Va a m¨¢s

El caso de la sociedad de valores Gescartera, cuyos administradores est¨¢n acusados de estafar casi 18.000 millones de pesetas a sus clientes, se va complicando y agravando a medida que se conocen detalles de c¨®mo se fragu¨® el desfalco y se revela la magnitud del descuido con que la Comisi¨®n Nacional del Mercado de valores (CNMV) gestion¨® el caso ya desde 1999. Ya en esta fecha, la CNMV sancion¨® a la sociedad antes de aprobarse su constituci¨®n en agencia de valores, pero no se hizo p¨²blica la multa, de forma que sus clientes no fueron avisados del riesgo potencial que corr¨ªan.

Durante la ¨²ltima semana, el esc¨¢ndalo de Gescartera ha seguido dos direcciones a cual m¨¢s nefasta: el agujero de la sociedad ha ido aumentando y, al mismo tiempo, las sombras sobre la actuaci¨®n de la CNMV, y en general de las autoridades econ¨®micas encargadas de la tutela de los mercados de valores, se han ido espesando. La dimisi¨®n del secretario de Estado de Hacienda, Enrique Gim¨¦nez-Reyna, hermano de la presidenta de Gescartera, Pilar Gim¨¦nez-Reyna, no ha frenado la bola de nieve, que amenaza con aplastar a una parte del mercado financiero.

La presidenta de la CNMV debe comparecer ante el Parlamento para aclarar algunas de esas tinieblas. Deber¨ªa explicar por qu¨¦ una sanci¨®n a una sociedad de valores no se publica; delimitar el grado de incompatibilidad que pesaba sobre el ex vicepresidente de la CNMV Luis Ramallo, ex diputado del PP, a quien se le atribuye una mediaci¨®n en una hipot¨¦tica compra de la agencia de valores por un banco alem¨¢n y prest¨® sus servicios como notario para Gescartera, a pesar de sus responsabilidades recientes en el ¨®rgano regulador del mercado; exponer las razones por las que se autoriz¨® a personas sancionadas a convertir una sociedad de cartera en agencia de valores, con conocimiento pleno por parte de las autoridades reguladoras; informar sobre la operativa del fraude; esclarecer la extra?a madeja de relaciones personales y familiares entre algunos asesores legales y econ¨®micos y cargos directivos de la CNMV, y, por fin, detallar hasta donde se conozca qui¨¦nes son los beneficiarios de esta gigantesca estafa -adem¨¢s de los imputados, Antonio Camacho y Jos¨¦ Mar¨ªa Ruiz de la Serna-, si los hay.

La sola enumeraci¨®n anterior describe la profundidad de la crisis abierta por Gescartera. El mercado financiero est¨¢ basado en la confianza, en la seguridad de que los agentes son profesionales honrados y las autoridades reguladoras previenen con todos los medios la estafa y la informaci¨®n privilegiada. Por eso resalta la parsimonia con que el Ministerio de Econom¨ªa ha tomado las riendas del caso. Un mes despu¨¦s de la intervenci¨®n de la sociedad y 15 d¨ªas m¨¢s tarde de que sus clientes se dieran de bruces con la amarga realidad del dinero desaparecido -parte del cual parece ser dinero negro-, el ministro Rato ha pedido al Instituto de Contabilidad y Auditor¨ªa de Cuentas que investigue el informe de Deloitte & Touche, auditor de Gescartera. Con esta rapidez de reflejos no es probable que los afectados recuperen el dinero ni la confianza.