Olga Ramos
Anoche estuve viendo en las fiestas del madrile?o barrio de Chamber¨ª a Olguita, hija de Olga Ramos y de El Pichi. Eso s¨ª que fue el Madrid castizo que ya no existe, aquel del que s¨®lo escuch¨¢bamos los cupl¨¦s de do?a Olga. Y ahora ya no nos puede cantar porque no tiene d¨®nde hacerlo.
?C¨®mo se puede permitir que la historia acabe? Algo tan nuestro, tan castizo como los cupl¨¦s, que cuentan de los chulapos, sus romances y conquistas, con atrevida picard¨ªa; ?d¨®nde va a permanecer si no dejamos que nadie nos lo cuente? ?Verdad, do?a Olga? ?Qui¨¦n recordar¨¢ eso si no lo podemos transmitir a nuestros hijos y ¨¦stos a los suyos? Para que as¨ª permanezca la huella de otros tiempos que se fueron en las generaciones que vendr¨¢n. No permitan que nos arrebaten las ra¨ªces, por favor.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.