Positive Black Soul y Chico C¨¦sar imponen su fuerza en Pirineos Sur

Los primeros son la muestra m¨¢s palpable de que el rap ya es un g¨¦nero de ida y vuelta. Su cadencia verbal naci¨® de la tradici¨®n oral africana, tom¨® carta de naturaleza en Estados Unidos y ahora vuelve de nuevo a ?frica. Especialmente en Senegal, y m¨¢s en concreto en Dakar, hay un hervidero de grupos de hip-hop, entre los que Positive Black Soul son los m¨¢s conocidos en Europa. En su m¨²sica amalgaman mbalax, soukous, pop, funk, gospel, r&b y un fraseado que en ocasiones es recitado y en otras cantado. En directo resultaron espl¨¦ndidos, fiando su colorismo al matiz aportado por percusi¨®n tradicional, kora y guitarra ac¨²stica. Son representantes de un naciente groove africano que, si respeta sus ra¨ªces, generar¨¢ m¨²sica maravillosa.

El viernes completaron el cartel Kassav', una verdadera instituci¨®n musical del Caribe franc¨¦s, que enfocan sus conciertos como actos de divulgaci¨®n cultural. Con 14 m¨²sicos en escena, Kassav' dejaron para el recuerdo una pieza, Zouk-la, tocada sin teclados y con guitarra ac¨²stica electrificada. Fue de lo mejorcito de esta banda.

El s¨¢bado naci¨® con la meteorolog¨ªa en contra, y de las 2.000 personas que acudieron la v¨ªspera, con una nutrida presencia francesa, se pas¨® a poco m¨¢s de 800 dispuestas a todo. Como, por ejemplo, a mojarse. Esta predisposici¨®n del p¨²blico fue lo que dio alas al brasile?o Chico C¨¦sar, quien ofreci¨® un concierto impropio en condiciones tan precarias, con la boca del escenario empapada y, ya en los bises, el agua mojando levemente esa cabellera de profesor chiflado que exhibe.

Chico vino a ofrecer un concierto impecable que explic¨® el porqu¨¦ de su presencia en un programa orientado hacia la negritud africana. Chico es una rara avis, un cantautor que no suena a ese Brasil de diapositiva que se conoce en todo el mundo. Hombre con intuici¨®n y sentido, se hizo acompa?ar por flauta, teclista que tambi¨¦n tocaba acorde¨®n, bater¨ªa que siempre percut¨ªa con mano y baqueta en busca del matiz, y bajista.

Al frente, ¨¦l, un Chico con bata que por eso mismo recordaba a Lester Bowie, tocando una guitarra sintetizada de la que extrajo sonidos id¨®neos para africanizar su m¨²sica, tambi¨¦n pop, funk, cantautoril y, en suma, mestiza. Tanto, que, ante el disfrute de quienes ya llevaban horas moj¨¢ndose, Chico acab¨® en plan tecno para volverse a escapar del t¨®pico brasilizante. Estupendo su concierto.