Un perfume de antiguo r¨¦gimen
El jefe del Estado y el Gobierno disponen cada a?o de un fondo de 10.000 millones de pesetas para gastar libremente de acuerdo a su propio criterio
'Un perfume de antiguo r¨¦gimen' flota sobre Francia, en expresi¨®n del dirigente liberal Alain Madelin: un pa¨ªs encuadrado por su presidente y su Gobierno, a los que el Parlamento engrasa cada a?o con un fondo reservado de unos 10.000 millones de pesetas, y de cuyo uso no tienen que dar explicaci¨®n. A esa opacidad se aferran los colaboradores del presidente de la Rep¨²blica, Jacques Chirac, para atajar el esc¨¢ndalo sobre una serie de viajes de placer disfrutados por ¨¦l y su familia, sufragados en efectivo.
La historia es fant¨¢stica. Maurice Ulrich, senador por el partido neogaullista RPR, ha declarado a los jueces que Chirac le confi¨® la custodia del 'sobrante' de los fondos reservados recibidos durante sus a?os como primer ministro, de 1986 a 1988. Tal encargo se produjo cuando el entonces alcalde de Par¨ªs sali¨® de Matignon, la residencia de los jefes de Gobierno, a consecuencia de la segunda victoria electoral de Fran?ois Mitterrand. Los fajos de billetes se depositaron en una caja fuerte de la alcald¨ªa de Par¨ªs.
El presidente no es sospechoso de haberse enriquecido ilegalmente, pero s¨ª de haber montado un sistema para financiar su partido
El propio senador Ulrich admite haber extra¨ªdo de esa caja 339.548 francos (ocho millones y medio de pesetas) para pagarse una semana en islas Mauricio con su familia, seg¨²n dijo ante los jueces que investigan el origen de los fondos usados en tales desplazamientos. La fecha de la factura es del 19 de marzo de 1993. Chirac hab¨ªa dejado de ser primer ministro cinco a?os antes: el 'fondo sobrante' deb¨ªa ser realmente generoso para estar a?os sin agotarse.
Otros 119.339 francos (tres millones de pesetas) sirvieron para costear unos d¨ªas de vacaciones en Nueva York de Jacques Chirac, su hija Claude y un escolta, seg¨²n inform¨® al juez el propietario de la agencia de viajes Gondard, donde se tramit¨® el desplazamiento, contra la correspondiente entrega del dinero en efectivo. Claude Chirac ha reconocido judicialmente ese viaje, aunque ignora c¨®mo se pag¨®.
Al hilo de este incidente se ha sabido que, cada mes, el Banco de Francia traspasa las correspondientes remesas a determinadas cuentas de la presidencia de la Rep¨²blica y del Gobierno. Por imaginativo que resulte hablar de 'cloacas' y de 'pozos negros', lo cierto es que el Parlamento franc¨¦s vota los fondos reservados, si bien carece del derecho a conocer en qu¨¦ se emplean. Como explicaci¨®n a esta opacidad se alega un deber de discreci¨®n hacia los Servicios Secretos (la DGSE, siglas de la Direcci¨®n General de Seguridad Exterior), al parecer, receptores de parte del dinero.
Pero los que han sido cocineros antes que frailes no se chupan el dedo. Por ejemplo, el ¨²ltimo ministro conservador de Interior, Jean-Louis Debr¨¦, ha aprovechado para urgir a la supresi¨®n de unos fondos tan tentadores, con los que la oposici¨®n teme ahora que el Gobierno de izquierda financie operaciones preelectorales. Una inquietud muy l¨®gica, por curioso que sea cuestionar un sistema con medio siglo de antig¨¹edad a s¨®lo nueve meses de las presidenciales. La costumbre de que los gobernantes vac¨ªen las cajas a cada 'cambio de r¨¦gimen' se encuentra tan extendida, que Lionel Jospin ha puntualizado que ¨¦l devolver¨¢ el sobrante cuando deje de ser jefe del Gobierno.
Muchos observadores no se creen la versi¨®n de que los viajes de la familia Chirac se pagaran con fondos reservados. Desde luego, la hip¨®tesis de los jueces instructores apunta a la corrupci¨®n: en concreto, a sumas ilegales facilitadas por empresas adjudicatarias de obras en centros de ense?anza, en proporci¨®n al volumen de negocio recibido. En todo caso, el asunto es grave: los jueces se han incautado de documentaci¨®n que totaliza pagos por 2,4 millones de francos. Ser¨ªa un delito en toda regla si procedieran de la corrupci¨®n, y es un esc¨¢ndalo pol¨ªtico si se trata de dinero de los contribuyentes dedicado a viajes de placer. 'Si preguntan a las personas que me conocen, no encontrar¨¢n nadie que diga que yo soy un hombre de dinero', ha dicho Chirac. Nadie le acusa de haberse aprovechado de sus cargos para constituir una fortuna personal; s¨®lo se sospecha que promovi¨® o acept¨® un sistema de financiaci¨®n irregular de la pol¨ªtica.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.