El cepo

Un grave error de la Constituci¨®n, tan abundante en ellos, es la creaci¨®n de las autonom¨ªas. La aspiraci¨®n viene de antes: Catalu?a arranc¨® cuando se independizaron Cuba y Filipinas; los vascos, desde las guerras carlistas; todos, en la Rep¨²blica, y en la resistencia cuando Franco. La democracia real, ¨²til para el ciudadano, no hubiera necesitado dividirse: cuando se tend¨ªa a las aglomeraciones, mejores o peores -Occidente, Europa, la ONU-, se quedaban in¨²tiles y han resultado en fragmentaciones de las reivindicaciones de quienes las necesitan frente al Estado. Cuando los ¨¢cratas eran federalistas se opon¨ªan a un Estado fuerte y quer¨ªan desgajarlo; pero estas autonom¨ªas han multiplicado los Estados fuertes, y los peque?os grandes hombres; la creaci¨®n de m¨¢s clases de poder. Ya no tiene remedio. Los esfuerzos de Aznar por atenuarlas son otro disparate: no van en el sentido de la unidad de todos, sino en el de su propiedad personal (su persona es el PP). Lleno de trampas, marruller¨ªas, cepos. Ofensivas vac¨ªas, amenazas, espa?olismo a lo franquista. El Gobierno anterior est¨¢ pagando sus trampas y errores. Hicieron todos un pa¨ªs de autonom¨ªas, y no han sido capaces de soportarlas. Y Aznar hiere a la vasca mientras regala y premia a la catalana.

El error de despu¨¦s de la Constituci¨®n fue el de la creaci¨®n de polic¨ªas propias. La vasca, la catalana, son contradicciones con esa misma Constituci¨®n y con el esp¨ªritu de las leyes; y contra la igualdad (por otra parte, imaginaria) de las otras autonom¨ªas. Son formas de soberan¨ªa aceptadas por quienes no quieren concederlas. Un disparate grave.

As¨ª, el cepo de Aznar / Rajoy al proponer al presidente Ibarretxe que se combatan los altercados callejeros -graves por su continuidad que ya es diaria, y por sus objetivos crecientes: ayer, heridos dos boinas rojas- con la ayuda de la Guardia Civil y de la Polic¨ªa Nacional es un puro cepo. Nadie imagina a los guardias 'centralistas' o 'espa?olistas' con porras, escudos y cascos, a la genovesa. Nadie se imagina los destrozos que podr¨ªa tener, pol¨ªticos y civiles. Y violentos. Supongo que Aznar s¨ª lo sabe y lo que esperaba con este cepo es lo que ha obtenido: la repulsa indignada del PNV. Y as¨ª puede continuar su leitmotiv de que lo que no quieren los gobernantes vascos es combatir el terrorismo. Lleva a?os fracasando con esas maniobras, hundiendo gente en su abismo, perdiendo votos y amistades. Perdiendo treguas, ocasiones, conversaciones. Con ¨¦l se nos va el Pa¨ªs Vasco.