El diente que explica la historia de la Sima de los Huesos

El hallazgo de un f¨®sil humano de hace cientos de miles de a?os es motivo de j¨²bilo en cualquier excavaci¨®n paleont¨®l¨®gica del mundo. En la Sima de los Huesos, el riqu¨ªsimo yacimiento de la la sierra de Atapuerca (Burgos), un diente es algo rutinario, nada que merezca especial celebraci¨®n a estas alturas de la excavaci¨®n, con un tesoro ya rescatado de m¨¢s de 3.000 f¨®siles humanos en poco m¨¢s de una d¨¦cada. Sin embargo, el viernes pasado, Juan Luis Arsuaga, codirector de la excavaci¨®n, y su equipo salieron de la Sima a eso de las cuatro de la tarde, llenos de barro (como siempre), con fr¨ªo (en ese rinc¨®n de la cueva hay una temperatura constante de 13 grados cent¨ªgrados y un alto ¨ªndice de humedad), pero encantados y festejando el hallazgo de un diente.

'Aqu¨ª puede estar escondido el rastro de la vida de hace m¨¢s de un mill¨®n de a?os'

'Es un incisivo frontal', explica Arsuaga. 'Ser¨ªa de un individuo viejo, el diente est¨¢ muy gastado', apunta Ignacio Mart¨ªnez, miembro del equipo. Por la tarde, el hueso envuelto en gasa estaba ya sobre la mesa de aluminio del nuevo laboratorio montado por la residencia universitaria Gil y Silo¨¦ (Burgos) para que estos cient¨ªficos trabajen durante la campa?a de verano. Salvo por el incisivo, la parte de la mesa reservada para los f¨®siles humanos estaba vac¨ªa, mientras en el extremo dedicado a los restos de oso, muy abundantes en la Sima, hab¨ªa ya una veintena de piezas encontradas desde el inicio de las excavaciones este a?o, el 1 de julio.

Acumulaci¨®n de osos

'Este diente nos da la clave de la historia de la Sima', concluye Arsuaga. 'Ten¨ªamos un nivel de f¨®siles humanos en la misma cota que un nivel de osos, no lo entend¨ªamos muy bien', dice Mart¨ªnez. Y Arsuaga se extiende: 'Hasta ahora s¨®lo ten¨ªamos conjeturas, ahora podemos explicar todo lo que ha pasado aqu¨ª. Por fin tenemos toda la columna estatigr¨¢fica del yacimiento'. El diente apareci¨® bajo el nivel de mayor acumulaci¨®n de osos y casi encima del nivel de arenas del suelo de la cueva.

'Hace unos 300.000 a?os cayeron al suelo de la Sima los cad¨¢veres humanos, o los depositaron. Fue un acontecimiento puntual, luego no se tiraron m¨¢s cuerpos. Pero a la vez y, sobre todo despu¨¦s, durante miles de a?os, fueron cayendo osos y m¨¢s osos', dice Arsuaga.

En los niveles inferiores los paleont¨®logos han encontrado restos de plant¨ªgrado mezclados con los humanos; luego, en los siguientes niveles, s¨®lo hay f¨®siles de oso. Como el suelo de la cavidad est¨¢ inclinado, los cad¨¢veres humanos que fueron a parar junto a la pared quedaron algo protegidos, no les cayeron demasiados animales encima y por eso los encontramos antes', contin¨²a Arsuaga, se?alando las zonas donde el equipo ha encontrado en la ¨²ltima d¨¦cada el tesoro de la Sima de los Huesos: restos de unos 30 individuos preneandertales de todas las edades.

Ahora, el nuevo diente indica que bajo el nivel de mayor acumulaci¨®n de osos, de unos dos metros de altura, hay m¨¢s restos f¨®siles humanos. Se calcula que se ha extra¨ªdo s¨®lo un tercio de los restos preneandertales que hay all¨ª, pero ir documentando cada pieza, por min¨²scula que sea, su posici¨®n y su estado lleva mucho tiempo, y los palent¨®logos saben que tienen excavaci¨®n para varios a?os.

Desde hace tiempo los cient¨ªficos buscan una explicaci¨®n a esa extra?a acumulaci¨®n de cad¨¢veres humanos -algo ins¨®lito en la historia de la paleontolog¨ªa- en una cueva sin vestigios de ocupaci¨®n por parte de aquellos individuos. ?Se cayeron? ?Los colocaron all¨ª sus cong¨¦neres? 'Me huele a una gran mortandad en muy poco tiempo; esto es un acontecimiento importante para el grupo, algo pas¨® y muri¨® mucha gente a la vez. Tal vez una crisis ambiental, una sequ¨ªa, desaparici¨®n brusca de recursos, algo que afect¨® a la poblaci¨®n de modo singular y los muertos fueron depositados en la Sima', sugiere Arsuaga.

Fuera de la cueva siguen trabajando otros equipos de la campa?a de excavaci¨®n en los dem¨¢s yacimientos. En total, este a?o, con un presupuesto de unos 25 millones de pesetas (15 aportados por la Junta de Castilla y Le¨®n y 10 por la Fundaci¨®n Atapuerca), participan 110 personas.

Sondeos

Delante del yacimiento de El Elefante, un corte en el terreno que deja al descubierto una secci¨®n de relleno de unos 15 metros de altura, estaba la semana pasada una m¨¢quina perforadora haciendo un ruido infernal. Los paleont¨®logos han decidido este a?o hacer dos sondeos en el suelo para ver hasta d¨®nde llega el yacimiento y si hay indicios de que all¨ª se esconden restos de inter¨¦s. El sondeo (dos agujeros de 10 cent¨ªmetros de di¨¢metro) lleg¨® a 10,2 metros de profundidad.

Hay que analizar los sedimentos extra¨ªdos, pero de momento la profundidad alcanzada antes de tocar roca indica que puede estar escondido bajo el suelo el rastro de la vida en la sierra de Atapuerca hace m¨¢s de un mill¨®n de a?os y, tal vez, los vestigios de los primeros europeos.

'Aqu¨ª hemos encontrado f¨®siles de caballo, de b¨®vido, probablemente de bisonte y de ciervo gigante', explica el paleont¨®logo Antonio Rosas se?alando una de las cornisas de El Elefante. 'Abajo, en el nivel de hace un mill¨®n de a?os, encontramos unas lascas de s¨ªlex y unas v¨¦rtebras de b¨®vido con marcas de corte, pero estamos buscando m¨¢s evidencias [de ocupaci¨®n humana], antes de publicar estos hallazgos'. De momento no han aparecido f¨®siles de hom¨ªnidos.

Este a?o se dedica mucho esfuerzo a El Elefante, se ha retranqueado la parte superior y se ha montado un gran andamio de acceso al yacimiento. 'Vamos a preparar el estudio estatigr¨¢fico completo y planificaremos la excavaci¨®n sistem¨¢tica', dice Berm¨²dez de Castro, codirector de las excavaciones con Arsuaga y Eudald Carbonell.

Por ahora, el grueso de los miembros de la excavaci¨®n trabaja a 200 metros de El Elefante, en el yacimiento de Dolina, otro corte abierto en la tierra donde se encontraron, en 1995, los f¨®siles de Homo antecessor, los restos humanos m¨¢s antiguos de Europa por el momento.

Pero aquel tesoro apareci¨® en un sondeo reducido del yacimiento, seis metros cuadrados de superficie, en una acumulaci¨®n de sedimentos con una extensi¨®n de casi un centenar de metros. Y ahora se est¨¢ excavando el yacimiento completo. Unas setenta personas se afanan cada d¨ªa con pinceles, bistur¨ªes, cuadernos de campo, bolsitas de pl¨¢stico para guardar cada pieza que aparece y rotuladores y etiquetas para marcar todo.

'Estamos en el nivel TD10, que tiene una antig¨¹edad de unos 300.000 a?os', explica Berm¨²dez de Castro. 'Y es tan rico en informaci¨®n, tiene tantos vestigios, que vamos muy despacio'. Ah¨ª aparecen herramientas de piedra que utilizar¨ªan los humanos hace 300.000 a?os (antig¨¹edad de los hombres de la Sima de los Huesos) y f¨®siles de la fauna de aquella ¨¦poca. Cada d¨ªa se extraen unas mil piezas que, por la tarde, clasifican y documentan los arque¨®logos en los laboratorios montados en Burgos.

Los cient¨ªficos saben que tardar¨¢n a?os en volver a tocar el nivel TD6, varios metros m¨¢s abajo, donde aparecieron los 80 f¨®siles de Homo antecessor. 'Estamos pensando dividir la excavaci¨®n de Dolina de manera que un grupo avance hacia TD6 mientras otro sigue excavando lentamente el resto del yacimiento', explica Berm¨²dez de Castro'. Pero eso ser¨¢ otro a?o. Lo que est¨¢ claro es que en Dolina se ha tocado fondo en cuanto a antig¨¹edad: no conserva restos de m¨¢s all¨¢ de un mill¨®n de a?os.

'Creo que Homo antecessor es la especie que coloniz¨® Europa', dice Arsuaga. Sin embargo, hay f¨®siles de hom¨ªnidos de 1,8 millones de a?os en Georgia, de Homo ergaster, seguramente la primera especie humana que sali¨® de ?frica.

'Pero esos yacimientos est¨¢n en la vertiente meridional del C¨¢ucaso, y los cr¨¢neos humanos aparecen asociados a una fauna de zonas c¨¢lidas, como africana', contin¨²a Arsuaga. 'Los ecosistemas europeos son muy diferentes y Homo ergaster no estar¨ªa preparado para vivir fuera de la franja c¨¢lida. Creo que para vivir en los ecosistemas europeos, con diferentes estaciones, hace falta un alto grado de complejidad social, de planificaci¨®n de los recursos y de conceptualizaci¨®n, de manera que el poblamiento de Europa realmente significa un test de inteligencia de los primitivos humanos, que, me parece, no se produce hasta hace 1,5 millones de a?os. Homo antecessor, o su precendente, debe de ser la primera especie del continente'. La soluci¨®n del enigma puede estar en El Elefante.