H¨¦roes de alquiler
Los pilotos ucranios que apagaron el incendio de Cazorla trabajan en Espa?a cada verano en arriesgadas misiones
Para combatir el fuego, los pilotos ucranios son capaces de arrojar sobre las llamas hasta 5.000 litros de agua cada seis o siete minutos; para combatir el calor se echan gaznate abajo varios de gazpacho. En la sede del Centro de Defensa Forestal (Cedefo) de Madro?alejos, en Azanalc¨®llar (Sevilla), el copiloto de una de estas naves que estuvo batallando contra el fuego en Cazorla, el sevillano Gaspar P¨¦rez Mateos, asegura que nada m¨¢s entrar a un restaurante con los ucranios no le hace falta ni mirar la carta: inmediatamente pide varios cuencos de gazpacho.
Pero en esto el especialista es el comandante de la nave, Valeri Vasilenko, un hombre alto de pelo negro y ojos transparentes de tan azules, instructor de vuelo y piloto de helic¨®pteros desde hace 27 a?os y gran elaborador de gazpacho ruso; b¨¢sicamente igual al andaluz pero con yogur y mortadela picada, tal y como explica con una sonrisa bordeada de muelas de oro.
Vasilenko y P¨¦rez Mateos est¨¢n sentados a los mandos del Kamov-Ka-32-A, pero en sus vuelos sobre las llamas tambi¨¦n les acompa?a el mec¨¢nico Viktor Zavarzin y en tierra cuida del aparato de fabricaci¨®n sovi¨¦tica Vasyly Sablia. Todos son ucranios, pilotan un helic¨®ptero de fabricaci¨®n rusa con matr¨ªcula b¨²lgara bajo contrato con una empresa de Alicante para apagar fuegos en Andaluc¨ªa. Todo esto pod¨ªa oler a mercenario, pero lo ¨²nico que reciben estas personas y su tosco en apariencia pero efectivo aparato es el calificativo de valientes, si no de h¨¦roes. Ellos se califican de meros trabajadores.
Vasilenko le intenta quitar importancia al arrojo que le alaban desde alcaldes a funcionarios de la Junta de Andaluc¨ªa en el incendio de Cazorla y asegura que donde pas¨® algo de miedo fue en el de Mijas, hace dos semanas, cuando el viento racheado balanceaba el helic¨®ptero como una hoja. En Cazorla tuvieron que aguantar vientos fuertes, pero sin rachas, con lo que para un piloto experto era relativamente, siempre relativamente, f¨¢cil manejarse. O al menos as¨ª lo sonr¨ªe Vasilenko.
Este hombre aprendi¨® a volar hace 27 a?os en la escuela ucrania de Kremenchuk y en 1984 redonde¨® su preparaci¨®n en la Academia Civil de Aviaci¨®n de San Petersburgo. Desde 1989, pilota el Kamov Ka-32-A, un aparato bastante feote, pero lleno de sorpresas. Con sus dos juegos de aspas puede prescindir del rotor de cola, por lo que aumenta su potencia un 30% y le da tranquilidad al piloto cuando se introduce en terrenos peligrosos, como zonas de arbolado, ya que no tiene que preocuparse de si se enreda. Con sus poco m¨¢s de 15 metros de eslora, puede transportar 5.000 kilos: un tractor del aire.
Este helic¨®ptero fue el utilizado para cubrir de hormig¨®n el n¨²cleo del reactor fundido de Chern¨®bil y uno de esos pilotos fue Nikolai Melnik, que ahora supervisa a todos los pilotos de estos aparatos que hay en Espa?a.
La vida en el cortijo remodelado en base contra incendios de estas personas es bastante apacible, seg¨²n cuanta Vasilenko mientras sus mec¨¢nicos se enzarzan metros m¨¢s all¨¢ sobre qui¨¦n ha sido el que m¨¢s carpas ha pescado en el pantano casi colindante con la base. Cocinan ellos mismos, viven en unas habitaciones modestas pero confortables y trabajan 20 d¨ªas y libran otros 10, durante los meses de junio, julio, agosto y septiembre. En esos d¨ªas, Vasilenko intenta escaparse hasta C¨¢diz, ya que le gusta el pesca¨ªto frito y el agua fr¨ªa del Atl¨¢ntico.
Lleva viniendo a Espa?a cinco campa?as de verano, pero las tres primeras se las pas¨® en Valencia, en donde no le gust¨® ni lo templado del Mediterr¨¢neo ni el que le avisaran para acudir a los incendios cuando las llamas alcanzaban varios metros de altura, mientras que asegura que en Andaluc¨ªa son m¨¢s r¨¢pidos. Su hijo Eugeni pilota un Mil-8 ruso, con base en Cercedilla, tambi¨¦n dedicado a la lucha contra incendios. El sueldo, sin perder la sonrisa, es algo que no dice pero asegura que es alto.
Por su parte, el presidente de la asociaci¨®n de pilotos y t¨¦cnicos de helic¨®pteros de Espa?a (Apytel), Marino Aguilera, asegura: 'No queremos h¨¦roes, sino que la Administraci¨®n dote de medios a los pilotos y que no haya que jugarse el f¨ªsico ni en un incendio ni en ning¨²n otro servicio'. La asociaci¨®n espa?ola asegura que la presencia de estos pilotos est¨¢ llena de irregularidades, salariales y de condiciones de descanso, pero las empresas contratantes lo niegan.
[El subinspector de la polic¨ªa auton¨®mica Joaqu¨ªn Moreno baraja la hip¨®tesis de que el autor o autores del incendio de Cazorla guarden relaci¨®n con los conatos localizados en a?os anteriores en el mismo lugar].
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