El significado del Estatuto
'El Estatuto es una gran conquista -dec¨ªa Azkarate-... No podemos olvidarnos de ello para dar satisfacci¨®n a otros grupos'. Azkarate era Xabier Arzalluz (cosas de la clandestinidad) reci¨¦n incorporado al EBB bajo el patrocinio de Ajuriaguerra; y el a?o que corr¨ªa, el de 1973. Arzalluz se refer¨ªa, claro, al Estatuto de 1936, y, m¨¢s en general, a la autonom¨ªa como f¨®rmula constitutiva para el Pa¨ªs Vasco. El franquismo agonizaba, las posturas se perfilaban, algunas muy radicales, y el PNV hac¨ªa su apuesta estrat¨¦gica ante la nueva situaci¨®n. A¨²n faltaban seis a?os para que el Estatuto se hiciera realidad. Seis a?os decisivos. Carrero, Franco, huelgas generales, y un cambio de r¨¦gimen de ciento ochenta grados: de la dictadura a la democracia, del Fuero de los Espa?oles a la Constituci¨®n. Fue una decisi¨®n sabia. As¨ª lo entendi¨® la mayor¨ªa en 1979.
Tras la pasada investidura, conocido el programa de gobierno soberanista del lehendakari Ibarretxe, se ha abierto un gran debate sobre la validez del Estatuto de Autonom¨ªa. Es leg¨ªtimo. Otra cosa es que hoy sea conveniente o incluso responsable abrirlo desde el gobierno. Uno quisiera racionalizar las cosas para no caer en la mera pugna simb¨®lica. ?Que signific¨® y significa el Estatuto para los vascos? Es la cuesti¨®n a establecer para entrar en la otra m¨¢s densa de la validez o no del mismo.
Hacia 1976 se presentaban al menos tres v¨ªas constitutivas para el paisito. Una, foralista, promovida por viejas ¨¦lites forales, el gobierno de UCD y AP del Pa¨ªs Vaco. La otra, la de la independencia pasando por la autodeterminaci¨®n, y finalmente una amplia gama de propuestas estatutistas: de la ORT al PNV, pasando por EE. Triunf¨® la v¨ªa autonomista. Tras sendas y variad¨ªsimas propuestas, el Estatuto fue consensuado entre PNV, PSE, ESEI, EE y, con reservas, por UCD del Pa¨ªs Vasco. Fue solemnemente aprobado en Gernika el 29 de diciembre de 1978 por la Asamblea de Parlamentarios Vascos. Por tanto, fue un pacto constitutivo entre vascos. Despu¨¦s, la Asamblea, representada por el Consejo General presidido por Garaikoetxea (no sin reticencias), negoci¨® con el gobierno de Madrid (Su¨¢rez) para que el Estatuto fuera aprobado en el Parlamento de Espa?a seg¨²n el esp¨ªritu de la Constituci¨®n. En segunda instancia, pues, fue un pacto espa?ol por las autonom¨ªas.
Eso signific¨® el Estatuto. Un pacto b¨¢sico de convivencia en el Pa¨ªs Vasco entre distintas corrientes, y el acuerdo con ese estatus del resto de Espa?a. Estaba bien, y estaba en la tradici¨®n hispana (m¨²ltiples identidades) y vasca (foral). La campa?a por el Estatuto fue complicada. No por la oposici¨®n radical de HB (que propugn¨® el no y la abstenci¨®n), sino por la apat¨ªa de una parte importante de la poblaci¨®n. UCD no particip¨® en la campa?a por el s¨ª. De ah¨ª un relativo alto nivel de abstenci¨®n.
?Y luego? Luego se ha ido conformando en estos 22 a?os una mayor¨ªa centrada, moderna, sin problemas de identidad (con identidades no sacrales como vascos, espa?oles o ambas cosas, morenos o rubios, amantes de la trikitixa o del jazz) que ven en el Estatuto un sistema saludable de mestizaje de identidad y gobierno racional. Una forma razonable de convivencia. Eso es todo. Son nacionalistas o no, pero constituyen el 60% de la poblaci¨®n.
?Romperlo por hacerle la gracia a ETA? Deber¨ªan repensarlo los estrategas del PNV y el propio Ibarretxe. Porque hacerlo -lo hemos visto en la sesi¨®n de investidura- supone pensar en el paisito como paisazo hecho de dos etnias: la de los euskaldunes y los otros (Ibarretxe y Egibar se dirig¨ªan en euskera a los suyos y a HB, y en castellano al PP). Y eso tiene ya efectos pr¨¢cticos. Eso, propuesto como programa de gobierno, no es bueno para el paisito. ?Leg¨ªtimo? S¨ª. Pero poco inteligente e irresponsable. ETA seguir¨¢ encontrando elementos que la legitimen. Los estatutistas, eso s¨ª, estar¨ªan por su pleno desarrollo (frente a la cicater¨ªa del PSOE y el PP). Eso significa el Estatuto, de ah¨ª su validez.
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