La batalla de G¨¦nova
Era previsible, pero en modo alguno inevitable. Las protestas de G¨¦nova con ocasi¨®n de la cumbre del G-8 degeneraron ayer en una batalla campal que la polic¨ªa no supo gestionar a la vista de los resultados: al menos un manifestante muerto de un disparo en la cabeza, casi un centenar de heridos y un n¨²mero similar de detenidos. Los repetidos intentos de un sector de los manifestantes de traspasar el per¨ªmetro de seguridad conocido como la l¨ªnea roja y las cargas de la polic¨ªa han desplazado del centro de atenci¨®n el debate de los l¨ªderes pol¨ªticos de las grandes potencias, y tambi¨¦n el de los grupos antiglobalizaci¨®n. La violencia ha matado la agenda pol¨ªtica e ideol¨®gica.
La presi¨®n de los manifestantes ha hecho que los gobernantes democr¨¢ticos de los siete pa¨ªses m¨¢s ricos del planeta hayan tenido que refugiarse tras una gran muralla y alojarse en barcos o bases a¨¦reas. Es un s¨ªntoma de que algo anda muy mal en la pol¨ªtica. Adem¨¢s, la Italia de Berlusconi ha suspendido temporalmente desde hace d¨ªas la aplicaci¨®n del acuerdo de Schengen, lo que constituye un grave paso atr¨¢s en la desaparici¨®n de las fronteras internas en la UE.
Es lamentable que la violencia tape los esfuerzos intelectuales que algunas organizaciones no gubernamentales han hecho para presentar alternativas constructivas a la actual forma de globalizaci¨®n. El hecho es que el desbordamiento de la violencia por grupos aut¨®nomos que no representan a la mayor¨ªa, sumado a la ineptitud de los propios carabinieri, ha hecho pasar a segundo plano las propuestas, incluidas las del G-8, para sacar al mundo del inicio de una recesi¨®n.
Si la l¨ªnea roja ha resultado impermeable a las personas, no lo ha sido del todo a las iniciativas, aunque ¨¦stas hayan sido hasta ahora muy t¨ªmidas. Los que propugnan una globalizaci¨®n alternativa, menos desigual, m¨¢s universal y gobernable han obtenido de las siete econom¨ªas m¨¢s ricas del mundo (m¨¢s Rusia) la creaci¨®n de un Fondo Mundial para la Salud para luchar contra enfermedades como el sida o la malaria en los pa¨ªses m¨¢s pobres, aunque los 1.300 millones de d¨®lares de dotaci¨®n son s¨®lo una quinta parte de lo que ped¨ªa el secretario general de la ONU, Kofi Anan.
Visto lo ocurrido en todas las cumbres de organismos multilaterales desde Seattle, los l¨ªderes pol¨ªticos deben reflexionar sobre la necesidad de cambiar una modalidad de reuniones que lleva aparejado el fracaso de dividir en dos bandos irreconciliables a los participantes de uno y otro lado de la l¨ªnea roja. Justamente lo contrario de aquello para lo que fueron creadas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.