Magn¨ªfico pleno en 3.000 obst¨¢culos
Los espa?oles Antonio Jim¨¦nez, primero en su serie, Berlanas y Mart¨ªn se clasifican para la final
El ¨²ltimo llegado al magn¨ªfico grupo espa?ol de los 3.000 obst¨¢culos no es hombre que se corte. Como tampoco lo son sus mayores, Luismi Mart¨ªn Berlanas y Eliseo Mart¨ªn. Pero Antonio, David, Jim¨¦nez, Penti, o como quieran, s¨®lo tiene 24 a?os, y est¨¢ en su primer Mundial al aire libre.
La carrera no era cualquier cosa. No era ni tanto como una final, ni tan poco como un campeonato provincial. Era una semifinal del Mundial, lo que no es moco de pavo. Entre sus rivales estaban algunos de los mejores del mundo, como los kenianos Bernard Barmasai, el hombre de los 7.55 minutos (r¨¦cord mundial) y Raymond Yator. Todos se jugaban el pase a la final. Correr con kenianos no es tarea f¨¢cil, y menos en unos 3.000 obst¨¢culos, que es su carrera nacional (han ganado todos los Mundiales desde 1991 y todos los Juegos desde 1984), pero Penti es un joven sin complejos, que supo maltratar a sus pulmones y a su pecho para que le obedecieran. "Empec¨¦ preocupado porque soy asm¨¢tico y la ¨²ltima semana me agarr¨¦ un resfriado que no se me iba", explic¨®. "Estaba muy bien de piernas, pero el pecho no me acompa?aba, as¨ª que le tuve que decir: 't¨², aqu¨ª, tambi¨¦n a sufrir como yo'. Y me obedeci¨®".
La carrera fue lenta (se pas¨® el 2.000 en 5.42) lo que favorec¨ªa a Penti, conocido y respetado en el circuito por su tremendo final. Hab¨ªa empezado nervioso pero durante las seis primeras vueltas, las 24 vallas y las seis r¨ªas hab¨ªa logrado controlarse, siguiendo sin m¨¢s, siempre el quinto o as¨ª, el ritmo africano. Hasta la ¨²ltima vuelta. La s¨¦ptima. "Era ya la ¨²ltima vuelta y yo estaba delante con ellos, con los kenianos", cuenta la experiencia el atleta sevillano. "Iba muy bien y todav¨ªa llevaba guardado un cambio de ritmo. 'As¨ª, cuando cambien los kenianos, podr¨¦ seguirlos un rato, aunque sea a distancia', me dije. Pero los kenianos no cambiaron, as¨ª que me dije que me podr¨ªa dar el gustazo de ganarlos y a ello fui. Ahora, no s¨¦ si me habr¨¦ recuperado para la final [el jueves a las 4 de la ma?ana, hora espa?ola], pero que me quiten lo bailao, que les he ganado a los kenianos". Y dicho esto, y m¨¢s contento que unas casta?uelas, el crack sevillano se fue a la pista de calentamiento a trotar un rato y a gritar su alegr¨ªa, para que se enterara todo el mundo.
Jim¨¦nez >Penti fue el m¨¢s brillante de los clasificados espa?oles, pero no el ¨²nico. Antes, en la primera semifinal ya hab¨ªan cumplido con su trabajo los dos veteranos espa?oles, el oscense de Monz¨®n Eliseo Mart¨ªn, un hombre acostumbrado a las finales (sexto en Sevilla, sexto en Sydney) y Luismi Mart¨ªn Berlanas, madrile?o de San Mart¨ªn de Valdeiglesias, el obstaculista espa?ol por excelencia (y quinto en la final de Sydney). Por primera vez, tres espa?oles en una final de 3.000 obst¨¢culos, un hecho antes s¨®lo al alcance de los atletas del 1.500, lo que muestra la incre¨ªble calidad de la ¨²ltima camada y coloca a Espa?a como puntera fuera de ?frica. "Somos casi africanos y para m¨ª eso es un honor", como dijo Berlanas.
La entrada en la final de los dos Mart¨ªn fue m¨¢s sobria que la del sevillano, pero igual de categ¨®rica. Berlanas, el hombre m¨¢s enamorado de su especialidad, y tambi¨¦n el atleta de los tendones fr¨¢giles, se aguant¨® el dolor en el pie izquierdo durante las primeras vueltas. Hasta que entr¨® en calor y se olvid¨®. Salt¨® con cuidado de caer sobre el pie derecho y siempre estuvo delante, tercero o cuarto. Hasta que decidi¨® probarse. Faltaban 700 metros y se dispuso a seleccionar al personal. Su tir¨®n lo aguantaron los kenianos y a punto estuvo de ser fatal para Eliseo. Pero pensar que el aragon¨¦s iba a perder la oportunidad era no conocerlo. Pundonor y pundonor, Eliseo se agarr¨® la pista y, como siempre, en la ¨²ltima vuelta se dedic¨® a recoger cad¨¢veres. Lleg¨® cuarto. Un puesto por detr¨¢s de Berlanas, quien una vez hecha la faena se relaj¨® y a punto estuvo de caerse en la r¨ªa s¨®lo por eso. "Iba relajado y tranquilo y no entr¨¦ con fuerza", explic¨® el madrile?o, quien nada m¨¢s terminar la carrera se quit¨® las zapatillas y dej¨® respirar a sus pies, el izquierdo cuidadosamente trenzado en 'taping' para soportar la tensi¨®n y las pisadas. Y despu¨¦s se fue a que le mimaran los masajistas.
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