Estados Unidos acelera los plazos de construcci¨®n de su escudo antimisiles
El Pent¨¢gono efectuar¨¢ ma?ana un cuarto ensayo de interceptaci¨®n de proyectiles bal¨ªsticos
En su comparecencia ante el Congreso, Wolfowitz dio nuevos detalles sobre el proyecto que impulsan con entusiasmo Bush y su secretario de Defensa, Donald Rumsfeld. A diferencia del estudiado durante la presidencia de Bill Clinton, el de Bush y Rumsfeld no se limita a construir sistemas de interceptaci¨®n basados en estaciones fijas terrestres. Tambi¨¦n desea incluir el uso de Boeing 747 dotados de rayos l¨¢ser capaces de destruir en pleno vuelo misiles dirigidos contra EE UU. Y de destructores equipados con sistemas Aegis, que permiten detectar, seguir e interceptar desde el mar proyectiles de largo alcance. El Pent¨¢gono efectuar¨¢ ma?ana un nuevo ensayo, el cuarto, de ese sistema.
La Casa Blanca quiere tener levantada una primera versi¨®n de este escudo por tierra, mar y aire en 2005, inform¨® Wolfowitz en el Congreso. Los problemas pol¨ªticos y diplom¨¢ticos son obvios, porque el tratado ABM proh¨ªbe expresamente a Washington y Mosc¨² dotarse de un sistema para proteger sus territorios nacionales de misiles bal¨ªsticos. Seg¨²n inform¨® ayer The Washington Post, el departamento de Estado orden¨® la pasada semana a sus embajadores que informaran a los Gobiernos de los pa¨ªses aliados y de Rusia de que los ensayos que EE UU va a efectuar 'entrar¨¢n en conflicto con el tratado ABM en cuesti¨®n de meses, no de a?os'.
Los diplom¨¢ticos estadounidenses tambi¨¦n recibieron instrucciones para que precisen que esos ensayos no se limitar¨¢n a sistemas de interceptaci¨®n desde tierra, sino tambi¨¦n 'otras tecnolog¨ªas basadas en el aire y el mar'. Rumsfeld, no obstante, se?al¨® ayer que, antes de denunciar unilateralmente el tratado ABM, Washington va a hacer 'todo lo posible para conseguir un acuerdo con los rusos'. Y a?adi¨® que est¨¢ convencido de que ese acuerdo se materializar¨¢. A cambio de que d¨¦ su brazo a torcer en este asunto, Bush ofrece a Putin la compra por parte de EE UU de armas rusas y cooperaci¨®n en el desarrollo por Mosc¨² de su propio sistema de protecci¨®n.
Desforestaci¨®n en Alaska
Poniendo manos a la obra, el Gobierno de Bush comenzar¨¢ el pr¨®ximo mes a desforestar una zona de Alaska para levantar all¨ª un ambicioso centro de ensayos del escudo antimisiles. Se trata de un lugar llamado Fort Greely, en las cercan¨ªas de Fairbanks. El objetivo es instalar all¨ª antes de 2005 un total de cinco equipos terrestres de interceptaci¨®n de proyectiles bal¨ªsticos. Al mismo tiempo, Bush modernizar¨¢ la estaci¨®n de radar de la isla Shemya, tambi¨¦n en Alaska.
Eso no es todo. El escudo que el Pent¨¢gono estudi¨® en la fase final de la presidencia de Clinton se limitaba a un sistema terrestre capaz de destruir misiles enemigos de largo alcance en la fase intermedia de su trayectoria, para lo que la inversi¨®n en Alaska era suficiente. El que propone Bush incluye aviones y barcos en alerta permanente, con el objetivo de destruir misiles de cualquier alcance y en cualquier etapa de su trayectoria. Tan solo los ensayos de ese escudo m¨²ltiple costar¨¢n 8.000 millones de d¨®lares anuales, seg¨²n c¨¢lculos citados por The Washington Post. Y exigir¨¢n 17 pruebas -10 desde tierra y 7 desde mar- en los pr¨®ximos 14 meses.
Todo esto sigue siendo bastante especulativo, porque, como subray¨® ayer Joseph Cirincione, del Carnegie Endowment for Internacional Peace, 'el Pent¨¢gono no dispone todav¨ªa de la tecnolog¨ªa necesaria'. Ma?ana, de hecho, el Pent¨¢gono efectuar¨¢ su cuarto ensayo de interceptaci¨®n de misiles. Los otros tres fueron efectuados en tiempos de Clinton y se saldaron con un ¨¦xito inicial y dos fracasos posteriores.
El s¨¢bado, un misil de interceptaci¨®n cargado con lo que los militares norteamericanos llaman un 'Kill Vehicle' ser¨¢ disparado desde el atol¨®n de Kwajalein, en las islas Marshall. Su misi¨®n ser¨¢ destruir en pleno vuelo un falso misil atacante lanzado minutos antes desde la base ¨¢rea de Vandenberg, en California.
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