El consistorio dice que el campamento de Sintel ha sido "como una bomba" en la Castellana

Ayer, a primera hora de la noche, el concejal de Limpieza, Alberto L¨®pez-Viejo, no quiso aventurar una estimaci¨®n econ¨®mica del coste que tendr¨¢ la recuperaci¨®n de la zona del Paseo de la Castellana ocupada por el campamento de Sintel, pero realiz¨® una r¨¢pida descripci¨®n de los da?os causados: 'Todas las bocas de riego est¨¢n afectadas, faltan tapas de alcantarillado, tendr¨¢ que reponerse el sistema de riego, los barracones estaban atados a los ¨¢rboles y hay muchos ejemplares seriamente afectados y en la acera hay tambi¨¦n grandes desperfectos', relat¨® L¨®pez-Viejo a las nueve de la noche, cuando iba a empezar el tercer turno de limpieza en la zona de la acampada.

A esa hora, ya se hab¨ªa demolido el 90% de las estructuras de madera que a lo largo de seis meses sirvieron de cobijo a los empleados de Sintel. La empresa, vendida por Telef¨®nica al dirigente del exilio cubano Mas Canosa, adeudaba cinco mensualidades a los trabajadores cuando un grupo de ¨¦stos decidi¨® materializar su protesta en forma de acampada frente a la sede del Ministerio de Econom¨ªa, en pleno Paseo de la Castellana. En estos meses la empresa se declar¨® en quiebra y el campamento creci¨® hasta albergar casi 1.500 empleados, ocupando m¨¢s de un kil¨®metro de largo.

Finalmente, el viernes pasado, tras 187 d¨ªas de convivencia en la calle, los empleados de la antigua filial de Telef¨®nica decidieron levantar el denominado campamento de la esperanza tras garantizarles el Gobierno el cobro de las 11 mensualidades adeudadas y un plan de empleo y prejubilaciones para los 1.756 empleados. El campamento comenz¨® a levantarse ayer a primera hora de la ma?ana con la colaboraci¨®n de los campistas. ?stos desconectaron todas las conexiones el¨¦ctricas que hab¨ªan hecho a los postes, retiraron las bombonas de gas y seleccionaron en un mont¨®n aparte colchones, colchonetas y otros materiales que podr¨ªan reutilizarse. A¨²n asi, los residuos que recogieron los operarios municipales superaron las previsiones realizadas por el ¨¢rea de limpieza.

'Hemos hecho un cubicaje en base a la longitud que ten¨ªa el campamento, pero, debido a la cantidad de material que hemos encontrado en el interior de las casetas y barracas, esa estimaci¨®n de 600 toneladas ha subido hasta 1.000 toneladas de residuos', explic¨® L¨®pez-Viejo. A media tarde se hab¨ªan trasladado al vertedero de Valdeming¨®mez 250.000 kilos de escombros.

'La zona ha quedado en unas condiciones lamentables, como si hubiera caido una bomba. Se va a tener que hacer una labor de recuperaci¨®n muy intensa, el paseo ha quedado muy afectado', afirm¨® el concejal de Limpieza. Los 240 operarios que componen el dispositivo preparado por el Ayuntamiento van a trabajar en tres turnos de ocho horas, durante 48 horas seguidas, para garantizar que la zona estar¨¢ totalmente despejada de restos el lunes por la ma?ana. Ser¨¢ entonces cuando los t¨¦cnicos del ¨¢rea de Parques y Jardines y de Obras, entre otros, podr¨¢n realizar una estimaci¨®n real de los da?os. 'Van a tener que entrar a trabajar cuatro ¨¢reas diferentes y no s¨¦ cu¨¢nto puede costar devolver el paseo de la Castellana a la normalidad, porque ni siquiera s¨¦ el coste que tendr¨¢ para mi ¨¢rea. Hay operarios que han doblado o incluso triplicado el turno, porque se han dado cuenta de la importancia que tiene recuperar la normalidad con r¨¢pidez', concluy¨® L¨®pez-Viejo.

Solidaridad El campamento de la esperanza ha convertido la crisis de Sintel en el conflicto laboral m¨¢s sonado de los ¨²ltimos a?os. La solidaridad de vecinos y colectivos ciudadanos han acompa?ado a lo largo de estos meses a los acampados, ayud¨¢ndoles a resistir hasta que el Gobierno ha aceptado una soluci¨®n global al conflicto. El jueves pasado, cuando se supo que Econom¨ªa autorizaba un cr¨¦dito del BBVA de 2.500 millones para que se abonen los salarios atrasados, el comit¨¦ de empresa se comprometi¨® a dejar el paseo de la Castellana limpio y mejor que estaba. Ayer, los campistas ofrecieron a ONG y personas necesitadas los colchones y material que se encontraba en buen estado. Hasta el campamento llegaron grupos de inmigrantes, en especial de origen sudamericano, que se llevaron todos los enseres que dejaban abandonados los trabajadores de Sintel. Tambi¨¦n les pidieron los alimentos no perecederos. Los chatarreros se llegaron a disputar incluso las partes met¨¢licas de las chabolas para venderlas.

'Despu¨¦s de todo lo que hemos pasado, el que al final podamos levantar el campamento me parece un sue?o hecho realidad', se?al¨® el presidente del Comit¨¦ Intercentros de Sintel, Adolfo Jim¨¦nez. ?ste agradeci¨® 'la solidaridad y el humanismo' que ha demostrado Madrid.