Piqu¨¦ y Straw reanudar¨¢n el di¨¢logo sobre Gibraltar en Londres este jueves

Otro compromiso similar ser¨¢ necesario para que el Gobierno de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar supere sus reservas a firmar la Convenci¨®n Penal y Civil contra la Corrupci¨®n aprobada por el Consejo de Europa. Pero en el cap¨ªtulo de problemas gubernamentales urgentes derivados del contencioso sobre Gibraltar destaca el proyecto de directiva europea sobre cielos abiertos, que permitir¨¢ superar la ineficacia actual de la gesti¨®n de los pasillos a¨¦reos y agilizar las comunicaciones por avi¨®n en todo el continente.

A despecho de su proclamada amistad, Aznar y el primer ministro brit¨¢nico, Tony Blair, fueron incapaces de llegar a un acuerdo sobre este tema en el Consejo Europeo celebrado el pasado mes de marzo en Estocolmo. La UE, que ten¨ªa previsto aprobar en aquella reuni¨®n la reorganizaci¨®n del espacio a¨¦reo continental, emplaz¨® a brit¨¢nicos y espa?oles a llegar a un compromiso antes de junio, para que pudiera ser aprobado ese mismo mes en la cumbre de Gotemburgo. Pero el retraso de las elecciones brit¨¢nicas hasta el d¨ªa 7 del mes citado impidi¨® cualquier avance, ya que es impensable que quien gobierna en Londres haga concesiones relacionadas con un tema sensible para la opini¨®n p¨²blica brit¨¢nica, como es el de Gibraltar, durante una campa?a electoral.

Piqu¨¦ y Straw se saludaron el pasado 15 de junio en Gotemburgo, pero no se reunieron porque el ingl¨¦s aleg¨® que estaba aterrizando en su nuevo cargo y no se sent¨ªa preparado para un debate a fondo.

El Gobierno espa?ol sostiene que, dado que el aeropuerto de Gibraltar se encuentra sobre el territorio del istmo, no cubierto por el Tratado de Utrech y ocupado, seg¨²n Madrid, ilegalmente por los brit¨¢nicos, la directiva no podr¨¢ ser firmada sin perjuicio de la reivindicaci¨®n de soberan¨ªa espa?ola a no ser que la norma comunitaria excluya expresamente a Gibraltar de su ¨¢mbito. Seg¨²n indic¨® por escrito Aznar al presidente de la Comisi¨®n Europea, Romano Prodi, el Reino Unido ha aceptado cl¨¢usulas de exclusi¨®n similares en las ocho principales normas sobre el espacio a¨¦reo aprobadas previamente. En v¨ªsperas de la cumbre de Estocolomo, Blair, escribi¨®, sin embargo, una carta a Prodi inst¨¢ndole a hacer avanzar la directiva sin atender a los problemas hispano-britanicos que, seg¨²n el premier, se resolver¨ªan 'luego'. Espa?a rechaz¨® de plano ese planteamiento y Piqu¨¦ viaja a Londres con la esperanza de que se tratara de un exceso electoral, ya que, en otro caso, no habr¨ªa margen para un compromiso. Y Europa no aceptar¨ªa de buen grado que se le siga impidiendo mejorar el tr¨¢fico a¨¦reo.

Pero el ministro espa?ol llevar¨¢ tambi¨¦n en cartera a Londres el ¨®rdago que lanz¨® el pasado 24 de enero, al poner sobre la mesa, de modo inesperado para una relaci¨®n aparente id¨ªlica y a prueba de conflictos, su exigencia de que se reabran las negociaciones sobre la soberan¨ªa de Gibraltar acordadas en Bruselas en 1984, en paralelo con un proceso de cooperaci¨®n entre los dos lados de la verja, por el entonces ministro espa?ol de Exteriores, Fernando Mor¨¢n, y su colega Geoffrey Howe. Esas negociaciones, que nunca avanzaron de modo apreciable aunque se celebraron reuniones anuales, se encuentran suspendidas desde 1998 porque los gibraltare?os se negaron a seguir participando como miembros de una delegaci¨®n en la que los brit¨¢nicos ten¨ªan la ¨²nica voz cantante. Londres dijo que, sin los gibraltare?os, no habr¨ªa m¨¢s reuniones.

Es dif¨ªcil que haya un cambio en esa posici¨®n, ya que Cook hizo saber a Piqu¨¦ que no existen las condiciones para que se reanude el llamado 'proceso de Bruselas' y que Espa?a debe pensar en intensificar la cooperaci¨®n, facilitando a los gibraltare?os m¨¢s l¨ªneas tel¨¦f¨®nicas y m¨¢s libertad de movimientos, antes de que se pueda volver a hablar de soberan¨ªa, si es el caso. El ministro espa?ol rechaz¨® de plano ese planteamiento y, en una intervenci¨®n ante el Senado del pasado 8 de febrero, reiterada posteriormente en el Congreso, arremeti¨® contra Londres por su rechazo a negociar la soberan¨ªa y advirti¨® a Gibraltar de que Espa?a aplicar¨¢ una pol¨ªtica de restricciones.