Las sombras de Duchamp

'La pintura tambi¨¦n tiene que afectar a la materia gris, a nuestro apetito de comprensi¨®n'. 'Vivir es creer'. 'Fue un intento de sacar una conclusi¨®n de esa deshumanizaci¨®n de la obra de arte lo que me llev¨® a concebir los ready-mades'. Son extractos de la entrevista que James Johnson Sweeney, entonces director del Moma de Nueva York, hizo en 1956 a una de las personalidades m¨¢s influyentes del arte del siglo XX: Marcel Duchamp (Francia, 1887-1968).

Mientras las frases se proyectan en el suelo de un espacio en penumbra, en las paredes aparecen las sombras de algunos de sus conocidos ready-mades, objetos anodinos, como un urinario o una rueda de bicicleta, que Duchamp presentaba en exposiciones de arte, y cuya sombra, efectivamente, ha recorrido todo el siglo. 'Duchamp introduce por primera vez la idea de que el aspecto decisivo de una propuesta art¨ªstica no es un hacer, sino un seleccionar o un descontextualizar la imagen; por eso, los surrealistas y los artistas pop lo tuvieron como un referente', afirma Jos¨¦ Jim¨¦nez, responsable, junto al artista canario Adri¨¢n Alem¨¢n, de la instalaci¨®n que el Centro de Cultura Contempor¨¢nea de Barcelona dedica a este hombre, que consideraba tan art¨ªstico el ajedrez como la pintura.

La instalaci¨®n, abierta hasta el 11 de septiembre, se enmarca en el ciclo Faros del siglo XX (www.cccb.org/farsonline) y presenta, adem¨¢s de la entrevista televisiva de Sweeney y otra realizada 10 a?os despu¨¦s por la televisi¨®n belga, la pel¨ªcula Anemic Cinema, codirigida por Duchamp y Man Ray, la ¨²nica composici¨®n musical, aleatoria, realizada por Duchamp en 1913, y diferentes proyecciones de sus obras divididas en dos grandes grupos. Por una parte sus grandes piezas art¨ªsticas, en las que introduce de forma intelectualizada el tema del erotismo, como Desnudo bajando la escalera, El gran vidrio y ?tant donn¨¦s. Por otra, una selecci¨®n de sus famosos ready-mades que Adri¨¢n Alem¨¢n ilumina con focos de teatro 'para mostrar que los gestos m¨¢s radicales del arte acaban siendo iluminados en la sociedad del espect¨¢culo'. La instalaci¨®n es s¨®lo una aproximaci¨®n al complejo mundo de Duchamp, un artista al que Jim¨¦nez considera que se le trata con un exceso de solemnidad cuando una clave de su trabajo es 'la jovialidad y la afirmaci¨®n de la vida'. Pese a su car¨¢cter discreto y su antidivismo, Duchamp sigue siendo un personaje pol¨¦mico, en gran parte debido a las interpretaciones de todo tipo que ha tenido su obra. Por ejemplo, se?ala Jim¨¦nez, Andr¨¦ Breton defin¨ªa err¨®neamente sus ready-made como objetos que pasaban a ser arte gracias a la firma del artista. 'Es todo lo contrario', dice Jim¨¦nez. 'Si Duchamp molesta tanto es porque echa por tierra el mito del artista como genio'.