Paseo por el mar interior

El agua no es salada, las playas son artificiales, las mareas no existen y la pr¨¢ctica del surf es una pura entelequia, pero para muchos vascos -no s¨®lo los ciudadanos alaveses- los pantanos del Zadorra son su ¨²nico y verdadero mar. Ahora, con la iniciativa de la Diputaci¨®n foral de ?lava de recorrer todo su per¨ªmetro con paseos aptos para el senderismo y para practicar el cicloturismo, este gran embalse se ha convertido en el primer mar interior de Europa que dispone de un recorrido de senderos completo y que incluye dos pasos sobre el agua.

Los domingueros que ritualmente acuden hasta este lago artificial para sobrellevar lo mejor posible la can¨ªcula cuentan de momento con dos itinerarios perfectamente acondicionados. Discurren por 14 kil¨®metros de los 51 previstos (el embalse tiene 64 en total) que permiten descubrir con facilidad uno de los entornos naturales m¨¢s interesantes del Pa¨ªs Vasco.

Los antecendentes hay que buscarlos en el parque de Garaio, la mayor de las pen¨ªnsulas del pantano de Ullibarri-Ganboa, como tambi¨¦n es conocido este embalse. Sus 116 hect¨¢reas son un ¨¢rea recreativa cuidadosamente preparada para el disfrute de las aguas, que cuenta con una playa artificial creada con los sedimentos del propio Zadorra en su desembocadura al Ebro.

Pero la invasi¨®n descontrolada del resto del pantano por parte de ciudadanos mal acostumbrados llev¨® a la Diputaci¨®n foral alavesa a ampliar las ¨¢reas de recreo, al mismo tiempo que se cerraba el per¨ªmetro del embalse. Ah¨ª surgen estos paseos, 'como corredor de protecci¨®n, al fin y al cabo, de la orilla', como explica Elena G¨®mez, responsable t¨¦cnico del dise?o de la recuperaci¨®n de las orillas de este lago artificial.

De momento, est¨¢n abiertos dos itinerarios. El primero comienza en el aparcamiento del restaurante Etxe-zuri, en Landa. A partir de aqu¨ª, el camino (de unos 2,5 metros de ancho) se adentra por un bosque de robles, sauces y pinos hasta llegar al pueblo de Ullibarri-Ganboa, despu¨¦s de pasar por el Club N¨¢utico de Vitoria. El final del trayecto de 6,5 kil¨®metros de longitud se prolonga 500 metros hasta el cementerio de esta localidad.

El otro paseo sale del parque de Garaio y es, sin duda, el m¨¢s espectacular. Despu¨¦s de andar unos cientos de metros, el paseante tiene que cruzar el pantal¨¢n flotante de 192 metros lineales y verdadera obra de ingenier¨ªa acu¨¢tica. Se trata de una plataforma de acero inoxidable con piso de tarima de madera, que va apoyada al agua con flotadores de poli¨¦ster y est¨¢ anclada al lecho del embalse con dados de hormig¨®n. Para que sus usuarios caminen o circulen con tranquilidad por este gran paso, el conjunto est¨¢ amarrado con cabos el¨¢sticos de poli¨¦ster a esos bloques de hormig¨®n.

El recorrido contin¨²a por esa peque?a pen¨ªnsula de Gando hasta enlazar, bien con el pueblo de Landa, bien con Azua, tras cruzar la pasarela de 400 metros construida sobre un antiguo acueducto.

Adem¨¢s de estas dos grandes infraestructuras, los caminos est¨¢n salpicados de puentes de evocaciones marineras, verdadero aperitivo de todo un itinerario costero que se concluir¨¢ en mayo de 2002.