Notas sobre el nuevo PSOE
Hoy, cualquier ni?er¨ªa es declarada enseguida hecho hist¨®rico. Marcas, plusmarcas, el guinness y el d¨ªa o el acontecimiento hist¨®rico. Hay para todo y para todos. ?La paella m¨¢s grande jam¨¢s cocinada? Al Guinness. El gol n¨²mero 500 de Fulano se celebra y se enmarca. Un pol¨ªtico inaugura tal vez una fuentecilla y bien escoltado por su tropa descorre cortinita y aparece l¨¢pida conmemorativa del hecho hist¨®rico. Comprendemos. En ¨¦poca en que ocurren tantas cosas, quien se descuida no pasa a la historia. Digamos cien para que quede en uno, que eso ya es poner una pica en Flandes.
Pero todav¨ªa hoy, no siempre las voces se quedan en ecos. As¨ª, el fen¨®meno Zapatero, podr¨ªa ser eso, podr¨ªa ser una coriacea y, sin embargo, siempre absorbente burbuja. Esto s¨ª ser¨ªa un acontecimiento hist¨®rico de gran magnitud y trascendencia. Hombre soy poco dado a la profec¨ªa y a la euforia, pero pienso que tal vez, y sobre todo con el permiso del socialismo valenciano, Zapatero sea ese punto de inflexi¨®n que est¨¢ necesitando no s¨®lo el PSOE, sino toda una socialdemocracia europea que reine o no reine, no gobierna. Y tendr¨¢ que hacerlo alg¨²n d¨ªa y tendr¨¢ que prepararse para cuando llegue ese d¨ªa. Pues insisto en una idea (que menciono en otro art¨ªculo) que no es m¨ªa sino de algunos futuristas y soci¨®logos y que ya se perfila n¨ªtidamente. El mundo no ser¨¢ de unas docenas de multinacionales, ni del Banco Mundial ni del FMI y organismos afines. ?Esos se?ores van a colonizar el espacio cuando ya est¨¢n viendo con sus ojos que no han sabido hacer lo que muchos de ellos pretend¨ªan con buena intenci¨®n aplic¨¢ndose a Adam Smith? En t¨¦rminos hist¨®ricos no muy dilatados, el neoliberalismo est¨¢ ya muri¨¦ndose. Ha sido un sistema provisional para hacerle el puente al binomio ciencia-tecnolog¨ªa y ahora es ya una r¨¦mora. Pero todav¨ªa hay que situarle y evitar los coletazos, que si no ser¨¢n letales para la evoluci¨®n de la humanidad, s¨ª pueden llevarse a toda una generaci¨®n por delante.
Muchos son los m¨¦ritos de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero y ser¨ªa absurdo que yo pretendiera trazar un hondo perfil en un solo art¨ªculo. De pronto, en un solo a?o, el PSOE parece haber resurgido de sus cenizas, flamante, inmaculado. Adi¨®s a los desacuerdos te¨®ricos, a las luchas cainitas, a la ambici¨®n de poder... A qu¨¦ seguir con la retahila. Si este brillo renacido resulta ser un fuego fatuo, al menos podr¨¢ decirse con certeza que la socialdemocracia ha abandonado las tierras ib¨¦ricas. Esto ser¨¢ un basti¨®n neoliberal mientras dure el neoliberalismo. El miedo existe y m¨¢s entre los valencianos, quienes ven c¨®mo la portavoc¨ªa del Ayuntamiento de la capital puede ser el detonante de una nueva ronda de s¨®rdidos y debilitantes conflictos. Zapatero puede haber pulimentado y reforzado el suelo del partido. Pero que el suelo afecte positivamente el subsuelo o a la inversa, que no haya suelo que resista la presi¨®n subyacente, est¨¢ por ver.
De momento, Zapatero y su equipo parece que han estado en todo; y no en parte menor, han revisado el aspecto doctrinal. No parece cierto que, cediendo a las presiones de uno y otro bando, la nueva direcci¨®n se haya escorado m¨¢s de lo previsto hacia la izquierda. Si ha sucedido as¨ª no ser¨¢ debido a presiones de ¨²ltima hora, pues los cimientos b¨¢sicos del nuevo PSOE circulan por ah¨ª desde febrero. El 'rearme program¨¢tico' ha sido el caballo de batalla de Zapatero desde el principio de su aparici¨®n en escena. Y gira en torno a un concepto fundamental: la libertad. As¨ª se lo ha dicho a EL PA?S (22 julio) y as¨ª nos lo explic¨® con anterioridad Estefan¨ªa (EL PA?S, 15 julio, La libertad como no dominaci¨®n). Zapatero y los suyos tendr¨¢n que aplicarse a explicar porqu¨¦ la igualdad es un medio, 'un camino, pero el fin ¨²ltimo es que la gente pueda ser libre'. Mucha gente, puesta en la coyuntura de elegir entre una libertad que le permita ir al f¨²tbol y una igualdad que no le trinque su poder de compra, se inclinar¨ªan por esta ¨²ltima opci¨®n. Hay que explicar la posibilidad te¨®rica de una igualdad sin libertad alguna y la certeza de que la verdadera libertad conduce inexorablemente a la igualdad. Decimos la verdadera libertad, pues la falsa (aunque no siempre, que liberalismos ha habido y hay muchos) es m¨¢s bien un concepto aplicable a la econom¨ªa y que dicho sea de paso siempre ha sido aplicado de forma m¨¢s bien fullera. La libertad que reclama Zapatero me recuerda la que quisieron los griegos. ?Qu¨¦ es la 'no dominaci¨®n' sino el cese de toda interferencia de tantas como pesan sobre el individuo? La libertad, afirma Zapatero, es 'la exigencia de que la sociedad y el Estado impidan que exista cualquier elemento de dominaci¨®n, ¨¦sa es una idea que ha estado siempre movida por los valores de la izquierda'. Esto, digo yo, conlleva el peligro de suplantar todos los poderes por el poder del Estado, al que los griegos no consideraban, sin embargo, una instituci¨®n represiva. ?C¨®mo conseguir que la libertad como 'no dominaci¨®n' nos independice de servidumbres personales sin sujetarnos a una serie de disposiciones generales? Pero estos son obst¨¢culos de todo cuerpo doctrinal. Algo as¨ª podr¨ªamos decir de la igualdad, que es, seg¨²n Zapatero, 'diversidad no dominada', lo cual puede valer para instituciones, pero en el caso del individuo plantea m¨¢s que arduos dilemas.
En mi opini¨®n, el nuevo PSOE deber¨¢ poner toda la carne en ese asador al que se adhiere Zapatero: la pol¨ªtica concreta, el d¨ªa a d¨ªa, que en este caso no es sino una vuelta a las reivindicaciones tradicionales del partido, aunque adaptadas al presente. Pero el esp¨ªritu es el mismo. Tipo naturaleza y hombre y relaciones intermediarias. En lenguaje llano, el medio ambiente como prioridad y, asimismo, condiciones de vida y de trabajo. La izquierda plural de que hace bandera el nuevo PSOE, no tiene nada que ver con la de Julio Anguita. Aspira a captar el centro y puede, sobre todo, si el se?or Aznar se obstina en mantener a ciertos ministros; y si no se da cuenta (o no quiere darse) de que la imagen de Zapatero hay que contrarrestarla con una imagen parecida. Ni Zapatero, ni Blanco ni Caldera son pasado ni tienen pelo de tontos. Lleguen a gobernar o no, la historia pasa por ellos.
Manuel Lloris es doctor en Filosof¨ªa y Letras.
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