Un vecino de Getafe de 5.000 a?os
Un yacimiento arqueol¨®gico en la catedral getafense descubre restos humanos de hace cinco milenios
Cinco milenios. ?se es el tiempo que ha transcurrido desde que fue enterrado en un antiguo silo uno de los primeros moradores de lo que hoy d¨ªa es Getafe. Unas excavaciones en el interior de la iglesia catedral de Santa Mar¨ªa Magdalena (iniciada en el siglo XVI y concluida en el XVIII) han permitido descubrir este importante yacimiento. En otras tres calas se han hallado otros 130 enterramientos que pertenecen a los a?os 1600. La instalaci¨®n de un moderno sistema de calefacci¨®n que supon¨ªa el levantamiento del suelo de la catedral, colocado en torno a 1950, fue la excusa para hacer estas calas en el interior del templo.
Este hallazgo corrobora la historia de Getafe, una de las localidades con mayor arraigo de la periferia de la capital. Seg¨²n los estudiosos, los primeros moradores de esta zona sure?a se asentaron cerca del cerro de los ?ngeles, en lo que hoy d¨ªa es la actual base a¨¦rea. All¨ª deb¨ªan de encontrarse las terrazas del r¨ªo Manzanares. Sin embargo, la falta de salubridad motiv¨® que estos primeros habitantes abandonaran este sitio y se trasladaran a lo que hoy es el centro de la localidad. Aprovecharon una parte elevada para colocar el poblado.
La actual seo se asienta sobre un templo mud¨¦jar de los siglos XIII o XIV, seg¨²n los estudios hist¨®ricos
El reciente descubrimiento consta de parte de un cr¨¢neo y su correspondiente mand¨ªbula, v¨¦rtebras, costillas y un h¨²mero. Su estado de conservaci¨®n es muy malo. Fueron aplastados por un muro y adem¨¢s tienen miles de a?os. De momento, no han sido extra¨ªdos del lugar encontrado (junto a la torre mud¨¦jar de la catedral, conocida como la torre vieja) para evitar su deterioro. Seg¨²n explica Pilar O?ate, la arque¨®loga encargada de las investigaciones, esperar¨¢ a que llegue un grupo de antrop¨®logos para que estudie la zona y saque todos los detalles que pueda antes de la extracci¨®n. 'Los dientes les permitir¨¢n deducir la edad de la persona y de qu¨¦ se alimentaba', explica la arque¨®loga.
El hallazgo fue casual, ya que cuando los expertos limpiaban una tumba antropom¨®rfica excavada en el antiguo silo comprobaron que hab¨ªa restos de materiales y arena procedentes del hundimiento de un muro cercano. Cuando lo levantaron, el equipo (dos arque¨®logas y cuatro ayudantes) se encontr¨® con restos de dos vasijas y los huesos de la ¨¦poca calqueol¨ªtica.
Las otras tres calas (dos transversales en la nave central y una tercera en el altar) han permitido determinar que la actual seo se asienta sobre un templo mud¨¦jar de los siglos XIII o XIV. ?ste debi¨® tener planta rectangular con unas dimensiones aproximadas de 15 metros de ancho y unos 22 metros de largo, con un posible ¨¢bside en la cabecera que no ha sido identificado con seguridad. 'Hab¨ªa constancia documental de que los suelos de las catedrales se utilizaban como cementerios. De hecho fue una pr¨¢ctica muy extendida hasta que lo prohibi¨® el rey Carlos III por motivos claros de salubridad', explic¨® la directora general de Patrimonio Hist¨®rico y Art¨ªstico, Victoria Mar¨ªn.
En 1549 se derrib¨® la ermita mud¨¦jar llamada de Santa Mar¨ªa Magdalena, de la que s¨®lo se conserv¨® una torre. Sobre su solar se empez¨® a edificar la actual seo. Este nuevo templo fue dise?ado por el arquitecto Alonso de Covarrubias, a instancias del cardenal de Toledo Juan Mart¨ªnez Sil¨ªceo. El maestro de obras Juan Franc¨¦s se encarg¨® de la construcci¨®n de la nueva iglesia, tras ser aceptada su oferta de 2.800 ducados de oro en la subasta p¨²blica celebrada el 5 de febrero de 1549. Unas cuantas anomal¨ªas motivaron que el arquitecto mayor de Felipe IV, Juan G¨®mez de Mora, continuara personalmente la ejecuci¨®n del proyecto en 1622. La nueva contrata recay¨® en Bartolom¨¦ de Barreda. El empleo de malos materiales origin¨® un derrumbe en 1632. Santa Mar¨ªa Magdalena fue terminada en 1770, seg¨²n consta en los anales del obispado de Getafe.
El uso de la iglesia como cementerio hasta 1813 ha supuesto un deterioro de la estratigraf¨ªa arqueol¨®gica, en especial en la nave central, donde se ha encontrado el mayor n¨²mero de enterramientos. En la zona del presbiterio se ha identificado el pavimento originario del actual templo, procedente del siglo XVI, formado por hiladas de ladrillos rojizos intercalados con azulejos decorados con motivos vegetales.
En esa ¨¦poca, los enterramientos se efectuaban en varios niveles, seg¨²n se iban llenando los espacios. La parte central y la parte m¨¢s cercana al altar se destinaban a los vecinos que ten¨ªan m¨¢s dinero. El resto, en las naves laterales y en la entrada del templo, se dejaba para los menos pudientes.
Cuando terminen los estudios se colocar¨¢ una capa geotextil para proteger los restos, que no se sacar¨¢n. 'Dentro de muchos a?os podr¨ªan hacerse nuevas excavaciones y, con las t¨¦cnicas de entonces, quiz¨¢s descubran m¨¢s cosas que nosotros', explica O?ate.
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