La izquierda verde: la nueva pol¨ªtica radical
El nacimiento de la Federaci¨®n Los Verdes-Izquierda Verde es para el autor el primer paso ante la creciente industrializaci¨®n y mercantilizaci¨®n de la vida
Una de las anomal¨ªas del mapa pol¨ªtico espa?ol, en relaci¨®n al del resto de Europa, ha sido la inexistencia de una fuerza verde y de izquierdas consolidada e implantada en todo el Estado. La izquierda verde est¨¢ presente en la pr¨¢ctica totalidad de los Parlamentos de los pa¨ªses de la Uni¨®n Europea y en los Gobiernos de Francia, Alemania, Finlandia y B¨¦lgica.
Diferentes fuerzas pol¨ªticas hemos dado un paso fundamental para que Espa?a deje de ser diferente, tambi¨¦n en su mapa pol¨ªtico. El pasado 19 de mayo se constituy¨®, en la localidad madrile?a de San Sebasti¨¢n de los Reyes, un nuevo referente en el espacio de la izquierda, la Federaci¨®n Los Verdes-Izquierda Verde. Una nueva fuerza pol¨ªtica impulsada por Los Verdes, Iniciativa per Catalunya-Verds, Izquierda Democr¨¢tica de Cantabria, Los Verdes-Izquierda Madrile?a, Esquerra Verda-Iniciativa del Pa¨ªs Valenci¨¤ y la Chunta Aragonesista y Esquerda Galega, como observadores, adem¨¢s de personalidades como Jos¨¦ Mar¨ªa Mendiluce.
Uno de los d¨¦ficit de Espa?a frente a Europa era la inexistencia de una fuerza verde y de izquierdas
M¨¢s all¨¢ de la suma de fuerzas pol¨ªticas, la nueva Federaci¨®n supone la confluencia de dos tradiciones emancipatorias: el ecologismo pol¨ªtico y la izquierda transformadora, que han seguido hasta ahora caminos diferentes.
El movimiento verde se ha extendido en todo el mundo, pero especialmente en Europa, como consecuencia de la aparici¨®n de problemas nuevos, y no tan nuevos, como la degradaci¨®n del medio ambiente, la irrupci¨®n de las biotecnolog¨ªas, la exclusi¨®n social, la globalizaci¨®n, el poder de las grandes corporaciones, los nuevos retos para el Estado del bienestar, la esclerotizaci¨®n de la pol¨ªtica, el racismo o la vulneraci¨®n sistem¨¢tica de los derechos humanos. En definitiva, ante la creciente industrializaci¨®n y mercantilizaci¨®n de la vida. Problem¨¢ticas que los movimientos sociales han convertido en nuevas demandas pol¨ªticas, a las que la izquierda tradicional no ha sabido dar la respuesta adecuada.
Hoy, los ciudadanos y las ciudadanas no s¨®lo se preocupan por sus ingresos, su nivel de consumo o las prestaciones sociales que reciben. Se preguntan tambi¨¦n y con creciente preocupaci¨®n por lo que comen, respiran, por la calidad de vida que les ofrece su entorno o por el tiempo que pueden dedicar al ocio y a la familia. Cada vez m¨¢s personas ven como propio lo que ocurre en el mundo, ya sea el bochornoso crecimiento de las desigualdades, ya sea la destrucci¨®n de la capa de ozono. La izquierda no puede plantear la transformaci¨®n social sin tener en cuenta el ecologismo, el feminismo, y sin una acci¨®n pol¨ªtica basada en la radicalidad democr¨¢tica.
Es leg¨ªtimo preguntarse por la necesidad de una nueva fuerza de izquierdas en el panorama pol¨ªtico espa?ol. La Federaci¨®n no nace contra nadie ni para sustituir a ninguna otra fuerza pol¨ªtica, sino con la decidida vocaci¨®n de sumar con el conjunto de las izquierdas para conformar una mayor¨ªa de gobierno frente a la derecha.
Las elecciones generales de marzo de 2000 fueron el momento ¨¢lgido de la crisis de la izquierda. El crecimiento de la abstenci¨®n y 400.000 votos en blanco son el testimonio del desencanto y de la falta de ilusi¨®n de una parte significativa de la ciudadan¨ªa. Hay que reconocer los esfuerzos de renovaci¨®n realizados, desde esa fecha, tanto por el PSOE como por IU, especialmente en sus equipos dirigentes. No obstante, tambi¨¦n es necesario constatar la continuidad, en lo fundamental, de estas dos fuerzas: el PSOE prosigue su viaje imparable hacia el centro, con propuestas que lo sit¨²an en el campo del liberalismo progresista, e IU permanece en la indefinici¨®n de su proyecto estrat¨¦gico. Los Verdes-Izquierda Verde tiene que ser un revulsivo para las otras fuerzas de izquierda, como Los Verdes lo ha sido en Europa.
El ¨¦xito de la Federaci¨®n deber¨¢ medirse en el futuro, por su capacidad de representar a los miles y miles de personas, inconformistas y cr¨ªticas con lo que ocurre hoy en el mundo que demandan una nueva forma de entender la pol¨ªtica, pero que no encuentran referentes claros e ilusionantes. Y por la capacidad de convertirse en un factor de modernizaci¨®n de la pol¨ªtica espa?ola.
Es necesario impulsar una nueva fase de cambios, de reformas profundas, superado con creces el periodo de institucionalizaci¨®n democr¨¢tica de la transici¨®n, de incorporaci¨®n a Europa y de desarrollo, con enormes carencias y contradicciones, de las pol¨ªticas sociales y del Estado de las Autonom¨ªas. Los Verdes-Izquierda Verde queremos contribuir a ello de forma decisiva, con una moderna radicalidad, especialmente en cuatro retos de enorme calado y de igual importancia:
- La ecologizaci¨®n de la econom¨ªa y de la sociedad. Una pol¨ªtica ecol¨®gica es imprescindible ante la crisis medioambiental que padece el planeta. El retraso de Espa?a en la asunci¨®n de sus responsabilidades ecol¨®gicas y en la introducci¨®n de los principios de la sostenibilidad es espeluznante. Solamente es necesario recordar la crisis alimentaria de las vacas locas o el Plan Hidrol¨®gica Nacional para verificar el enorme retraso de Espa?a, incluso en relaci¨®n con los pa¨ªses de nuestro entorno.
- La reforma de la pol¨ªtica. Del alejamiento de los ciudadanos de la pol¨ªtica estamos pasando a la m¨¢s abierta desconfianza. Es una cuesti¨®n de urgencia democr¨¢tica plantear una reforma profunda de nuestro sistema pol¨ªtico, que tenga como objetivo romper la estamentalizaci¨®n de la pol¨ªtica, convirtiendo a la ciudadan¨ªa en la protagonista de la vida p¨²blica. La radicalidad democr¨¢tica es una de nuestras principales se?as de identidad.
- Una pol¨ªtica para la igualdad. El d¨¦ficit de Espa?a en relaci¨®n a Europa en empleo, seguridad en el trabajo y pol¨ªtias sociales no s¨®lo no ha disminuido, sino que se ha incrementado en estos a?os de gobierno del PP, al tiempo que los indicadores de la desigualdad y la exclusi¨®n. La izquierda no puede plantear la modernizaci¨®n de nuestro incompleto Estado del bienestar en t¨¦rminos de reducci¨®n, sino de innovaci¨®n y desarrollo de los derechos sociales.
- El reconocimiento de la plurinacionalidad. El actual marco auton¨®mico es insuficiente para el pleno reconocimiento de las diferentes realidades nacionales que conforman el Estado. Por otro lado, los ayuntamientos carecen del poder pol¨ªtico necesario. Creemos que el futuro est¨¢ en un federalismo de la pluralidad y en el fortalecimiento del poder local. Uno de los retos de la izquierda es superar definitivamente viejos tics centralistas y uniformizantes.
La Federaci¨®n no nace de la nada. Sumando la representaci¨®n de los partidos miembros y observadores que la componen cuenta con dos diputados en el Congreso, 17 diputados auton¨®micos, presentes en los Parlamentos de Catalu?a, Arag¨®n, Cantabria, Baleares y Andaluc¨ªa, m¨¢s de 30 alcaldes, 500 concejales y el apoyo de la Federaci¨®n de los Partidos Verdes Europeos.
Queremos aportar imaginaci¨®n y atrevimiento a la encorsetada pol¨ªtica espa?ola. No nos interesa la pol¨ªtica supraestructural, de declaraciones y contradeclaraciones entre pol¨ªticos. Queremos que nuestra acci¨®n pol¨ªtica se base en la confrontaci¨®n de propuestas alrededor de los problemas de la vida cotidiana de las personas, en la participaci¨®n y la coherencia. ?ste es nuestro reto. Para ello, ahora el hilo rojo, el hilo violeta y el hilo verde se entrelazan.Una de las anomal¨ªas del mapa pol¨ªtico espa?ol, en relaci¨®n al del resto de Europa, ha sido la inexistencia de una fuerza verde y de izquierdas consolidada e implantada en todo el Estado. La izquierda verde est¨¢ presente en la pr¨¢ctica totalidad de los Parlamentos de los pa¨ªses de la Uni¨®n Europea y en los Gobiernos de Francia, Alemania, Finlandia y B¨¦lgica.
Diferentes fuerzas pol¨ªticas hemos dado un paso fundamental para que Espa?a deje de ser diferente, tambi¨¦n en su mapa pol¨ªtico. El pasado 19 de mayo se constituy¨®, en la localidad madrile?a de San Sebasti¨¢n de los Reyes, un nuevo referente en el espacio de la izquierda, la Federaci¨®n Los Verdes-Izquierda Verde. Una nueva fuerza pol¨ªtica impulsada por Los Verdes, Iniciativa per Catalunya-Verds, Izquierda Democr¨¢tica de Cantabria, Los Verdes-Izquierda Madrile?a, Esquerra Verda-Iniciativa del Pa¨ªs Valenci¨¤ y la Chunta Aragonesista y Esquerda Galega, como observadores, adem¨¢s de personalidades como Jos¨¦ Mar¨ªa Mendiluce.
M¨¢s all¨¢ de la suma de fuerzas pol¨ªticas, la nueva Federaci¨®n supone la confluencia de dos tradiciones emancipatorias: el ecologismo pol¨ªtico y la izquierda transformadora, que han seguido hasta ahora caminos diferentes.
El movimiento verde se ha extendido en todo el mundo, pero especialmente en Europa, como consecuencia de la aparici¨®n de problemas nuevos, y no tan nuevos, como la degradaci¨®n del medio ambiente, la irrupci¨®n de las biotecnolog¨ªas, la exclusi¨®n social, la globalizaci¨®n, el poder de las grandes corporaciones, los nuevos retos para el Estado del bienestar, la esclerotizaci¨®n de la pol¨ªtica, el racismo o la vulneraci¨®n sistem¨¢tica de los derechos humanos. En definitiva, ante la creciente industrializaci¨®n y mercantilizaci¨®n de la vida. Problem¨¢ticas que los movimientos sociales han convertido en nuevas demandas pol¨ªticas, a las que la izquierda tradicional no ha sabido dar la respuesta adecuada.
Hoy, los ciudadanos y las ciudadanas no s¨®lo se preocupan por sus ingresos, su nivel de consumo o las prestaciones sociales que reciben. Se preguntan tambi¨¦n y con creciente preocupaci¨®n por lo que comen, respiran, por la calidad de vida que les ofrece su entorno o por el tiempo que pueden dedicar al ocio y a la familia. Cada vez m¨¢s personas ven como propio lo que ocurre en el mundo, ya sea el bochornoso crecimiento de las desigualdades, ya sea la destrucci¨®n de la capa de ozono. La izquierda no puede plantear la transformaci¨®n social sin tener en cuenta el ecologismo, el feminismo, y sin una acci¨®n pol¨ªtica basada en la radicalidad democr¨¢tica.
Es leg¨ªtimo preguntarse por la necesidad de una nueva fuerza de izquierdas en el panorama pol¨ªtico espa?ol. La Federaci¨®n no nace contra nadie ni para sustituir a ninguna otra fuerza pol¨ªtica, sino con la decidida vocaci¨®n de sumar con el conjunto de las izquierdas para conformar una mayor¨ªa de gobierno frente a la derecha.
Las elecciones generales de marzo de 2000 fueron el momento ¨¢lgido de la crisis de la izquierda. El crecimiento de la abstenci¨®n y 400.000 votos en blanco son el testimonio del desencanto y de la falta de ilusi¨®n de una parte significativa de la ciudadan¨ªa. Hay que reconocer los esfuerzos de renovaci¨®n realizados, desde esa fecha, tanto por el PSOE como por IU, especialmente en sus equipos dirigentes. No obstante, tambi¨¦n es necesario constatar la continuidad, en lo fundamental, de estas dos fuerzas: el PSOE prosigue su viaje imparable hacia el centro, con propuestas que lo sit¨²an en el campo del liberalismo progresista, e IU permanece en la indefinici¨®n de su proyecto estrat¨¦gico. Los Verdes-Izquierda Verde tiene que ser un revulsivo para las otras fuerzas de izquierda, como Los Verdes lo ha sido en Europa.
El ¨¦xito de la Federaci¨®n deber¨¢ medirse en el futuro, por su capacidad de representar a los miles y miles de personas, inconformistas y cr¨ªticas con lo que ocurre hoy en el mundo que demandan una nueva forma de entender la pol¨ªtica, pero que no encuentran referentes claros e ilusionantes. Y por la capacidad de convertirse en un factor de modernizaci¨®n de la pol¨ªtica espa?ola.
Es necesario impulsar una nueva fase de cambios, de reformas profundas, superado con creces el periodo de institucionalizaci¨®n democr¨¢tica de la transici¨®n, de incorporaci¨®n a Europa y de desarrollo, con enormes carencias y contradicciones, de las pol¨ªticas sociales y del Estado de las Autonom¨ªas. Los Verdes-Izquierda Verde queremos contribuir a ello de forma decisiva, con una moderna radicalidad, especialmente en cuatro retos de enorme calado y de igual importancia:
- La ecologizaci¨®n de la econom¨ªa y de la sociedad. Una pol¨ªtica ecol¨®gica es imprescindible ante la crisis medioambiental que padece el planeta. El retraso de Espa?a en la asunci¨®n de sus responsabilidades ecol¨®gicas y en la introducci¨®n de los principios de la sostenibilidad es espeluznante. Solamente es necesario recordar la crisis alimentaria de las vacas locas o el Plan Hidrol¨®gica Nacional para verificar el enorme retraso de Espa?a, incluso en relaci¨®n con los pa¨ªses de nuestro entorno.
- La reforma de la pol¨ªtica. Del alejamiento de los ciudadanos de la pol¨ªtica estamos pasando a la m¨¢s abierta desconfianza. Es una cuesti¨®n de urgencia democr¨¢tica plantear una reforma profunda de nuestro sistema pol¨ªtico, que tenga como objetivo romper la estamentalizaci¨®n de la pol¨ªtica, convirtiendo a la ciudadan¨ªa en la protagonista de la vida p¨²blica. La radicalidad democr¨¢tica es una de nuestras principales se?as de identidad.
- Una pol¨ªtica para la igualdad. El d¨¦ficit de Espa?a en relaci¨®n a Europa en empleo, seguridad en el trabajo y pol¨ªtias sociales no s¨®lo no ha disminuido, sino que se ha incrementado en estos a?os de gobierno del PP, al tiempo que los indicadores de la desigualdad y la exclusi¨®n. La izquierda no puede plantear la modernizaci¨®n de nuestro incompleto Estado del bienestar en t¨¦rminos de reducci¨®n, sino de innovaci¨®n y desarrollo de los derechos sociales.
- El reconocimiento de la plurinacionalidad. El actual marco auton¨®mico es insuficiente para el pleno reconocimiento de las diferentes realidades nacionales que conforman el Estado. Por otro lado, los ayuntamientos carecen del poder pol¨ªtico necesario. Creemos que el futuro est¨¢ en un federalismo de la pluralidad y en el fortalecimiento del poder local. Uno de los retos de la izquierda es superar definitivamente viejos tics centralistas y uniformizantes.
La Federaci¨®n no nace de la nada. Sumando la representaci¨®n de los partidos miembros y observadores que la componen cuenta con dos diputados en el Congreso, 17 diputados auton¨®micos, presentes en los Parlamentos de Catalu?a, Arag¨®n, Cantabria, Baleares y Andaluc¨ªa, m¨¢s de 30 alcaldes, 500 concejales y el apoyo de la Federaci¨®n de los Partidos Verdes Europeos.
Queremos aportar imaginaci¨®n y atrevimiento a la encorsetada pol¨ªtica espa?ola. No nos interesa la pol¨ªtica supraestructural, de declaraciones y contradeclaraciones entre pol¨ªticos. Queremos que nuestra acci¨®n pol¨ªtica se base en la confrontaci¨®n de propuestas alrededor de los problemas de la vida cotidiana de las personas, en la participaci¨®n y la coherencia. ?ste es nuestro reto. Para ello, ahora el hilo rojo, el hilo violeta y el hilo verde se entrelazan.
Joan Saura es presidente de Iniciativa per Catalunya-Verds y diputado en el Congreso.
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