Cirug¨ªa de primer mundo para Issa
La sanidad brit¨¢nica accede tras una campa?a de prensa a operar a un ni?o de Sierra Leona torturado por la guerrilla
El ni?o de Sierra Leona Issa Kamara, de 10 a?os, ha ganado la batalla de su vida: podr¨¢ ser tratado en un hospital brit¨¢nico de las heridas causadas por el Frente Revolucionario Unido, la guerrilla sierraleonense. Issa sufre graves quemaduras en el rostro, pecho y manos. Fue asado por una partida guerrillera delante de su madre, a la que obligaron a aplaudir y cantar durante la tortura.
Issa es uno de los miles de ni?os de Sierra Leona que han sufrido en su carne una cruenta guerra civil en la que m¨¢s de 50.000 personas han muerto en 10 a?os, 4.500 sufrieron amputaciones y la mitad de los 4,5 millones de habitantes tuvieron que abandonar sus hogares. Y todo por los diamantes, el lucrativo negocio de la guerrilla, del que se han beneficiado compa?¨ªas occidentales comprando de contrabando a precios irrisorios y vendiendo las piedras limpias de todo horror.
Issa Kamara se ha ganado un tratamiento de primer mundo. Y todo gracias al empe?o de un editor de peri¨®dicos de provincias, el Eastern Daily Press de Norwich, Peter Franzen, que convirti¨® el caso de Issa en una batalla personal y de su peri¨®dico.
Las normas de la sanidad p¨²blica brit¨¢nica, conocida por sus siglas del Servicio Nacional de Salud, fueron la primera barrera. Una de ellas proclama: no se puede tratar a aquellos enfermos procedentes de pa¨ªses con los que no existen acuerdos firmados de reciprocidad. Es decir, como Sierra Leona -una de las naciones m¨¢s pobres del mundo y con una esperanza de vida de 39 a?os-, no puede ofrecer cirug¨ªa pl¨¢stica de calidad a los brit¨¢nicos, Issa parec¨ªa condenado.
El editor Franzen, lejos de amilanarse, redobl¨® su batalla hasta que la ministra de Sanidad brit¨¢nica, Jacqui Smith, dio ayer la noticia de que su departamento hab¨ªa logrado superar las trabas burocr¨¢ticas: 'Me siento feliz de poder confirmar que Issa recibir¨¢ tratamiento en el Reino Unido en la primera oportunidad; ¨¦ste es un caso que nos ha tocado el coraz¨®n', declar¨® a un programa de la BBC.
Peter Franzen lo resumi¨® de otra manera, como el triunfo del sentido com¨²n. 'Estoy contento de que hayamos encontrado una v¨ªa para abrir el muro'.
En el oeste de Freetown se levanta un campamento llamado Esperanza para ma?ana. En ¨¦l malviven 200 amputados y sus familias al cuidado de M¨¦dicos sin Fronteras y de Handicap International. Las ayudas llegan con cuentagotas. Igual que en el centro misionero de Saint Michel de Lakka, donde un misionero espa?ol, Chema Caballero, se afana en recuperar otros ni?os secuestrados en su d¨ªa por el Frente. Ni unos ni otros han sido nunca parte de una campa?a de prensa. Por eso siguen olvidados.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.