Las protestas sociales en G¨¦nova fuerzan al G-8 a buscar un lugar aislado para la pr¨®xima reuni¨®n
La cumbre se cierra con una declaraci¨®n ambigua y sin medidas concretas contra la crisis econ¨®mica
La cumbre del G-8 en G¨¦nova ha concluido con una declaraci¨®n final ambigua, ha dado escasos frutos pol¨ªticos y econ¨®micos y se ha saldado con un muerto, centenares de heridos y cuantiosos da?os. No obstante, ha sido aleccionadora para los l¨ªderes del grupo de los siete pa¨ªses m¨¢s industrializados y Rusia: la pr¨®xima reuni¨®n del grupo no se celebrar¨¢ en una ciudad, sino en la localidad de Kananaskis, un apartado rinc¨®n de las Monta?as Rocosas en la provincia canadiense de Alberta. Tambi¨¦n se ha acordado que el formato de la cumbre sea m¨¢s sencillo, sin las grandes delegaciones vistas hasta ahora.
El mayor aislamiento ser¨¢ compensado, al menos a partir de la reuni¨®n de 2003, bajo presidencia francesa, con la celebraci¨®n de una cumbre paralela de representantes de pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo y pa¨ªses subdesarrollados. 'No podemos someter a una ciudad a un asedio as¨ª, que obliga a los ciudadanos a huir masivamente', admiti¨® ayer el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, refiri¨¦ndose al calvario vivido por los habitantes de G¨¦nova durante los tres d¨ªas de la cumbre.
La reuni¨®n anual de los l¨ªderes de los siete pa¨ªses m¨¢s industrializados y Rusia necesita una profunda reforma interna para sobrevivir en un mundo cada vez m¨¢s complejo y parad¨®jico. El primero en tomar conciencia de esta necesidad ha sido el primer ministro canadiense, Jean Chr¨¦tien, partidario de una simplificaci¨®n profunda del esquema de funcionamiento y de la agenda del G-8. Los interminables comunicados, repletos de detalles vacuos, y el largo listado de temas tratados en las sesiones y sobre los que finalmente no se decide nada ser¨¢n sustituidos por notas m¨¢s sustanciosas y concretas y por temarios m¨¢s reducidos. Y, sobre todo, se reducir¨¢n los fastos diplom¨¢ticos, empezando por un recorte de las delegaciones que acompa?an a los l¨ªderes. La que ha acompa?ado a G¨¦nova a Vlad¨ªmir Putin, el presidente ruso, ocupaba tres aviones.
La presencia de centenares de miles de manifestantes en las calles de G¨¦nova para protestar contra la globalizaci¨®n ha convencido adem¨¢s a los l¨ªderes del G-8 de la necesidad de abrirse a los sectores m¨¢s 'dialogantes' de la sociedad civil. 'Tenemos que distinguir entre los profesionales de la guerrilla', dijo ayer Berlusconi, 'y los manifestantes pac¨ªficos', que desean expresar su rechazo a un determinado sistema econ¨®mico-pol¨ªtico. La polic¨ªa italiana ha tenido dificultades en establecer esta distinci¨®n. El portavoz del Foro Social de G¨¦nova, Vittorio Agnoletto, denunci¨® ayer la represi¨®n brutal usada por la polic¨ªa contra los pacifistas mientras unos pocos miles de anarcos violentos han mantenido a la ciudad en vilo durante tres d¨ªas. En la madrugada de ayer, las fuerzas de seguridad irrumpieron en dos sedes del Foro Social de G¨¦nova (FSG), donde secuestraron material de combate, detuvieron a 92 personas e hirieron a otras 61. Muchos de los m¨¢s de 300 heridos que se han producido en los enfrentamientos eran, no obstante, manifestantes pac¨ªficos. Al menos dos barriadas de G¨¦nova han quedado devastadas, con los comercios saqueados, decenas de veh¨ªculos incendiados y el mobiliario urbano destruido.
Despu¨¦s de lo ocurrido entre el 20 y el 22 de julio en esta tranquila ciudad portuaria de Italia, ser¨¢ mucho m¨¢s dif¨ªcil no s¨®lo para el G-8, sino para las organizaciones internacionales que m¨¢s pol¨¦mica suscitan, encontrar ciudades que les hospeden. Ha ocurrido ya con la reuni¨®n de la Organizaci¨®n Mundial de Comercio (OMC), de la que forman parte m¨¢s de 140 pa¨ªses, que a ¨²ltima hora ha tenido que aceptar, no sin discutirlo mucho, al ¨²nico candidato, Qatar, como anfitri¨®n.
El problema es que los mismos pa¨ªses que componen el grupo de los siete pa¨ªses m¨¢s ricos a¨²n no se han puesto de acuerdo en la agenda de negociaciones y apenas faltan tres meses para que se celebre la reuni¨®n. ?ste es uno de los puntos que justamente dejan en el aire la ambigua declaraci¨®n final del G-8, que habla de optimismo econ¨®mico cuando Jap¨®n est¨¢ en recesi¨®n, Europa apenas crece y la econom¨ªa estadounidense s¨®lo se sostiene gracias a los consumidores.
El G-8 pretende seguir respaldando la iniciativa de condonaci¨®n de deuda de los pa¨ªses m¨¢s pobres y celebra que 23 de esos 41 Estados hayan conseguido un recorte de 53.000 millones de d¨®lares de un total de 74.000 millones. 'El 70% de la deuda ha sido condonado', exclam¨® Berlusconi, sin distinguir que el recorte ha sido sobre los intereses de deuda y no sobre el total del d¨¦bito, que asciende a casi 200.000 millones. La ¨²nica medida concreta que se tom¨® en la cumbre ha sido el lanzamiento del fondo contra el sida, que arranc¨® el viernes con 1.200 millones de d¨®lares y ayer se le a?adieron 500 millones m¨¢s. El fondo, sin embargo, a¨²n est¨¢ lejos de lo que la ONU cree que necesita, entre 7.000 y 10.000 millones.
Cumbre inaccesible
No habr¨¢ palacios medievales, ni castillos con suntuosos jardines para los l¨ªderes del G-8 que acudan a la cumbre del a?o pr¨®ximo. El encuentro se celebrar¨¢ en Kananaskis, una peque?a localidad tur¨ªstica en la provincia de Alberta, en las monta?as Rocosas de Canad¨¢ (pa¨ªs anfitri¨®n en 2002). El primer ministro canadiense, Jean Chr¨¦tien, lo explic¨® ayer con detalle: 'Donde nos reuniremos el a?o pr¨®ximo es un lugar que s¨®lo dispone de 350 camas'. 'Si quieren venir tendr¨¢n que traerse el saco de dormir', a?adi¨® dirigi¨¦ndose a los periodistas. No ser¨¢ sencillo reunir a miles de enviados especiales, pero tampoco ser¨¢ f¨¢cil para los manifestantes acceder a ese lugar.
Chr¨¦tien asegur¨® que las delegaciones que acompa?an a cada uno de los l¨ªderes de los ocho grandes (EE UU, Francia, Alemania, Italia, Reino Unido, Jap¨®n, Canad¨¢ y Rusia) se reducir¨¢n al m¨¢ximo. 'No habr¨¢ m¨¢s de 30 o 35 personas por delegaci¨®n', dijo.
Chr¨¦tien asegur¨® ayer que los dem¨¢s integrantes del G-8 est¨¢n encantados con el lugar elegido. Entre sesi¨®n y sesi¨®n, los ocho l¨ªderes (a los que se unen el presidente de la Comisi¨®n Europea y el jefe de Gobierno del pa¨ªs que preside la UE) podr¨¢n solazarse con las bellezas naturales. Si al mismo tiempo consiguen conjurar la amenaza de los manifestantes, la elecci¨®n se revelar¨¢ perfecta. El ¨²nico problema es que en el mundo global no hay existencia fuera de la televisi¨®n y, dadas las dificultades de Kananaskis, el G-8 puede quedarse sin testigos directos.
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