El calvario de Biriatou

La Autopista del Sur de Francia tiene previsto ampliar en el plazo de tres a?os el peaje de Biriatou, donde habilitar¨¢ 18 cabinas de cobro, nueve en cada direcci¨®n, frente a las doce actuales, seis por sentido. Estas obras, que comenzar¨¢n a finales de 2002 y acabar¨¢n a finales de 2004, agilizar¨¢n el paso de camiones desde Ir¨²n al pa¨ªs galo por este punto fronterizo, donde los domingos y d¨ªas festivos por la noche, una vez concluidos los horarios en los que est¨¢ prohibida la circulaci¨®n de veh¨ªculos pesados, se registran importantes retenciones debido, en gran parte, a la escasez de cabinas de pago.

El proyecto de ampliaci¨®n, cuyo coste oscilar¨¢ entre los diez y los doce millones de euros, contempla desplazar unos metros el actual peaje, situ¨¢ndolo en el espacio que ocupaba la antigua aduana, ya que es m¨¢s ancho y permitir¨¢ la instalaci¨®n de un mayor n¨²mero de cabinas de cobro, seg¨²n expone el responsable de comunicaci¨®n de la autopista francesa Marc Obadia.

Pero, por el momento, el paso fronterizo de Biriatou contin¨²a siendo un aut¨¦ntico calvario para los transportistas que cruzan a Francia por Ir¨²n. Los cientos de camioneros que estacionan cada fin de semana o d¨ªa festivo en la zona del Bidasoa a la espera de poder proseguir su camino han de soportar importantes retenciones cuando reanudan su ruta antes de superar el peaje de la autopista francesa. En ocasiones, los problemas circulatorios contin¨²an por la ma?ana del d¨ªa siguiente. Los atascos adem¨¢s se acent¨²an cuando en el pa¨ªs vecino es fiesta y en el Pa¨ªs Vasco no.

Las complicaciones comienzan ya en las viejas instalaciones aduaneras, que obligan a los camiones a pasar de uno en uno, seg¨²n explica Esteban Muruamendiaraz, del Sindicato de Transportistas de Guip¨²zcoa (Sintragi). Y contin¨²an unos cien metros despu¨¦s, al llegar al peaje de la autopista gala, en la que s¨®lo hay dos cabinas de cobro manuales habilitadas para los veh¨ªculos pesados que llegan de la autopista Bilbao-Behobia (A-8), la mayor¨ªa, y una tercera para los que provienen de la N-I, un n¨²mero insuficiente para el volumen de camiones que se registra en este ¨¢rea, tal y como coinciden en se?alar tanto Muruamendiaraz como la Ertzaintza, convencidos de que un mayor n¨²mero de puntos de cobro agilizar¨ªa el tr¨¢fico.

En este sentido, un portavoz de la polic¨ªa auton¨®mica, encargada de regular el tr¨¢fico, reconoce que son muchos los camiones que cruzan a Francia por Ir¨²n, pero argumenta que en el peaje de la A-8 a su paso por la localidad fronteriza no se registran atascos de importancia, ya que, en los momentos de mayor afluencia de camiones, se abren m¨¢s cabinas de cobro.

Sin embargo, es precisamente la A-8 la que sufre las largas colas de camiones ante el embudo que se forma en Biriatou, una situaci¨®n que Europistas, la empresa que explota la A-8, viene denunciando desde hace a?os, al tiempo que reclama soluciones. La autopista gala reconoce que los tres puntos de cobro que se ofrecen son insuficientes, pero niega 'falta de voluntad' y esgrime 'razones t¨¦cnicas' para no habilitar m¨¢s. Y es que en el sentido Ir¨²n-Francia hay seis cabinas, tres manuales y otras tres autom¨¢ticas, pero estas ¨²ltimas, seg¨²n Obadia, no tienen la anchura suficiente para las dimensiones de los camiones actuales.

Por el contrario, todas las cabinas que se colocar¨¢n con la ampliaci¨®n del peaje, tanto manuales como autom¨¢ticas, estar¨¢n preparadas para que pasen por ellas veh¨ªculos pesados, seg¨²n indica. De momento, y a la espera de las futuras obras, que han tardado varios a?os en obtener el visto bueno de la administraci¨®n francesa, est¨¢ prevista a lo largo de estos d¨ªas la apertura de una cuarta cabina manual en direcci¨®n Francia que servir¨¢ para los camiones.

La Diputaci¨®n de Guip¨²zcoa espera tambi¨¦n la llegada de los trabajos de ampliaci¨®n para facilitar el paso de los camiones por el peaje de Biriatou. Ahora bien, cree que la soluci¨®n pasa asimismo por una mayor coordinaci¨®n entre los responsables de tr¨¢fico de ambos lados de la frontera a la hora de determinar los d¨ªas festivos en que el transporte pesado puede circular.