poblado] era de Los Mosqueteros.
Miembros de este clan asesinaron presuntamente a un hijo de Manuel Garc¨ªa llamado Alfredo hace cinco a?os. Cuando ¨¦ste se baj¨®, el 3 de diciembre de 1995, de su Mercedes blanco en el poblado de casas prefabricadas de la avenida de Guadalajara (San Blas), recibi¨® nueve pu?aladas a manos de otras tantas personas. Los familiares del fallecido afirmaron entonces que la agresi¨®n se produjo cuando Consolaci¨®n A. P., de 64 a?os, y su marido, Rafael R. M., de 65, supuestos jefes del clan de Los Mosqueteros, quisieron impedir el paso a Alfredo Garc¨ªa. La resistencia de ¨¦ste a marcharse desat¨® las iras de Consolaci¨®n, cuyos parientes sacaron las navajas y le dieron muerte.
'Esto es la venganza de lo que ocurri¨® en San Blas hace cinco a?os', asegura un primo del difunto Emilio Montoya. 'Las marcas en las piernas lo demuestran. Pero se equivocaron, porque Emilio no tuvo nada que ver [con el asesinato de Alfredo Garc¨ªa, ocurrido en diciembre de 1995] y, adem¨¢s, era pariente muy lejano de los que lo hicieron', a?ade. Manuel Garc¨ªa, el padre de Alfredo, se integr¨® en el clan de Los Gallegos, de quienes era familia, a su llegada al Pozo del Huevo. Este clan, junto con el de Los Mosqueteros, es de los m¨¢s numerosos del poblado (cada clan podr¨ªa estar formado por unas 70 personas, seg¨²n los propios familiares). Pero hasta el martes no se hab¨ªan producido enfrentamientos graves entre esos grupos.
Otro indicio que refuerza la sospecha de que el doble asesinato fue una venganza fr¨ªamente premeditada es que los supuestos homicidas hab¨ªan recogido todas sus pertenencias horas antes del crimen y las hab¨ªan cargado en una furgoneta y en un turismo. Despu¨¦s, los agresores se dirigieron a la chabola de los Montoya y esperaron pacientemente a que regresaran de celebrar el santo de su primog¨¦nito (de 12 a?os).
Los supuestos asesinos llegaron a quitar una bombilla que siempre dejaban los Montoya encendida en la puerta de su chabola, posiblemente para actuar con mayor impunidad. Al llegar a su infravivienda, el matrimonio fue acribillado a tiros de escopeta y pistola, en presencia de sus tres hijas (de nueve a?os, cinco a?os y siete meses). Las chiquillas resultaron ilesas, pese a que la menor de ellas viajaba en los brazos de su mam¨¢.
El Grupo de Homicidios de la Brigada de Polic¨ªa Judicial ha identificado a tres de los supuestos asesinos que acabaron con las vidas de Emilio y Roc¨ªo, seg¨²n informaron fuentes de la Jefatura Superior de Polic¨ªa. Se trata de Jos¨¦ Jorge dos Anjos, de 35 a?os, que cuenta con antecedentes policiales por robo con violencia e intimidaci¨®n, falsificaci¨®n de documentaci¨®n, tr¨¢fico de estupefacientes y homicidio doloso. Otro de los presuntos autores del tiroteo es el suegro de Jos¨¦ Jorge, Manuel Garc¨ªa Hern¨¢ndez, de 73 a?os. En su ficha policial consta hurto, robo con fuerza y tr¨¢fico de estupefacientes. La tercera persona identificada gracias al testimonio de los vecinos del poblado es Mar¨ªa del Pilar Garc¨ªa Jim¨¦nez, de 30 a?os, esposa e hija de los dos anteriores, seg¨²n las mismas fuentes. ?sta tambi¨¦n figura en los archivos policiales con antecedentes por atentado contra agente de la autoridad y homicidio doloso, al igual que su c¨®nyuge.
La polic¨ªa cree que los tres supuestos autores huyeron en una furgoneta Ford Transit blanca, con matr¨ªcula M-8467-ZW, y en un Opel Kadett de color oscuro. El lugar m¨¢s probable al que se hayan fugado es a Portugal, pa¨ªs del que es natural Jos¨¦ Jorge dos Anjos. Adem¨¢s, el hecho de que hubieran dejado limpia la chabola en la que estaban y todo listo para salir a la carrera refuerza esta hipotesis, seg¨²n los investigadores. Los agentes del Grupo de Homicidios han emitido una orden de busca y captura a nivel internacional a trav¨¦s de la Interpol.
Las monjas franciscanas Hijas de Mar¨ªa, que viven en el poblado y realizan tareas de apoyo social a estas familias marginadas, negaron ayer haber se?alado a miembros de la familia Fern¨¢ndez como supuestos responsables del crimen, seg¨²n public¨® ayer EL PA?S. 'De eso nosotras no sabemos nada. Lo ¨²nico que podemos decir es que Emilio Montoya y su mujer eran buenas personas. A nosotras nos ayudaban much¨ªsimo. Emilio recog¨ªa chatarra y ella vend¨ªa flores', declar¨® una de las religiosas.
El nerviosismo dominaba ayer el ambiente en el Pozo del Huevo. La v¨ªspera, Los Gallegos hab¨ªan abandonado el poblado. El bar que existe en el Pozo del Huevo, regentado por miembros de esta familia, permanec¨ªa cerrado.
Miembros de Los Tarzanes y otras familias del poblado se mostraban reacios a hablar con los polic¨ªas que ayer investigaban en la zona. 'Muchos querr¨¢n vengarse cuando los muertos est¨¦n enterrados', repet¨ªan en corrillo varios de los parientes de las v¨ªctimas. El sepelio se celebrar¨¢ a las doce de la ma?ana de hoy en el cementerio Sur.
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