Tarde de bien torear

El primer toro tuvo tan poca fuerza que se par¨® a la tercera serie, agotadas las pilas y las ganas. Con anterioridad, Caballero lo hab¨ªa templado con la derecha logr¨® robarle alg¨²n pase a izquierdas, am¨¦n de un par de buenos cambios de mano. El cuarto, corret¨®n y sin fijeza, lleg¨® a la muleta incierto y tardo. Caballero lo esper¨® firme y, con la mano baja, se fue haciendo con la embestida hasta mandar en dos series de naturales, en las que lucieron quietud, colocaci¨®n y aguante. No todo sal¨ªa bien, llegaron los altibajos, pero siempre hubo seriedad, sosiego y valor para vencer de sobra dificultades ciertas.

Javier Conde se dej¨® en el hotel la exuberancia teatral de baratillo y ech¨® en el esport¨®n una mayor dosis de torer¨ªa. As¨ª, s¨ª. Apunt¨® excelentes lances en sus dos quites, con la pierna contraria en su sitio y el enga?o adelantado. Se constituy¨® en eje de su faena al segundo y luch¨® con ¨¦l para evitar que se rajara en tablas; lig¨® dos series con la derecha, tirando del toro en el de pecho y enjaret¨® alg¨²n natural sobre la huida. Brind¨® el quinto a Rafael de Paula y dej¨® dos series de cuatro con la derecha, rematadas sin enmendarse, que levantaron al p¨²blico. No pudo llegar al cuarto natural, pero se enroll¨® el toro a la cintura en el de pecho. Se adorn¨® con gusto y estuvo premioso con la espada.

D¨¢vila Miura estuvo muy firme con el dif¨ªcil tercero y practic¨® el toreo puro en el sexto, a base de mano baja, embarcando de largo y remantando en la cadera. As¨ª de f¨¢cil, as¨ª de sencillo y as¨ª de puro.