Tres meses de desencuentros
Cuando, el pasado 19 de abril, la ministra de Educaci¨®n, Pilar del Castillo, expuso por primera vez el contenido de la reforma ante el Consejo de Universidades, los rectores no se mostraron tan reticentes a buena parte de los cambios como lo han sido despu¨¦s. La ministra omiti¨® en aquella primera explicaci¨®n hacer referencia a cuestiones como que las universidades privadas iban a entrar con voz y voto (semanas despu¨¦s retir¨® el voto) en el futuro Consejo de Coordinaci¨®n Universitaria. Adem¨¢s, Del Castillo no entreg¨® al Consejo (del que forman parte todas las universidades, el Gobierno y las comunidades aut¨®nomas) el primer borrador del anteproyecto. Les dio ¨²nicamente el texto de su exposici¨®n.
Este gesto fue muy mal visto por los rectores y buena parte de los consejeros, algunos de ellos de comunidades gobernadas por el PP. '?C¨®mo es posible que el Gobierno pretenda que trabajemos y hagamos propuestas sobre una conferencia, y no sobre un texto m¨ªnimamente articulado?', se preguntaban algunos asistentes de aquel primer encuentro. Fue el primer paso en falso del ministerio.
Dieciocho d¨ªas despu¨¦s, el 9 de mayo, los rectores recibieron el borrador. Estos primeros incidentes del ministerio con los rectores y buena parte de las comunidades provocaron que las universidades empezaran a a?adir a sus quejas sobre el contenido las referidas a las formas, que siguen manteniendo en la actualidad: 'La inexistencia de un debate real con las universidades y la prisa por tener aprobado el anteproyecto antes del verano'. Del Castillo y el secretario de Estado de Educacion, Julio Iglesias, no se han cansado de repetir que 'ha habido un debate extenso con las universidades y con muchos otros expertos', as¨ª como que ¨¦ste ya ven¨ªa realiz¨¢ndose desde hace a?os. Los rectores siguen manteniendo que esto 'no es real'.
El vicepresidente de la Conferencia de Rectores (CRUE), Ignacio Berdugo, dice: 'Con el ministerio no ha habido una discusi¨®n organizada sobre el texto articulado, sino comidas'. Tambi¨¦n otros rectores, como el de la Aut¨®noma de Madrid, Ra¨²l Villar, advirtieron a lo largo del proceso de que no era serio hablar de un texto que no estaba completo: con sus articulados y sus disposiciones adicionales. Villar lo record¨® hace unas semanas, cuando los rectores recibieron la sorpresa de que en una de las disposiciones adicionales del anteproyecto se les destitu¨ªa a todos masivamente, junto a sus claustros.
Justo tres meses despu¨¦s de que se conocieran los primeros cambios, el 19 de julio, el Consejo de Estado hizo p¨²blico un cr¨ªtico informe sobre la ley. Apoyaba el proyecto en general, pero tambi¨¦n los argumentos esgrimidos por los rectores para pedir cambios en el texto. Tras ese dictamen, el ministerio empez¨® a ver fantasmas por todas partes. Algunos cargos de Educaci¨®n han empezado a comentar que hay 'variados intereses' contra el actual equipo ministerial. Y a otros no les duelen prendas al argumentar que el informe del Consejo de Estado ha sido cr¨ªtico porque 'hay en ¨¦l mucha gente vinculada a la Universidad'.
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