Aclaraci¨®n final

La Comisi¨®n Europea ha puesto fin a tres a?os de debates sobre los llamados costes de transici¨®n a la competencia (CTC) del sector el¨¦ctrico, aprobados por el primer Gobierno de Aznar como compensaci¨®n a la liberalizaci¨®n del mercado el¨¦ctrico espa?ol planteada en un plazo de 10 a?os. La Comisi¨®n entiende que no deben plantearse objeciones al sistema establecido, que implica un volumen m¨¢ximo de ayudas p¨²blicas de 1,3 billones de pesetas en un decenio, m¨¢s aproximadamente 300.000 millones para el sector del carb¨®n. La Comisi¨®n avala tajantemente el sistema de ayudas a la competencia el¨¦ctrica que est¨¢ actualmente en vigor, e incluso considera conforme a las reglas comunitarias eventuales elementos de ayuda de Estado.

El Gobierno puede presumir de que sus tesis -extensibles a los sistemas de ayudas de Austria y Holanda- han sido aceptadas en Bruselas. Pero los equipos econ¨®micos espa?oles se han dejado algunos pelos en la gatera. Con toda probabilidad, el nihil obstat de la Comisi¨®n no se hubiera pronunciado si el Ministerio de Econom¨ªa, con ocasi¨®n de la frustrada fusi¨®n Endesa-Iberdrola, no hubiera eliminado la afectaci¨®n fija del 4,5% de la tarifa el¨¦ctrica a CTC y, por consiguiente, la consideraci¨®n de los 1,3 billones de pesetas como cantidad inamovible y la posibilidad de que el dinero fuera percibido con antelaci¨®n por las compa?¨ªas el¨¦ctricas. Recu¨¦rdese que estas condiciones, anuladas en febrero, fueron coladas de tapadillo en la Ley de Acompa?amiento de los Presupuestos de 1999.

Desaparecidas esas condiciones, nada m¨¢s l¨®gico que la Comisi¨®n retire cualquier objeci¨®n sobre las compensaciones el¨¦ctricas espa?olas. La decisi¨®n de Monti sit¨²a de nuevo las ayudas el¨¦ctricas en relaci¨®n con la evoluci¨®n de la demanda, los costes y las inversiones realizadas por las compa?¨ªas; es decir, en un terreno m¨¢s racional. El pleno acomodo de los CTC con la legalidad no implica que el Gobierno no deba hacer un esfuerzo para rebajar el m¨¢ximo de 1,3 billones a la cantidad que realmente tengan que percibir las compa?¨ªas en concepto de inversiones no recuperables. Ese esfuerzo es una exigencia para defender los intereses de los consumidores. Puede suceder que pasen los 10 a?os, las empresas perciban las cantidades estipuladas y la liberalizaci¨®n del mercado el¨¦ctrico siga siendo una entelequia.