El derecho a saber sobre los transg¨¦nicos
El comisario de Sanidad asegura que en la UE mejorar¨¢ la informaci¨®n sobre los productos modificados gen¨¦ticamente
'Puedo elegir... si compro o no alimentos producidos a partir de organismos modificados gen¨¦ticamente '. Quiero dar esta opci¨®n a los consumidores de toda Europa.
Es normal sentir preocupaci¨®n cuando no sabemos lo que compramos. El miedo a lo desconocido es una reacci¨®n humana natural y la comprendo perfectamente. Ese es el mensaje que me han transmitido los consumidores espa?oles. Ese es el mensaje que el Gobierno espa?ol me transmite. Los representantes de los consumidores espa?oles tambi¨¦n me han expresado claramente sus preocupaciones.
Los consumidores tienen derecho a una informaci¨®n b¨¢sica. Ese derecho a la informaci¨®n qued¨® consagrado en el Tratado de Amsterdam. Estoy decidido a continuar en esa direcci¨®n al desarrollar las normas de protecci¨®n de los consumidores. ?ste es un excelente ejemplo de c¨®mo puede ser beneficioso el trabajo concreto de la Uni¨®n Europea en favor de las necesidades cotidianas de los ciudadanos.
Tanto Margot Wallstr?m, comisaria de Medio Ambiente, como yo mismo, que soy responsable de Sanidad y Protecci¨®n de los Consumidores, vamos a presentar a la Comisi¨®n hoy mismo dos nuevas normativas que regulan los organismos modificados gen¨¦ticamente (OMG) en Europa. Estas normativas mejorar¨¢n de forma significativa la informaci¨®n de los consumidores sobre esos organismos y les ofrecer¨¢n la posibilidad de elegir con conocimiento de causa.
Seamos claros: el tema de los organismos modificados gen¨¦ticamente es muy controvertido y provoca un debate intenso y a veces no demasiado constructivo. Yo soy partidario de enfocar este debate de manera pragm¨¢tica, atendiendo a consideraciones cient¨ªficas y a las preferencias de los consumidores. Los consumidores pueden estar seguros de que esos alimentos ser¨¢n objeto de rigurosos controles antes de llegar al mercado europeo. Adem¨¢s, tienen la garant¨ªa de que ser¨¢n informados sobre su modificaci¨®n gen¨¦tica por el etiquetado.
Conf¨ªo en que estas nuevas normativas sean un punto de apoyo firme al establecer el fundamento cient¨ªfico m¨¢s acreditado para la aprobaci¨®n de los productos y aumentar al m¨¢ximo la informaci¨®n de los consumidores.
Los europeos est¨¢n preocupados por los riesgos que puedan entra?ar los OMG. Como comisarios europeos, tomamos precauciones en nuestras nuevas normativas para asegurarnos de que los OMG no plantean ning¨²n riesgo para la salud p¨²blica ni el medio ambiente.
Por ello, vamos a pedir que la Autoridad Alimentaria Europea examine de forma detallada las solicitudes relativas al uso de organismos modificados gen¨¦ticamente en la alimentaci¨®n humana y animal. Los cient¨ªficos europeos m¨¢s eminentes, libres de intereses pol¨ªticos o industriales, controlar¨¢n los OMG para evitar cualquier riesgo para la salud p¨²blica, la salud de los animales o el medio ambiente.
Si los cient¨ªficos de la Autoridad Alimentaria los vetan, los alimentos o piensos con OMG no podr¨¢n ser vendidos en Europa. Tampoco podr¨¢n, por supuesto, ser importados para su venta. Por el contrario, cuando la Autoridad Alimentaria opine que el uso de un OMG es seguro, la Comisi¨®n y los representantes de cada uno de los gobiernos de la UE deber¨¢n decidir sobre la autorizaci¨®n y las condiciones de su uso. Una condici¨®n b¨¢sica es el etiquetado de los alimentos o piensos modificados, para que los consumidores puedan elegir si desean comprar el producto o inclinarse por otro.
Actualmente, las normas sobre etiquetado de la UE establecen una considerable informaci¨®n sobre ingredientes, aditivos y saborizantes. Muy pronto a?adiremos informaci¨®n clara sobre los al¨¦rgenos. La nueva legislaci¨®n sobre OMG exigir¨¢ tambi¨¦n informaci¨®n sobre cualquier organismo de este tipo presente en los alimentos.
Mi objetivo es proporcionar a los consumidores la garant¨ªa de que todos los productos que se comercializan son seguros. Despu¨¦s ser¨¢n los propios consumidores los que decidan si desean o no comprarlos, y es el etiquetado el que ofrece al consumidor la capacidad para hacer esta elecci¨®n.
Otro tema que suscita preocupaci¨®n es lo que se conoce como presencia accidental. Esta expresi¨®n designa la presencia inevitable o fortuita de rastros de un OMG en alimentos o piensos. Lo queramos o no, esta posibilidad es real, porque as¨ª es la naturaleza. Poco se puede hacer para evitarlo, aparte de detener la producci¨®n de cultivos de OMG en todo el mundo o cerrar nuestras fronteras.
Nuestras propuestas de legislaci¨®n sobre organismos modificados gen¨¦ticamente reconocen este hecho y lo regular¨¢n en sus disposiciones. S¨®lo cantidades min¨²sculas de los OMG que no est¨¦n expresamente autorizados en Europa podr¨¢n estar presentes en los alimentos o piensos. Pero primero deber¨¢n haber sido evaluados por nuestros cient¨ªficos para ver si no presentan ning¨²n riesgo para la salud humana o animal, ni para el medio ambiente, ya que ¨¦sta es una condici¨®n previa en el proceso de su autorizaci¨®n formal.
La aprobaci¨®n de estas propuestas, junto con la reciente adopci¨®n de la legislaci¨®n revisada sobre liberaci¨®n intencional en el medio ambiente de OMG, reforzar¨¢ la confianza de los ciudadanos al responder a las preocupaciones que plantean y proporcionar un elevado nivel de protecci¨®n para la salud p¨²blica y el medio ambiente. Esto contribuir¨¢ a levantar la moratoria de hecho que se aplica a la comercializaci¨®n de OMG y la paralizaci¨®n de las autorizaciones de esos organismos y sus productos derivados en Europa. Adem¨¢s, facilitar¨¢ el acceso al mercado de esos productos.
Ya dije antes que la gente siente temor ante lo desconocido. Pero en el futuro, cuando vean las palabras 'organismo modificado gen¨¦ticamente' en la etiqueta de un producto alimenticio, tendr¨¢n un conjunto de garant¨ªas reales. En primer lugar, de que el producto ha sido evaluado por los m¨¢s prestigiosos cient¨ªficos europeos en la Autoridad Alimentaria. A menos que ellos lo autoricen, no podr¨¢ comercializarse. En segundo lugar, de que el OMG ha sido examinado por la Comisi¨®n y los representantes de todos los gobiernos. Y entonces ser¨¢ el consumidor el que elija.'Puedo elegir... si compro o no alimentos producidos a partir de organismos modificados gen¨¦ticamente '. Quiero dar esta opci¨®n a los consumidores de toda Europa.
Es normal sentir preocupaci¨®n cuando no sabemos lo que compramos. El miedo a lo desconocido es una reacci¨®n humana natural y la comprendo perfectamente. Ese es el mensaje que me han transmitido los consumidores espa?oles. Ese es el mensaje que el Gobierno espa?ol me transmite. Los representantes de los consumidores espa?oles tambi¨¦n me han expresado claramente sus preocupaciones.
Los consumidores tienen derecho a una informaci¨®n b¨¢sica. Ese derecho a la informaci¨®n qued¨® consagrado en el Tratado de Amsterdam. Estoy decidido a continuar en esa direcci¨®n al desarrollar las normas de protecci¨®n de los consumidores. ?ste es un excelente ejemplo de c¨®mo puede ser beneficioso el trabajo concreto de la Uni¨®n Europea en favor de las necesidades cotidianas de los ciudadanos.
Tanto Margot Wallstr?m, comisaria de Medio Ambiente, como yo mismo, que soy responsable de Sanidad y Protecci¨®n de los Consumidores, vamos a presentar a la Comisi¨®n hoy mismo dos nuevas normativas que regulan los organismos modificados gen¨¦ticamente (OMG) en Europa. Estas normativas mejorar¨¢n de forma significativa la informaci¨®n de los consumidores sobre esos organismos y les ofrecer¨¢n la posibilidad de elegir con conocimiento de causa.
Seamos claros: el tema de los organismos modificados gen¨¦ticamente es muy controvertido y provoca un debate intenso y a veces no demasiado constructivo. Yo soy partidario de enfocar este debate de manera pragm¨¢tica, atendiendo a consideraciones cient¨ªficas y a las preferencias de los consumidores. Los consumidores pueden estar seguros de que esos alimentos ser¨¢n objeto de rigurosos controles antes de llegar al mercado europeo. Adem¨¢s, tienen la garant¨ªa de que ser¨¢n informados sobre su modificaci¨®n gen¨¦tica por el etiquetado.
Conf¨ªo en que estas nuevas normativas sean un punto de apoyo firme al establecer el fundamento cient¨ªfico m¨¢s acreditado para la aprobaci¨®n de los productos y aumentar al m¨¢ximo la informaci¨®n de los consumidores.
Los europeos est¨¢n preocupados por los riesgos que puedan entra?ar los OMG. Como comisarios europeos, tomamos precauciones en nuestras nuevas normativas para asegurarnos de que los OMG no plantean ning¨²n riesgo para la salud p¨²blica ni el medio ambiente.
Por ello, vamos a pedir que la Autoridad Alimentaria Europea examine de forma detallada las solicitudes relativas al uso de organismos modificados gen¨¦ticamente en la alimentaci¨®n humana y animal. Los cient¨ªficos europeos m¨¢s eminentes, libres de intereses pol¨ªticos o industriales, controlar¨¢n los OMG para evitar cualquier riesgo para la salud p¨²blica, la salud de los animales o el medio ambiente.
Si los cient¨ªficos de la Autoridad Alimentaria los vetan, los alimentos o piensos con OMG no podr¨¢n ser vendidos en Europa. Tampoco podr¨¢n, por supuesto, ser importados para su venta. Por el contrario, cuando la Autoridad Alimentaria opine que el uso de un OMG es seguro, la Comisi¨®n y los representantes de cada uno de los gobiernos de la UE deber¨¢n decidir sobre la autorizaci¨®n y las condiciones de su uso. Una condici¨®n b¨¢sica es el etiquetado de los alimentos o piensos modificados, para que los consumidores puedan elegir si desean comprar el producto o inclinarse por otro.
Actualmente, las normas sobre etiquetado de la UE establecen una considerable informaci¨®n sobre ingredientes, aditivos y saborizantes. Muy pronto a?adiremos informaci¨®n clara sobre los al¨¦rgenos. La nueva legislaci¨®n sobre OMG exigir¨¢ tambi¨¦n informaci¨®n sobre cualquier organismo de este tipo presente en los alimentos.
Mi objetivo es proporcionar a los consumidores la garant¨ªa de que todos los productos que se comercializan son seguros. Despu¨¦s ser¨¢n los propios consumidores los que decidan si desean o no comprarlos, y es el etiquetado el que ofrece al consumidor la capacidad para hacer esta elecci¨®n.
Otro tema que suscita preocupaci¨®n es lo que se conoce como presencia accidental. Esta expresi¨®n designa la presencia inevitable o fortuita de rastros de un OMG en alimentos o piensos. Lo queramos o no, esta posibilidad es real, porque as¨ª es la naturaleza. Poco se puede hacer para evitarlo, aparte de detener la producci¨®n de cultivos de OMG en todo el mundo o cerrar nuestras fronteras.
Nuestras propuestas de legislaci¨®n sobre organismos modificados gen¨¦ticamente reconocen este hecho y lo regular¨¢n en sus disposiciones. S¨®lo cantidades min¨²sculas de los OMG que no est¨¦n expresamente autorizados en Europa podr¨¢n estar presentes en los alimentos o piensos. Pero primero deber¨¢n haber sido evaluados por nuestros cient¨ªficos para ver si no presentan ning¨²n riesgo para la salud humana o animal, ni para el medio ambiente, ya que ¨¦sta es una condici¨®n previa en el proceso de su autorizaci¨®n formal.
La aprobaci¨®n de estas propuestas, junto con la reciente adopci¨®n de la legislaci¨®n revisada sobre liberaci¨®n intencional en el medio ambiente de OMG, reforzar¨¢ la confianza de los ciudadanos al responder a las preocupaciones que plantean y proporcionar un elevado nivel de protecci¨®n para la salud p¨²blica y el medio ambiente. Esto contribuir¨¢ a levantar la moratoria de hecho que se aplica a la comercializaci¨®n de OMG y la paralizaci¨®n de las autorizaciones de esos organismos y sus productos derivados en Europa. Adem¨¢s, facilitar¨¢ el acceso al mercado de esos productos.
Ya dije antes que la gente siente temor ante lo desconocido. Pero en el futuro, cuando vean las palabras 'organismo modificado gen¨¦ticamente' en la etiqueta de un producto alimenticio, tendr¨¢n un conjunto de garant¨ªas reales. En primer lugar, de que el producto ha sido evaluado por los m¨¢s prestigiosos cient¨ªficos europeos en la Autoridad Alimentaria. A menos que ellos lo autoricen, no podr¨¢ comercializarse. En segundo lugar, de que el OMG ha sido examinado por la Comisi¨®n y los representantes de todos los gobiernos. Y entonces ser¨¢ el consumidor el que elija.
David Byrne es comisario de Sanidad y Protecci¨®n de los Consumidores
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