Biling¨¹es en el siglo XXI
Por fin, con cinco a?os de retraso respecto de lo que es su obligaci¨®n institucional, el Consejo Escolar de Euskadi acaba de hacer p¨²blico su informe, en el que analiza la situaci¨®n educativa vasca. Es un informe especialmente marcado en su presentaci¨®n por una de las propuestas que realiza, la de que todos los centros compartan unos 'objetivos y unas condiciones ling¨¹¨ªsticas b¨¢sicas'. Algo que se ha interpretado como la extinci¨®n del actual sistema de modelos ling¨¹¨ªsticos y la instauraci¨®n de 'un modelo b¨¢sico, ¨²nico y flexible', ya que esas fueron las palabras del presidente de dicho ¨®rgano, Pello Ellakuria, en la rueda de prensa correspondiente.
Pero, para apreciar en m¨¢s justa medida el informe del Consejo Escolar y su propuesta sobre modelos ling¨¹¨ªsticos, debi¨¦ramos aceptar siempre partir de un doble principio: el derecho de cada persona a escolarizarse b¨¢sicamente en su propia lengua, sea esta el euskara o el castellano, y la obligaci¨®n del sistema educativo de poner medios suficientes para el conocimiento de ambas lenguas al finalizar el tramo obligatorio de la educaci¨®n.
Estos principios no s¨®lo no son contradictorios, sino perfectamente respetables y est¨¢n recogidos en la Ley de la Escuela P¨²blica Vasca. La implantaci¨®n de tres modelos ling¨¹¨ªsticos en la ense?anza, se realiz¨® en los a?os 80 en un marco de consenso parcial y se renov¨® en los 90 con ocasi¨®n de la nueva ordenaci¨®n del sistema educativo general y vasco, pero su gesti¨®n se ha ejercido sin el debate y el contraste suficiente para que el consenso se plasmase y se reflejase en el sistema educativo. Prueba de ello son las ¨²ltimas modificaciones realizadas al decreto de perfiles ling¨¹¨ªsticos.
Por ello, puede ser un buen momento para que, siempre desde la prudencia, se articule un instrumento nuevo. Un instrumento biling¨¹e, porque utilizar¨ªa el euskara y el castellano como idiomas en el proceso de ense?anza-aprendizaje. Integrador, porque as¨ª ambas lenguas convivir¨ªan en la misma comunidad escolar y no separar¨ªa al alumnado en centros diferenciados en funci¨®n del modelo ling¨¹¨ªstico. Flexible, porque se adaptar¨ªa a las caracter¨ªsticas del entorno. Y aut¨®nomo, porque el centro podr¨ªa proponer a la Administraci¨®n, dentro del marco definido por aqu¨¦lla, el nivel de utilizaci¨®n de cada una de estas lenguas.
Para ello necesitar¨ªamos adem¨¢s, varios elementos:
-Una renovaci¨®n de los consensos b¨¢sicos en esta materia, liberados de prejuicios y apriorismos, que pretenda el respeto de los derechos de los ciudadanos y la protecci¨®n de sus patrimonios ling¨¹¨ªsticos (el euskara y el castellano).
-Una Administraci¨®n educativa menos preocupada en inhabilitar profesorado para impartir sus ense?anzas y m¨¢s dedicada a utilizar eficientemente todos sus recursos humanos y materiales, consciente adem¨¢s de sus responsabilidades, especialmente la de fijar esos m¨ªnimos que se debieran respetar en todos los centros.
-Una revisi¨®n del mapa escolar, que, como el informe del Consejo se?ala, ha llegado a provocar 'situaciones de marginaci¨®n', as¨ª como tama?os y condiciones inadecuadas de los centros.
-Una evaluaci¨®n seria, rigurosa, imparcial y compartida, otra de las condiciones necesarias y que el propio informe no olvida cuando reclama 'conocer, diagnosticar y atender los problemas all¨¢ donde se presentan'. Porque problemas, los tenemos, aunque la principal instituci¨®n de este pa¨ªs, el Gobierno vasco, pretenda obviarlos.
Javier Nogales es responsable de Pol¨ªtica Educativa de CC OO-Irakaskuntza.
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